Tras escuchar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha tendido la mano a todos los partidos, también al PP, para que introduzcan sus propuestas en el decreto de nueva normalidad cuando este se tramite como proyecto de ley en el Congreso, la formación que preside Pablo Casado ha decidido finalmente respaldar la convalidación del decreto en la votación de este jueves, pese a mantener un durísimo discurso contra el Gobierno, al que acusa de “mentir” y “ocultar” las cifras de fallecidos de la pandemia.
La convalidación se ha aprobado finalmente con el apoyo de PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, PNV y Más País, y el voto en contra de Vox, ERC, Junts y EH Bildu. Además, el Congreso ha dado su visto bueno para que el decreto se tramite como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia. Con el respaldo de los populares, el Gobierno logra una holgada mayoría para regular la llamada nueva normalidad. Además, el 'sí' de los de Casado allana el camino para lograr pactos en la Comisión de la Reconstrucción, pese a las duras conclusiones presentadas por el PP, que culpan al Gobierno de los contagios y los fallecidos de la pandemia.
Hasta ahora, el líder del PP, Pablo Casado, siempre había condicionado su apoyo al decreto a que las fuerzas en el Gobierno aceptaran un pacto de Estado por la Sanidad, que los populares han bautizado como Plan Cajal. Precisamente a última hora de la tarde de ayer el PP mantuvo una reunión con el Gobierno en la que volvió a plantear su “voluntad” de acordar en materia sanitaria.
Durante el Pleno de este jueves, Illa ha tendido la mano al PP. Durante la defensa del texto en el Pleno del Congreso el ministro ha valorado “que se amplíen con las propuestas de todos los grupos parlamentarios” las medidas contenidas en el decreto, siempre que se acordara tramitarlo como proposición de ley, como finalmente sucederá.
“Hasta el final de la emergencia sanitaria”
Illa, además, ha defendido que el decreto recoge “medidas necesarias para hacer frente a cualquier brote que pudiera producirse” y ha explicado que su vigencia “se mantendrá hasta que el Gobierno decrete el final de la emergencia sanitaria, en coordinación con las comunidades autónomas”.
La portavoz del PP durante el debate, Ana Pastor, si bien ha anunciado su voto a favor del decreto, ha mantenido las duras críticas al Gobierno. La también exministra ha pedido a la Cámara Baja hacer “una reflexión profunda” para que en “el centro del compromiso” del Congreso esté “honrar la memoria de las víctimas” reconociendo “a todas”.
A su juicio, “es evidente que no funcionó” la gestión del Gobierno. “Las consecuencias de la errada gestión de esta crisis han sido dramáticas”, ha añadido, para concluir que, en su opinión, “una parte” de los fallecidos por la pandemia “se podía haber evitado”. “Hay que saber asumir responsabilidades”, ha zanjado. Pastor ha dicho que en su tramitación como proyecto de ley, el PP tratará de lograr un pacto de Estado para la Sanidad, así como “cambios estructurales”. “Merece la pena que este real decreto incluya medidas como la oficina de atención a las víctimas, un plan económico o un plan jurídico. Sean generosos de una vez y doten al Ministerio de Sanidad de recursos”, ha zanjado.
En la línea de los argumentarios distribuidos esta semana por Génova 13, instando a sus dirigentes a utilizar las cifras de muertos contra el Gobierno, el PP denuncia “el contexto de un continuo baile de las cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad que hacen dudar seriamente de que los 28.000 muertos oficiales sea la cifra real de personas fallecidas (el INE, por ejemplo, cifró en 48.000 el número de fallecimientos excesivos con respecto a 2019)”.
Para los populares, “es inexplicable y ofensivo tanto para las víctimas del COVID como para sus familias que se excluya a miles de personas del hecho de que han muerto como consecuencia del virus y que durante dos semanas del mes de junio el Ministerio de Sanidad ni siquiera haya actualizado la cifra oficial de fallecidos, nuestro recuerdo a todas las víctimas y nuestras condolencias con todas las familias”.
Durante el debate del decreto de nueva normalidad solo Vox ha solicitado el turno en contra. Su diputado Juan Luis Steegmann, ha considerado que el decreto es “un nuevo acto de propaganda política”. “La exposición de motivos es un inadmisible alegato en defensa de la gestión del Gobierno”, ha denunciado. Además, la extrema derecha ha querido impugnar “el concepto totalitario de la nueva normalidad” y ha considerado que “el Gobierno ha fracasado en la desescalada”.
El rechazo de ERC y EH Bildu
También ha manifestado su rechazo a la convalidación del decreto la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua. Su argumentación se ha centrado en denunciar que el texto, a su juicio, ha sido “redactado y pactado con la derecha” por parte del Gobierno. Asimismo, ha recordado al Ejecutivo que su grupo ya advirtió de que “dejara de mirar a la derecha” y “que apuntalase la mayoría progresista”.
ERC se ha sumado al bloque del 'no'. Francesc Xavier Eritja, el parlamentario republicano encargado de defender la posición de su grupo durante el debate, ha denunciado el “interés por prevalecer como máxima autoridad competente” del Gobierno. También ha defendido un “marco específico” para hacer frente a rebrotes, “respetando el principio de subsidiariedad”. “Nuestro 'no' sigue siendo un aviso para navegantes. El diálogo se practica a diario y hoy han demostrado que no están dispuestos al diálogo”, ha zanjado.
Previamente, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, había mostrado su voto favorable pidiendo a las fuerzas del Gobierno “coraje” para seguir buscando los apoyos de la derecha, arrinconando a las fuerzas soberanistas. Bal ha pedido que ese “coraje” también se dé en la negociación de los Presupuestos.