El PP resta importancia a la capacidad de Pedro Sánchez para conseguir pactos contra el Gobierno

A pesar de la minoría parlamentaria del PP en el Congreso y los contactos que ha puesto en marcha el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con Unidos Podemos y Ciudadanos, el Partido Popular rebajó el impacto de la capacidad de Sánchez para lograr acuerdos que influyan realmente en la gestión política del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

El almuerzo de trabajo entre el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y Rajoy del pasado martes ha templado el nerviosismo inicial con el que los populares acogieron las llamadas de Sánchez para conseguir una “mayoría parlamentaria alternativa al Partido Popular” junto a Ciudadanos y Unidos Podemos. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, apuntó que la reunión previa entre Sánchez y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, “es el encuentro de la frustración porque no les dan los números”.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, acusó a Podemos y al PSOE de “buscar alianzas de perdedores para echar a quién ganó las elecciones. Volver al ciclo de reuniones, de tuits, de streamings y de paseos por la Carrera de San Jerónimo para no reconocer los resultados de las urnas es algo poco democrático en el sentido de no dejar gobernar a un gobierno legítimo, pero sobre todo es cansino para todos los españoles”, en referencia a la ronda de contactos entre las fuerzas políticas de izquierdas tras las anteriores elecciones.

En el PP dan por hecho que Ciudadanos mantendrá su postura de apoyo en materia económica y oposición en asuntos relacionados con la corrupción. “En los temas importantes no tendremos problemas, ya hemos demostrado que podemos alcanzar una mayoría para la aprobación de los presupuestos. Ciudadanos nos lo pondrá difícil para venderse mejor pero en lo sustancial van a seguir apoyándonos”, señala un diputado del Grupo Popular en el Parlamento.

Los rifirrafes entre Ciudadanos y el PP alrededor de los casos de corrupción que afectan a los populares han sido continuos durante estos ocho meses de legislatura. Pese a las duras acusaciones que se han lanzado ambas formaciones, ninguna ha hecho amagos con romper el pacto de investidura que cerraron en agosto de 2016.

De hecho, Rivera anunció tras su reunión con Sánchez de este miércoles: “No voy a jugar a mesas a las que les falta una pata. No soy partidario de hacer cordones sanitarios a nadie”. El líder de Ciudadanos avisaba así su intención de mantener el pacto de investidura con el PP y la línea directa con los populares para alcanzar acuerdos parlamentarios.

Prácticamente a la misma hora se conocía que el PP sacaba al secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, de la lista de comparecientes en la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos políticos del Senado, aunque lo había incluido en el escrito de comparecencias que habían presentado el pasado viernes.

El Gobierno mantiene el temor a que el PSOE se posicione en contra de la aprobación del techo de gasto, aunque fuentes del PP señalaban que se debe más a un tema de imagen en el exterior que a una posible derrota por la aritmética parlamentaria. Los populares insisten en que ya han dado muestras de su capacidad de pacto para conseguir medidas importantes con la negociación de los presupuestos de 2017.

Respecto a la votación del techo de gasto, el coordinador general del Partido Popular explicó que su grupo parlamentario “no dejará de buscar alianzas parlamentarias, aunque ojalá fuera con el PSOE, a quien le tendemos la mano para que salga de ese bucle en el que anda con Podemos”.

Las llamadas al entendimiento con el PSOE por parte del PP se entremezclan con acusaciones de que los socialistas “se han podemizado y no quieren dialogar con el PP” y el ninguneo de la figura del secretario general de los socialistas. Todavía no ha habido ningún intento de acercamiento por parte del presidente del Gobierno a Pedro Sánchez.

El menosprecio a Pedro Sánchez desde el PP ha llegado hasta el punto en que Casado obvió a Sánchez y pidió un acuerdo con los socialistas catalanes, como partido propio asociado al PSOE, frente a los independentistas. “Tendemos la mano al PSC y a Ciudadanos para hacer un bloque constitucionalista y afrontar el desafío secesionista en Cataluña, más aún cuando el independentismo está perdiendo fuelle”, reclamó Casado.