El Pleno del Senado ha respaldado la moción con 147 votos a favor, a los senadores del PP se sumaron sus socios UPN y Foro Asturias, por 102 en contra y 5 abstenciones, de los representantes de Ciudadanos y Coalición Canaria. La iniciativa ha sido duramente criticada por los partidos de la oposición que han tachado la moción de “populista”, de “cortina de humo” y de “arma arrojadiza” del PP contra Ciudadanos, que se encuentran en una “guerra fría” de la derecha.
En la defensa de la moción, a cargo del senador 'popular' Fernando Carlos Rodríguez, el PP ha hecho gala de su defensa de la prisión permanente revisable que han llevado a ayuntamientos y asambleas regionales, enorgulleciéndose de ser “el único partido” que defiende esta figura.
PP PIDE A C'S QUE DEJE DE PONERSE MEDALLAS
A renglón seguido, el PP ha arrancado los ataques contra la formación de Albert Rivera criticando sus bandazos en esta materia. “Son el partido ni del 'si' ni del 'no', pero no nos sorprende se caracteriza por la revisión permanente de sus principios. Ni tiene las ideas claras ni los principios firmes”, ha señalado Fernando Carlos Rodríguez sobre la formación 'naranja'.
Por su parte, el senador de Ciudadanos Tomás Marcos ha defendido una enmieda en la que remarcaba la necesidad de dificultar el acceso al tercer grado para los condenados por delitos especialmente graves. El senador 'naranja' ha acusado al PP de crear problemas nuevos cuando ya existen “lagunas” en el sistema penal como el cumplimiento efectivo de las penas. Este ha sido el primer cara a cara parlamentario por una medida concreta entre PP y Ciudadanos tras semanas en el que ambas formaciones han cruzado declaraciones.
A juicio de Ciudadanos es un error que un condenando a cientos de años pueda obtener el tercer grado a los 15 años de entrar en prisión, lo que supone un “régimen de semilibertad que permite la reincidencia”. Lo que produce “perplejidad” en la sociedad, ha dicho Marcos, es el no “cumplimiento efectivo” de penas por parte de pederastas, asesinos en serie o violadores que han cometido “daños irreparables a la sociedad”.
El PP ha rechazado esta enmienda, al igual que una del PSOE que impugnaba la moción, y de la mano de la senadora Esther Muñoz de la Iglesia, ha clamado contra la falta de principios de Ciudadanos, “como Groucho Marx”, ha ironizado, y ha reivindicado que mientras el PP ha defendido esta medida desde hace años el partido 'naranja' hace años estaba “una parte” en el “PP, otra en el PSOE y en IU”, en referencia al poco recorrido histórico de Ciudadanos. También ha recordado que en 2016 junto al PSOE acordó derogar esta figura y que ahora por “oportunismo mediático” vuelven a cambiar de posición.
“Si se quitasen la medallas que se ponen a diario podrían mirar a la cara a los ciudadanos y escucharles, y verían que lo que están pidiendo es que mantengamos la prisión permanente revisable”, ha asegurado Muñoz de la Iglesia sobre Ciudadanos.
Tomás Marcos ha reiterado la “escasa altura de miras” del PP y ha apuntado a los “debates estériles” que plantea en el Senado con fines electoralistas, para “ver si cae un voto más”, ha asegurado Tomás Marcos.
“SENADO COMO CAMPO DE BATALLA DE LAS DERECHAS”
El rifirrafe ha continuado en el turno de portavoces, cuando los representantes de la oposición han cargado airadamente contra la moción. ERC, PDeCAT, Compromís y PNV se han expresado explícitamente en contra, mientras que Unidos Podemos ha lamentado que el PP no hable del machismo, “el germen que está detrás de muchos crímenes”, y traiga al Senado una moción que promueve la “venganza” y hable de “penas del infierno”, que según la portavoz Maribel Mora, no encajan en un estado social y democrático.
“Esto no puede convertirse en un arma política arrojadiza entre PP y Ciudadanos para recoger votos”, ha lamentado el senador del PSOE Tonxu Rodríguez, quien denuncia que el Senado se convierta en un “campo de batalla” en el que “se enarbolen banderas para de manera populista ver quién es mas populista en este país”.
El senador socialista ha descrito esta situación como una “guerra fría entre las dos derechas” y, asegurando que el PSOE se pone en la piel de las familias, ha afirmado que la política penal no puede ser justificada con los sentimientos de los padres de las víctimas.