La dirección del Partido Popular está satisfecha con los acuerdos que va alcanzando con la extrema derecha. Ese entendimiento con Vox se circunscribe, hasta el momento, a un pacto de investidura en Andalucía que ha dejado sobresaltos en la última semana por los presupuestos, otro para gobernar en los 35 ayuntamientos en los que ambas fuerzas suman mayoría, un acuerdo para conformar las mesas de los parlamentos madrileño y murciano y un preacuerdo para entrar en el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid –con cargos en entes regionales–, que ahora deberá encajarse con el logrado con Ciudadanos, “socio preferente” del PP.
Fuentes del equipo de Pablo Casado señalan que, en ningún caso el PP se ha visto obligado a cruzar ninguna línea roja porque las propuestas que les han planteado los dirigentes de Vox en las negociaciones han sido “asumibles”. A pesar de ello, este miércoles la formación de extrema derecha lograba colar en el presupuesto andaluz algunas de sus medidas más radicales, introduciendo el concepto de “violencia intrafamiliar”, limitando el gasto de Memoria Histórica sólo a exhumaciones y banco de ADN, creando un teléfono de ayuda a mujeres embarazadas para reducir los abortos o creando un órgano de ayuda a la Policía contra inmigrantes sin papeles.
“Por ahora no nos han propuesto nada extraño que no podamos aceptar”, explican en privado dirigentes de de la cúpula popular, quienes califican a la formación que preside Santiago Abascal como “un partido constitucional” y, por tanto, tan válido para lograr acuerdos “como cualquier otro”.
Vox realiza, a juicio de la dirección popular, “promesas grandilocuentes” en campaña e incluso en sus propios principios fundacionales, propios de la extrema derecha, que después no se ven reflejados en la práctica, en las distintas mesas de negociación en las que han participado con el PP.
Como ejemplo, estos dirigentes señalan iniciativas planteadas por la formación de Abascal referidas a la inmigración durante la negociación de la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente de la Junta de Andalucía, el pasado diciembre. “Primero exigían expulsar a 52.000 inmigrantes, pero después nos dijeron que esas expulsiones se debían hacer si existe una orden judicial, justo lo que defendemos nosotros”, apunta un alto cargo de Génova.
Leyes de género y supresión de autonomías
Otro de los casos citados por la dirección del PP es el de la violencia machista: “Dijeron que iban a derogar las leyes de género, pero ahora en las negociaciones no es una de sus exigencias”. Las fuentes consultadas recuerdan, además: “Proponían eliminar las comunidades autónomas y ahora están intentando entrar en gobiernos autonómicos”.
Pese a que Vox ya ha dicho que tratará de conseguir consejerías por ejemplo en la Comunidad de Madrid –algo que desde la dirección popular, insisten, de momento no está encima de la mesa– la dirección del PP duda de que a Vox “le interese” tener consejerías en esos nuevos ejecutivos, por su plan para convertirse en alternativa a los populares por la derecha.
El equipo de Casado asegura que existe un debate interno en la formación de extrema derecha a raíz de las actuaciones de los últimos meses: “Su objetivo es ser Trump, pero a veces se parecen más al Frente Nacional”. Los altos dirigentes del PP confían, no obstante, en que a medida que avance la legislatura los ciudadanos acabarán por ver que Vox y el PP “no son tan diferentes” y que, por tanto, volverán a confiar en los populares, que son los “únicos capaces” de conformarse en alternativa de gobierno a la izquierda.
Públicamente, este miércoles el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, consideraba que Vox “al final tendrá que analizar bien el resultado que ha tenido” en las elecciones del 26M en los diferentes territorios “y tendrá que ser consciente de que el reflejo de las urnas tiene que ser reflejo de lo que se ve en los gobiernos”. “Se puede condicionar hasta cierto punto, pero no más allá del papel que los ciudadanos le han dado”, añadía.
“Llamados a entendernos”
La dirección popular da, no obstante, por hecho, el apoyo de Vox a sus candidatos allí donde las tres derechas sumen. García Egea consideraba este miércoles que PP, Ciudadanos y Vox no tienen “otra alternativa” que ponerse de acuerdo para lograr “gobiernos de la libertad” en ayuntamientos y comunidades autónomas.
“Tenemos que ponernos de acuerdo, tenemos que centrarnos en aquello que nos une y hay que asumir el papel que a cada uno le han dado las urnas”, insistía. “Estamos llamados a entendernos y la ciudadanía está necesitada de que PP y Ciudadanos se entiendan y de que PP y Vox se entiendan para conseguir gobiernos de libertad”, concluía.