El PP justifica su 'no es no' en el apoyo de las bases: “Los nuestros nos dicen que si nos abstenemos rompen el carné”

Pablo Casado cree que cualquier gesto del PP para facilitar la investidura de Pedro Sánchez supondría un “suicidio” para la formación que él preside. Por eso, pese a las múltiples voces internas que le piden un acercamiento al PSOE incluso en busca de una gran coalición que impida que el Gobierno dependa de Unidas Podemos y las fuerzas nacionalistas, Casado le insistió este lunes al propio Sánchez durante la reunión que mantuvieron en el Congreso de los Diputados que su 'no es no' . 

La dirección del PP ve su decisión ampliamente respaldada por la militancia, aunque ni siquiera contempla una consulta al respecto. Sin datos empíricos, miembros del equipo de Casado insisten en que las bases “no entenderían” que los populares se abstuvieran para facilitar un Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos como el que ha planteado Sánchez y señalan que así se lo manifiestan esos afiliados en todos los actos públicos o mítines en los que participan por toda España.

“Los nuestros nos dicen que si nos abstenemos para dar el Gobierno a Podemos se van del partido y rompen el carné”, sostienen fuentes de la dirección del PP, que este lunes organizó la tradicional copa de Navidad con periodistas en la sede nacional del partido de la calle de Génova de Madrid.

Casado, además, no cree que pueda darse un escenario en el que Sánchez rompiera con Unidas Podemos para buscar un acuerdo con PP y Ciudadanos para lograr la investidura. En Génova 13 aseguran que tras el encuentro mantenido este lunes en el Congreso entre los dos dirigentes políticos, la impresión del líder popular es que el presidente en funciones “no va a romper con Podemos porque no podría explicarlo ni a sus bases ni en público”. Y sin esa ruptura, añaden desde la dirección del PP, un posible acuerdo de populares y socialistas es “imposible”. 

Las discrepancias internas

No hay ninguna opción, por tanto, de que el PP juegue un papel determinante en la investidura a pesar de que desde las elecciones del 10N han sido múltiples las voces que dentro del partido han reivindicado gestos a la dirección para facilitar un acercamiento al PSOE. La portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, y el expresidente del Gobierno José María Aznar, uno de los padrinos políticos de Casado, han mostrado su predisposición a la formación de un Ejecutivo de concentración de PSOE, PP y Ciudadanos, una opción descartada de plano por Génova 13. 

Barones como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el castellano leonés Alfonso Fernández-Mañueco o el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, también han manifestado públicamente que les gustaría poder entenderse con el PSOE para la formación de gobierno que evitara que el Ejecutivo dependa de fuerzas “populistas e independentistas”.

Casado, en cambio, siempre ha dicho que 'no' a realizar cualquier gesto para facilitar la investidura del líder socialista al margen del ofrecimiento de una serie de pactos de Estado que le volvió a reiterar este lunes en el Congreso, aunque la oferta solo valdría una vez se haya formado el Gobierno.

Fuentes de la dirección del PP explican que ese debate interno sobre la relación con el PSOE al que evitan dar importancia se debe a que cada dirigente popular “busca jugar sus cartas”. Sostienen, por ejemplo, que a Feijóo le interesa un acercamiento a los socialistas “porque está ya en campaña” para las elecciones autonómicas de 2020 y cree que “necesita votos de electores que vengan de la izquierda” para poder revalidar su mayoría absoluta, sobre todo en un escenario de fragmentación de la derecha.

Un Gobierno “con los comunistas”

Aunque Ciudadanos y Vox no tienen peso en Galicia, Génova 13 sí que considera que la división de los votantes conservadores puede ser decisiva a la hora de decantar la Xunta. Lo mismo sucede, para el PP, en el caso del País Vasco donde también habrá elecciones el próximo año y donde la dirección popular teme que la fragmentación aboque a los populares a la irrelevancia. 

En cuanto al posicionamiento de Álvarez de Toledo desde el equipo de Casado afirman que su apuesta por un “Gobierno de concentración constitucionalista” tiene que ver con sus propias convicciones políticas. “Ella cree en el proyecto de España Suma y por eso defiende esa opción”, aseguran las fuentes consultadas. 

Esas voces internas han reclamado a Casado gestos para mejorar sus contactos con el PSOE. Pero en la reunión de este lunes se escenificó a la perfección que la relación entre el líder del PP y Pedro Sánchez está completamente rota: el encuentro apenas duró 40 minutos y en todas las fotos se pudo ver a los dos dirigentes con semblante serio e incómodo.

Desde la dirección de los populares insisten en que el acuerdo con Sánchez “no es posible” y sostienen que al margen de las discrepancias internas Casado no está recibiendo ningún tipo de presión por parte de los poderes fácticos ni desde el ámbito empresarial o financiero. “Nadie en España entendería que el PP facilite un Gobierno con los comunistas de Podemos”, sostuvo Casado este lunes en la rueda de prensa posterior a su encuentro con Sánchez.