La foto de Jaume Matas saliendo sonriente el viernes, “como si hubiera estado de vacaciones”, del Centro Penitenciario de Segovia, donde se encontraba ingresado desde el 28 de agosto, ha sido recibida con notable desagrado entre un sector del grupo del PP. Entre los conservadores se vive con una gran preocupación la imagen de corrupción generalizada que la ciudadanía está percibiendo de ellos a escasos meses de las elecciones municipales y autonómicas. “No es, desde luego, una decisión muy oportuna justo cuando queremos trasladar el mensaje de que estamos impulsando medidas para luchar contra la corrupción”, coinciden en opinar varios diputados del PP a eldiario.es.
Otros diputados con mayor responsabilidad dentro del grupo parlamentario prefieren guardarse las espaldas y, al ser preguntados sobre este asunto, afirman que “no se pueden hacer discriminaciones a la hora de aplicar la ley”. “A Matas se le habrá aplicado el mismo protocolo que a cualquier otra persona que esté en la cárcel y cumpla unos requisitos concretos para acceder al tercer grado”, explica uno de los miembros de la dirección del grupo parlamentario.
Públicamente, sin embargo, nadie se ha atrevido hasta el momento a cuestionar la polémica decisión. Pero el malestar que ha causado lo dejaba entrever incluso el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso. “Hasta donde yo sé, estas cosas se suelen hacer por criterios objetivos. Una vez que se ha superado la tercera parte de la condena, quiero entender que esta vez también ha sido así y que, por lo tanto, se ha actuado de acuerdo a las previsiones de las leyes y, en cualquier caso, si hay alguna duda, se darán las explicaciones que hay que dar”, contestó Alonso al ser preguntado por los periodistas.
La decisión de conceder al exministro el tercer grado penitenciario en aplicación del artículo 31.1 del Reglamento Penitenciario, apenas un par de meses después de entrar en prisión, se atribuye al propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, cuya comparecencia en el Congreso se han apresurado a exigir tanto el PSOE como la Izquierda Plural.
Los portavoces de ambos grupos, Antonio Hernando, y José Luis Centella, se mostraron este martes escandalizados ante una decisión que creen que es la prueba palpable de que “la voluntad del PP de que quiere acabar con esta lacra es falsa”. “El Gobierno de Rajoy parece que ha tirado la toalla frente a la lucha contra la corrupción”, sentenció Hernando tras la celebración de la Junta de Portavoces. “Con la que está cayendo, no nos explicamos cómo es posible que el Gobierno, con una decisión política, haya sacado a Matas de la cárcel, clasificándolo en tercer grado en contra de la prisión de Segovia”, persistió el socialista. El PSOE cree que se trata de “un indulto encubierto” a Matas.
Pese a las exigencias de la oposición de que sea el propio ministro del Interior el que acuda al Congreso a explicar los criterios de la excarcelación, el Gobierno de Rajoy ha decidido que sea el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, quien lo haga. La comparecencia de Yuste, que ha sido presentada “de forma urgente y a petición propia”, se concretará en una próxima reunión de la Comisión de Interior. Esta decisión no ha aplacado a quienes exigen que las explicaciones de lo que está ocurriendo deben darse “al más alto nivel”.
La “penosa comunicación” del PP
Las críticas internas dentro del PP se extienden también a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, a la que algunos culpan de la “penosa comunicación” que están demostrando. “En el partido vuelve a fallar la comunicación. No aprendemos”, lamentaba en un corrillo con periodistas una destacada diputada del PP cuyas relaciones con la secretaria general nunca han sido buenas. Los comentarios contra la número dos del PP se han intensificado aún más por decir que “el PP ha hecho todo lo que ha podido hacer contra la corrupción”.
Ante esta situación y a estas alturas, la encuesta del CIS que se conocerá este miércoles a las doce del mediodía es esperada con bastante frialdad entre los diputados del PP. Algunos están incluso convencidos de que los datos “no van a ser tan espectaculares para Podemos como muchos auguran”. “A ver si al menos sirve para que la ciudadanía reflexione sobre quiénes quiere que les gobierne”, sentencia una veterana diputada.
Algunos esperaban que el sondeo del CIS se hiciera público el lunes. En la oposición no tienen duda de que el retraso en su publicación se debe a que el Gobierno “está cocinando los datos”.
Diga lo que diga el CIS, lo cierto es que la preocupación por el futuro que les aguarda en mayo aumenta entre los actuales alcaldes populares y entre los posibles candidatos a estas dos citas electorales. Precisamente, con la intención de tranquilizarles, los vicesecretarios del PP Javier Arenas, responsable de Política Autonómica y Local, y Esteban González Pons, de Estudios y Programas, se reunieron el lunes en Génova con una veintena de representantes municipales. Todos ellos coincidieron en pedir a la dirección del partido “firmeza” ante los casos de corrupción que han ido apareciendo y, “en ningún caso, inmovilismo”.