El PP desvincula a Casado del pasado del partido ante la amenaza de Bárcenas de tirar de la manta y la evolución de Kitchen

La dirección del Partido Popular está intentando desvincular a su máximo jefe, Pablo Casado, del pasado reciente del partido y de los casos de corrupción que arrastra de los últimos años de mandato de Mariano Rajoy. El objetivo de Génova 13 es impedir que la labor del líder del PP al frente de la oposición al Gobierno se vea ensombrecida por las actuaciones o revelaciones futuras que pueda realizar el extesorero del partido Luis Bárcenas.

Tal y como adelantó el martes el diario El País, tras el ingreso en prisión de su esposa, Rosalía Iglesias, el pasado domingo, el también exsenador amagó con cumplir su amenaza de tirar de la manta, abriéndose a colaborar con la Fiscalía Anticorrupción para investigar la presunta financiación ilegal de la que fue su formación política en la pieza separada del caso Gürtel sobre la 'caja B' del partido.

Su entorno admite que el currículum de Casado está estrechamente ligado al partido, donde fue primero presidente de Nuevas Generaciones –las juventudes del PP– de la Comunidad de Madrid, entre 2005 y 2013, después diputado en el Congreso (desde 2011) y luego por último vicesecretario de Comunicación de la dirección del expresidente Mariano Rajoy, entre 2015 y 2018, hasta su triunfo en las primarias. Pero al tiempo, esos mismos dirigentes alegan que en ninguno de esos puestos Casado ejerció labores ejecutivas que puedan vincularle a los asuntos que siguen investigando los tribunales.

Construyendo un escudo alrededor de su máximo jefe, la dirección del PP también trata de proteger a Casado de la investigación de la Operación Kitchen sobre el supuesto espionaje al extesorero de los populares por parte del Ministerio del Interior del Gobierno de Rajoy. Este mismo viernes el nombre del líder el PP fue citado en el careo que mantuvieron en la Audiencia Nacional el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y quien fuera su número dos, el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, ambos imputados en la trama.

Durante la tensa conversación en la que hubo un duro cruce de acusaciones, Martínez expresó su disgusto con la dirección de Casado por la sensación de abandono que dice que siente, pese a no haber cometido ningún delito, según su versión. El exscertario de Estado de Seguridad considera que Génova 13 contribuyó a que pareciera culpable cuando dejó de llevarle en las listas electorales, informa Pedro Águeda. A este respecto y, según pudo reconstruir elDiario.es de varias fuentes presentes presentes en la declaración, Martínez dijo: “Es una actitud indigna e inmoral del PP. Si el PP del señor Casado no sabe cuidar a la gente que ha trabajado bien, mucho me temo que no sabrán cuidar nunca a los españoles que no conocen”.

Casado argumenta que él solo era “un diputado por Ávila”

Por el momento, el intento por desvincular al actual presidente del PP de las presuntas corruptelas del pasado reciente del partido ha estado en manos del círculo más cercano a Casado, mientras el máximo jefe de los populares ha guardado en la última semana un escrupuloso silencio tanto sobre las amenazas de Bárcenas como de la evolución de la instrucción de la Kitchen.

En un intento por defender la ruptura con la corrupción que supuso su llegada a la cúspide del partido, el líder del PP siempre ha sostenido que cuando se produjo el supuesto espionaje al extesorero él no tenía responsabilidades orgánicas, ya que en ese momento tan solo era “un diputado por Ávila” y su designación como vicesecretario de Comunicación se produjo después de la salida de Fernández Díaz y Martínez del Gobierno, que además no repitieron en las listas electorales.

El martes, nada más conocer la intención del extesorero de colaborar con Anticorrupción, la dirección del PP se apresuró a asegurar que “no le preocupa nada” lo que el extesorero Bárcenas pueda decir a los fiscales que investigan el caso Gürtel. A su entender, cuando una persona está condenada comete “locuras” y “muchísimas estupideces”.

En una entrevista en TVE, la portavoz de Interior del partido, Ana Vázquez, subrayó que en este momento el extesorero “no tiene nada que ver con el PP”. “Ni con Pablo Casado ni con el PP en general”, apostilló. Además, aunque aseguró que Bárcenas puede colaborar con la Justicia en “cualquier momento”, recalcó que debería haberlo hecho “desde el principio”. “Entiendo que cuando estás condenado pues haces muchísimas estupideces”, recalcó.

Vázquez insistió en que al PP no le “preocupa nada ya lo que vaya a decir Bárcenas para poder salvar a su esposa de la prisión”, al tiempo que señaló que él está en la cárcel y, por lo tanto, es el que debe ofrecer explicaciones por lo que ha hecho.

“Caerá quien tenga que caer”

En la dirección del PP no esconden que el horizonte judicial marcado por las declaraciones y la investigación de la operación Kitchen les “preocupa” e “indigna”. Génova 13 insiste en que Casado ha prometido mano dura ante cualquier implicación de dirigentes o exdirigentes en el espionaje a Bárcenas. “Caerá quien tenga que caer”, ha solido recalcar el propio presidente de los populares cada vez que se le ha preguntado por este asunto.

El equipo de Casado remarca también que los hasta ahora principales implicados en la trama, Martínez y Fernández Díaz, forman parte “del pasado” del PP y que desde su elección como líder del partido, su máximo jefe siempre ha realizado un ejercicio de “regeneración” tratando de romper con algunas de esas prácticas que, según la dirección de los populares, les “abochornan”.

El núcleo duro del equipo de Casado insiste en que Martínez “ya no está en el partido”, que a Fernández Díaz se le abrió un expediente informativo en cuanto se conoció su imputación, tal y como establecen los estatutos, y que por el momento no temen la imputación de la exsecretaria general del PP y exministra de Defensa María Dolores de Cospedal solicitada por la Fiscalía. Cospedal fue uno de los principales apoyos de Casado en las primarias, que decantó su victoria frente a la archienemiga interna de la exdirigente, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.

Esas mismas fuentes recalcan, en todo caso, que si finalmente Cospedal fuera imputada el partido seguiría la misma vía que con Fernández Díaz, siempre que en ese momento la también exministra siguiera militando en el PP. Sobre su vinculación con el triunfo de Casado, la dirección popular insiste en que el actual líder del PP planteó “un nuevo tiempo” al ganar las primarias y que desde entonces se han renovado todos los órganos internos con la premisa de “no pasar ni una” en materia de corrupción.