El PP intenta engordar el caso Mediador mientras obvia la trama Kitchen y exime a la alcaldesa de Marbella

Aitor Riveiro

1 de marzo de 2023 22:36 h

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El Partido Popular ha encontrado en el caso Mediador la palanca para inocular en la agenda mediática y política el virus del “todos son iguales” en plena precampaña del 28M. La trama, que supuestamente cobraba comisiones por poner en contacto a empresas con administraciones públicas en Canarias, ha sacudido a todo el Grupo Socialista en el Congreso al estar directamente implicado uno de sus diputados, ya dimitido. Pero el PP pretende convertirlo en un escándalo nacional, e incluso internacional, que implica a Pedro Sánchez y a la UE. Todo, mientras defiende a la alcaldesa de Marbella o ve “muy bien” que Feijóo y su candidata en Baleares, Marga Prohens, compartan mesa y mantel con un imputado por corrupción.

“Toda España está mirando hacia la bancada de la izquierda preguntándose quién es quién en la organización criminal”. La frase es de la petición formal de una comisión de investigación registrada el miércoles por el PP en el Congreso con la intención de dirimir “las responsabilidades políticas” que puedan existir sobre el caso Mediador. El PP reclama “ejemplaridad” máxima al PSOE. Que caiga cualquiera relacionado aunque sea de soslayo con las personas implicadas en la supuesta trama.

El contenido de la petición se cimenta básicamente en el uso de las instalaciones del Congreso que pudo hacer el diputado dimitido, Juan Bernardo Fuentes, alias Tito Berni, quien quedó la semana pasada en libertad con cargos. Nada más saltar el escándalo, el PSOE le reclamó el acta de diputado, pero diversas informaciones aseguran que algunas cenas organizadas por él y a la que asistieron otros diputados pudieron ser pagadas por los empresarios que, supuestamente, pagaban mordidas a cambio de contratos.

Pese a que la investigación judicial está en principio acotada a posibles irregularidades en la administración de Canarias, el PP eleva el tiro y apunta directamente a Pedro Sánchez “en su triple condición de presidente del Gobierno, del Grupo Socialista y secretario general del PSOE”. “No puede eludir dar explicaciones y asumir responsabilidades políticas y más aún si cabe porque el presunto cabecilla de la trama es (...) un relevante miembro del PSOE y diputado”, apunta el escrito registrado en el Congreso.

El texto sigue y afirma que el escándalo, que podría estar relacionado con el destino de alguna partida de fondos europeos, “daría la razón a la UE sobre las sospechas sobre España y la transparencia de la gestión de esos fondos”. Unas “dudas” que no han sido expuestas por la misión del Parlamento Europeo que ha visitado España hace escasos días.

El PP reconoce en su escrito que “la trama se centraba en empresarios con expectativas de negocio en la Zona Especial de Canarias, caracterizada por sus especiales beneficios fiscales”. Pero añade, siempre con el uso del condicional: “Diversos ministerios también estarían salpicados por la sospecha”. El martes, el PP ya pidió las comparecencias parlamentarias de varios ministros y registró decenas de preguntas a todos los departamentos para intentar introducir al Gobierno en la trama.

Feijóo, en Ibiza con un imputado

El texto de la petición de la comisión de investigación se sumaba a las declaraciones de la secretaria general, Cuca Gamarra, en la rueda de prensa en la que anunció la iniciativa y en la que dijo: “Parece que el PSOE ya lo sabía y ha buscado desde el principio minimizar los daños y no investigarlo”. Gamarra puso como ejemplo de mala praxis que se hayan producido dimisiones en algunos niveles territoriales canarios, ya que revelaría que alguien filtró información de una investigación secreta que afecta, además, a un alto cargo retirado de la Guardia Civil. 

La 'mano derecha' de Feijóo en el Congreso incidió en que lo ocurrido afecta a todo el grupo parlamentario porque algunos diputados (15, según las primeras informaciones) podrían haber cenado con algunos empresarios quizá relacionados con la trama, y sin que esté de momento demostrado que sabían nada al respecto.

Pero el PP no ve ningún problema en que su presidente, Alberto Núñez Feijóo, comparta acto, mesa y mantel, con un imputado por corrupción y de su propio partido: el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí.

Ambos coincidieron este domingo en un acto de precampaña en la isla balear. Y se sentaron en la misma mesa: la presidencial. Junto a ellos, la candidata autonómica del PP, Marga Prohens, y el presidente del PP de Ibiza, José Vicente Marí Bosó. Estos dos últimos dedicaron elogiosas palabras al investigado por la Justicia. “Quiero para los próximos años en nuestra isla la tranquilidad de Vicent Marí gobernando el Consell Insular”, dijo Marí Bosó. “Gracias por lo que has conseguido”, añadió Prohens, que concluyó: “Los ibicencos te reconocen, te estiman y quieren que seas su presidente. Por eso yo y este partido necesitamos que sigas siendo el alcalde de alcaldes. Pero sobre todo que sigas siendo Vicent Marí”.

