El tren AVE especial 10.011 ha partido esta mañana pasadas las 6h del andén tres de la estación madrileña de Atocha con destino Barcelona. Iba cargado militantes del Partido Popular para ejercer de interventores en las elecciones de Catalunya, donde la formación conserva escasos cuadros y se arriesga a ser superada en votos por Vox. Organizados por Ángel Carromero, miembro del núcleo duro de José Luis Martínez-Almeida en el Ayuntamiento de Madrid, se esperaba que fuesen hasta 500 los viajeros, aunque finalmente se han montado al tren 420, según el PP de Madrid.
Convocados por Whatsapp, los integrantes de las diversas agrupaciones madrileñas han ido llegando a Atocha como miembros de una peña futbolística, de las pacíficas, que se organiza para acompañar a la plantilla en los partidos de fuera de casa. La diferencia es que en esos casos se suele fletar un autobús, y no un tren entero. Sin test de COVID-19 durante los minutos de espera —en la sede nacional de Génova 13 sí se hicieron pruebas esta semana—, los que iban llegando recibían un billete y un paquete de desayuno para compensar el madrugón, una vez comprobada su identidad en la lista, y esperaban a la salida festivamente en una estación que, salvo por la presencia de la comitiva, estaba desierta. “Cuánta gente hay aquí hoy, si normalmente no hay un alma”, comentaba en la entrada de la estación un taxista, que había visto en los medios alguna noticia sobre el temor a un descenso de la participación en los comicios por el miedo al coronavirus.
El PP de Madrid asegura que es el “tercer AVE” que se fleta para unas elecciones en Catalunya y lo enmarca dentro de algo habitual en los comicios catalanes pero también vascos, informa Sofía Pérez Mendoza. “El músculo del partido allí no es como el que tiene Madrid”, apuntan fuentes de la cúpula regional a este medio, que explican que en el caso de Euskadi los interventores “suben en sus coches”. El único requisito que ponía la formación era que los militantes fueran menores de 65 años.
¿Cuánto ha costado el despliegue y quién lo paga? En el PP de Madrid no responden sobre el coste: “Esto lo paga Génova o el PP de Catalunya”.
Aguardando que llegase la hora de subirse al tren estaban grupitos de militantes, veteranos y jóvenes, que se saludaban efusivamente en el llamado jardín tropical de Atocha, comunicado con el control de acceso a los andenes del AVE por escaleras mecánicas. Por una de estas venían reflexionando dos populares, uno de ellos primerizo en estas lides. “Está muy bien iniciarse en materia electoral en Barcelona a las seis de la mañana, va a ser una experiencia que no vas a olvidar”, animaba el más veterano. “¡Estamos todos supernerviosos!”, exclamaba una joven antes del marco de seguridad.
El convoy se ha retrasado unos minutos porque ha esperado a un hombre que ha llegado al trote a las 6.05 con una bolsa de tela de la compra. Los militantes, que regresarán esta noche a Madrid por el mismo medio, iban a recibir destino a su llegada a la estación de Sants. La organización ha avisado de que debían desplazarse en taxi a la mesa correspondiente, con consejo de conservar las facturas para reembolso posterior. Todos volverán en otro AVE fletado bien entrada la madrugada y habrá sandwiches para cenar.