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El PP convierte el coronavirus en una nueva arma de oposición al Gobierno

Pablo Casado, este lunes, durante la rueda de prensa ofrecida en la sede nacional del PP.

Iñigo Aduriz

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Desde que el mes pasado empezaron a conocerse los primeros casos de infectados por el coronavirus COVID-19 en España, la dirección del Partido Popular siempre trató de situar la gestión de la epidemia al margen de la confrontación política, respaldando las decisiones del Gobierno y, especialmente del Ministerio de Sanidad, para contener el virus. Pero todo cambió este lunes, cuando los populares decidieron dar un nuevo giro estratégico para cargar contra el Ejecutivo por su actuación ante la crisis sanitaria y tratar de explotar su supuesta “eficiencia” económica frente a la de los partidos de izquierda.

El líder del PP, Pablo Casado, convocó una rueda de prensa improvisada –avisó a los medios con solo tres cuartos de hora de antelación–, para tan solo quince minutos antes de que comenzara una comparecencia pública del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y, durante su intervención, el presidente de los populares enmendó toda su estrategia de los últimos días, que se había centrado en la unidad de los partidos para hacer frente a la crisis sanitaria.

Intentando utilizar el coronavirus como una nueva arma de oposición contra el Ejecutivo, Casado justificaba este nuevo viraje asegurando que se empieza a ver “descoordinación” en algunas situaciones por parte del Gobierno y le “preocupa” que éste “empiece a ir por detrás de los acontecimientos”. A última hora, no obstante, el líder del PP hablaba con Sánchez por teléfono y le trasladaba “el apoyo del PP a todas las medidas que tenga que tomar el Gobierno para frenar la expansión del virus”.

Este martes el PP ha celebrado su propia Comisión de Seguimiento de la epidemia en la sede nacional del partido, y según han confirmado a eldiario.es fuentes del Grupo Parlamentario Popular, la portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, ha intentado convencer al resto de portavoces para que se sustituyera el Pleno del control de mañana en el Congreso por una sesión monográfica en la que Sánchez de explicaciones.

Una vez suspendida la actividad de la cámara Álvarez de Toledo ha exigido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparezca “cuanto antes” en la cámara para dar explicaciones sobre la crisis y “ejerza el liderazgo” de la misma.  Y ha reclamado un “debate de altura y con grandeza” en el Congreso que, según ha dicho, en una democracia no debería cerrarse “ni durante una guerra”. Por eso ha considerado “insuficiente” que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, vaya a comparecer en el Congreso el próximo jueves.

“Hemos estado esperando, pero el presidente sigue sin dar la cara. Y no es entendible siendo el séptimo país más afectado, con casi una veintena de fallecidos”, explicaba Casado en la rueda de prensa del lunes, consciente de que solo unos minutos después Sánchez comparecía también ante la prensa, cuando anunció precisamente un “plan de choque” contra la epidemia, que se concretará en reuniones con los sindicatos y la patronal.

Un decálogo de medidas conocidas

Cuando el Gobierno no propone “nada”, según Casado, tiene que ser la oposición la que lo haga. “El Gobierno nunca puede ir por detrás de una crisis de estas características y por ello ahora le tendemos la mano como hemos hecho estas semanas pero no solo para apoyarle sino para impulsar medidas más urgentes e inmediatas que contengan la expansión del virus en España y den más tranquilidad a nuestros compatriotas”, recalcaba, en rueda de prensa.

Esas medidas planteadas por el líder del PP en un decálogo son, en realidad, iniciativas económicas que en su mayoría ya estaban en el programa electoral del partido para las generales. El propio Casado se las propuso a Sánchez en la reunión que mantuvieron el pasado 17 de febrero en la Moncloa. Ahora los populares tratan de aprovechar la crisis del coronavirus y sus posibles efectos económicos que ya se están viendo reflejados en las bolsas para intentar imponer su programa económico apelando a un improbable acuerdo con el PSOE y Unidas Podemos.

Tras meses reclamando la bajada del Impuesto de Sociedades, el PP quiere ahora reducirlo para los sectores afectados, en concreto el turismo. “Y suprimir este impuesto temporalmente a la empresa en zona de cuarentena”, señalan los populares. Además, Casado plantea aplazar el cobro del IVA a las empresas afectadas y “suprimir las subidas fiscales anunciadas, tanto la financiera, las tecnológicas, y las medioambientales”.

Otra de las medidas exigidas permanentemente por el PP y que ahora se incluye en el decálogo de medidas sobre el coronavirus es“ devolver los 2.500 millones de euros adeudados a las comunidades autónomas para reforzar su gestión sanitaria y de educación”, así como “aprobar un Plan de Contingencia sanitaria para reforzar los recursos de las autonomías” y un “fondo de garantía para Pymes y autónomos con línea de liquidez específica para que no les supriman el crédito, en colaboración público-privada con la banca, el ICO, el BCE y el BEI”.

El coronavirus centra la sesión de control al Gobierno

Un mantra habitual del PP es, asimismo, el de promulgar beneficios fiscales para los autónomos. Pues bien, en su decálogo los populares plantean “ampliar a 12 meses más la tarifa plana para autónomos reduciéndola a los 50 euros iniciales y rebajar otros módulos en los sectores más afectados. Casado incluso planteaba ”cancelar la contra reforma laboral para garantizar la flexibilidad y la competitividad de las empresas y autónomos, e impulsar el teletrabajo“. A juicio del líder de los populares, el hecho de que todas esas medidas fueran ya propuestas del PP antes de la crisis del coronavirus no les ”resta credibilidad“.

La ofensiva contra el Ejecutivo por la gestión del coronavirus marcará la semana del Partido Popular. El miércoles, en la sesión de control al Gobierno que tendrá lugar en el Congreso de los Diputados, Casado incidirá en esa vinculación de la epidemia y la crisis económica: “¿Qué consecuencias económicas tiene previsto el Gobierno que pueda sufrir nuestro país por la crisis del coronavirus?”, le preguntará el líder del PP a Pedro Sánchez.

No solo Casado ha empezado ya a cargar contra el Gobierno utilizando la crisis del coronavirus. A primera hora de este lunes, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, acusaba a Sánchez de no actuar correctamente ante la epidemia criticando el trato que están recibiendo los gobiernos autonómicos y municipales de su partido por parte del Ejecutivo progresista.

“He preguntado a todos los cargos públicos del PP con cierta representación, como es el caso de alcaldes y presidentes autonómicos, si Sánchez atiende adecuadamente a los ciudadanos de sus territorios. Entre todos han mandando más de medio centenar de cartas a Sánchez para reunirse con él o para hacerle peticiones relacionadas con las necesidades de sus ciudadanos. Ninguna de ellas ha sido respondida”, denunciaba.

El “no entendimiento” de PSOE y Unidas Podemos

En su opinión, “en este caso Sánchez ha puesto el color de los gobiernos por delante de las necesidades de los ciudadanos y eso no puede pasar”. García Egea pedía a Sánchez que, “ante este problema general, global no mire el color de los gobiernos, que mire más allá de la política y se imponga el sentido común”.

“Yo le pido que se dedique a trabajar por España y no por el sostenimiento de su Gobierno, que se dedique a atajar las crisis que tiene encima de la mesa su Gobierno y no atajar la que tiene su Consejo de Ministros como consecuencia del no entendimiento entre los dos partidos que lo forman”, zanjaba García Egea.

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