Gamarra, preguntada por cómo podían sembrar dudas sobre todo el Grupo Socialista por la cena referida, mientras su propio jefe de filas comparte mesa con un investigado que además preside una administración pública, se limitó a responder: “Me parece muy bien que comiera con él”.

De la Kitchen a la alcaldesa de Marbella o la 'número tres' de Ayuso

Los intentos del PP de elevar de categoría la tormenta del caso Mediador coinciden también con el escrito final de la Fiscalía Anticorrupción en la instrucción del caso Kitchen, la investigación judicial sobre el uso del Ministerio del Interior durante los Gobiernos de Mariano Rajoy para tapar la corrupción del caso Gürtel, los papeles de Bárcenas que confirmaban los sobresueldos de los dirigentes del PP y, de paso, fabricar pruebas contra Podemos o dirigentes de partidos independentistas catalanes.

Anticorrupción pide para el exministro Jorge Fernández Díaz y el que fuera su 'número dos', Francisco Martínez, 15 años de cárcel.

Un éxito, en parte, para el PP, que ha logrado dejar fuera a la posible X del caso ya que el juez Manuel García Castellón desimputó a María Dolores de Cospedal, pese a la insistencia de la Fiscalía, y ni siquiera llamó a declarar a Mariano Rajoy.

Para el PP, el caso Kitchen es algo del pasado. “Tiene bastantes años, no es actualidad y no hay nada nuevo”, dijo Cuca Gamarra. Y añadió: “Está claro cuál es la actualidad y dónde están las responsabilidades políticas y las explicaciones que se deben pedir y exigir”.

El PP tampoco encuentra motivos para exigir explicaciones a la alcaldesas de Marbella, Ángeles Muñoz, cuyo marido ha sido procesado por la Audiencia Nacional por blanquear supuestamente dinero del narco. El hijo de él (“la ciudad es nuestra, la Junta... la jodida Andalucía”) también está procesado en el mismo caso, relacionado con el narcotráfico sueco.

Muñoz, cuyo millonario incremento patrimonial no declaró hasta que lo desveló elDiario.es, será la candidata del PP para revalidar la alcaldía de la ciudad malagueña. Ha recibido el respaldo de Feijóo, del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y del coordinador general del PP, Elías Bendodo. Estos dos últimos, como ella, crecieron políticamente en la provincia de Málaga. Muñoz ha sido la anfitriona de los jefes del PP en la Marbella del lujo.

Ángeles Muñoz pretende silenciar a elDiario.es y ha demandado tanto al medio como a los periodistas que han informado tanto del proceso judicial contra su familia como de su creciente y millonario patrimonio, que ha logrado supuestamente con sus dietas como alcaldesa y el sueldo de senadora.

Este mismo miércoles, Gamarra ha insistido en que Ángeles Muñoz no tiene “ningún procedimiento penal” abierto y en que “ha dado todas las explicaciones sobre el patrimonio”. Para justificar que hablen del caso de Canarias y no del que afecta a su destacada alcaldesa, la secretaria general dijo que “el caso de Tito Berni está ”en todas las portadas y en la televisión“ y que ”todos los periodistas escriben y se preguntan sobre esos 15, cinco o tres diputados del PSOE“ y que es ”evidentemente de lo que se lleva hablando los últimos días, mañana, tarde y noche, en todos los medios, en las cafeterías y restaurantes“.

Lo de “Tito Berni” es una idea de la factoría Isabel Díaz Ayuso. Cuando la dirección nacional del PP todavía se plantaba qué hacer con el caso Mediador, la presidenta de la Comunidad de Madrid marcó el paso (una vez más) a Feijóo al señalar que este proceso “va a terminar con el Gobierno” y al señalar directamente a Pedro Sánchez.

Pero mientras nada relaciona, de momento, a Sánchez con el diputado canario, Ayuso designó como su 'número tres' en el PP de Madrid a una imputada por corrupción, incapaz de explicar movimientos bancarios por valor de miles de euros. Es la actual alcaldesa del municipio de Arroyomolinos, Ana Millán. El 28 de mayo, repetirá como candidata.

Otro asunto relacionado con Ayuso que no pone en duda la “ejemplaridad” de nadie es el de la comisión que recibió su hermano de una empresa que contrató en plena pandemia con la Comunidad de Madrid. El último que pidió cuentas a la 'lideresa' fue el entonces presidente del PP, Pablo Casado. Menos de una semana después, los barones del partido lo dimitieron y colocaron en su lugar a Alberto Núñez Feijóo.