El PSOE considera que el PP no tiene “vergüenza” al usar su mayoría absoluta en el Senado para sacar a relucir las condonaciones de su deuda y la de su partido hermano en Catalunya, el PSC, a menos de un mes de la celebración de las elecciones del 21D. Los de Mariano Rajoy han citado a los directivos de bancos y al gobernador del Banco de España para que expliquen las conmutaciones de deudas contraídas por los socialistas el próximo 14 de noviembre, en plena precampaña de los comicios catalanes.
Los socialistas consideran que los del PP “no tienen vergüenza” por airear la contabilidad del resto de formaciones a escasas fechas de las elecciones, aunque aseguran que no tienen nada que temer porque todas sus “cuentas están auditadas y con el visto bueno del Tribunal de Cuentas”. “Son préstamos bancarios en A”, recuerdan fuentes de la dirección socialista.
“El problema sigue siendo el que los tribunales dicen: la financiación B del PP. Está acorralado por los tribunales y trata de que los demás quedemos al mismo nivel pero, salvo el partido de Jordi Pujol y Carles Puigdemont y el PP, nadie tiene cinco sumarios abiertos por corrupción y 800 imputados incluyendo a exministros y a un presidente del Gobierno que ha pasado por la Audiencia Nacional”, señalan esas fuentes que muestran el malestar que ha causada la maniobra del PP en las filas de Pedro Sánchez.
“Los que se sientan en el banquillo pretenden juzgarnos a todos los demás. Lo saben todos los ciudadanos: el PP es el partido más corrupto de Europa. Eso no hay Comisión del Senado que lo tape”, zanjan en el PSOE.
El PP impulsó en el Senado aprovechando su mayoría absoluta una comisión de investigación de las cuentas del resto de partidos. Fue la respuesta de los conservadores a la decisión de la oposición de crear una comisión de investigación sobre la financiación irregular del PP en el Congreso. Esa iniciativa la apoyaron, entre otros, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. Los de Rajoy la rechazaron a pesar de que formaba parte del acuerdo que firmaron con Albert Rivera para permanecer en Moncloa y, además, trataron de torpedear su puesta en marcha.
Plantón de la oposición
El Senado activó la comisión de investigación de las cuentas de los partidos pese al rechazo del resto de grupos. Desde su creación, solo ha celebrado una sesión: el 13 de julio. El PP llamó a declarar a los tesoreros del resto de grupos y aprovechó su presencia en la Cámara Alta para sembrar dudas sobre la financiación de las demás fuerzas, a pesar de que acusaba sin pruebas.
En aquella ocasión, la oposición plantó a los conservadores en la comisión al considerar que se trataba de una “farsa”. Cuatro meses más tarde, el PP la reactiva con las solicitudes de comparecencias y de documentación que afectan a Ferraz y al PSC. También piden al Tribunal de Cuentas información sobre la “gestión, justificación y abono de gastos derivados de dietas y reembolso de viajes, reuniones y jornadas en la sede de Andalucía del PSOE” desde 2004. “Es para desviar de la comisión de investigación de sus cuentas. Que pidan lo que quieran y como quieran”, denuncian fuentes de la federación que lidera Susana Díaz en consonancia con lo que reprocha la dirección de Sánchez.
El PP también ha citado al exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero, el periodista Eduardo Inda y el profesor Enrique Riobo para que hablen de la financiación de la formación de Pablo Iglesias, cuyas presuntas irregularidades no han sido acreditadas en ninguna de las investigaciones judiciales que se intentaron poner en marcha.
La oposición mantendrá el plante al PP en la comisión que creó hace unos meses. “No participamos en la comisión, tal y como confirmamos al inicio de la misma cuando se convirtió en instrumento del PP para intentar instrumentalizar la comisión”, dicen desde Unidos Podemos. Ciudadanos y el PSOE también confirman que no asistirán a la reunión: “No ha habido cambios”.