La mayoría absoluta de Alfonso Rueda en Galicia no solo permite al PP de Alberto Núñez Feijóo iniciar con una victoria la carrera electoral de 2024, sino que supone un cataclismo para los partidos integrantes del Gobierno de coalición. El PSOE se hundió este domingo hasta los nueve escaños, mientras Sumar quedó fuera del Parlamento autonómico. Algo que el PP ha aprovechado para lanzarse en tromba contra Pedro Sánchez mientras los socialistas intentan digerir a duras penas el correctivo de las urnas y desechar cualquier lectura en clave estatal.
Este mismo lunes el equipo de comunicación del PP remitió a los periodistas una nota en la que la dirección nacional se apropiaba no solo de la victoria en Galicia, también de los triunfos de autonómicas y municipales desde 2022. Desde la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno a la de Rueda, pasando por los comicios de mayo del año pasado, pese a que de ellos salieron cinco gobiernos de coalición con Vox.
“De las 16 elecciones autonómicas celebradas en España desde que Feijóo es presidente del PP, el partido ha ganado 11. El PSOE de Page, una. El de Sánchez, cuatro (entre ellas Extremadura, donde gobernamos tras empatar a escaños, y Canarias, donde cogobernamos)”, apunta el PP en su mensaje, donde reconoce ya sin ambages que gobierna en dos comunidades autónomas tras perder los comicios.
Feijóo aprovechó el resultado de Alfonso Rueda para viajar a Galicia y cerrar con un discurso la Junta Directiva Regional del PP gallego celebrada este lunes en A Coruña. “Nuestro partido ganó, Sánchez se estrelló y los partidos del Gobierno, la señora [Yolanda] Díaz, etcétera, no sé dónde están salvo en la irrelevancia política más intensa”, dijo. “Los españoles ya saben que si concentran el voto en el PP frenamos al independentismo y mandaremos a la irrelevancia más absoluta al 'sanchismo', este es el mensaje de Galicia para todo el mundo”, añadió.
El “barro” y las “insidias”
El líder del PP presumió, además, de haber ganado porque han “dicho la verdad siempre”, pese a que el propio Feijóo trató durante la campaña de dejar como mentirosos a 16 medios de comunicación que el viernes acudieron a una comida en Lugo donde el PP comunicó un cambio de postura sobre Puigdemont y los indultos. Las revelaciones de la dirección del PP sobre las negociaciones con Junts sumieron al partido en una contradicción que duró toda la campaña y de la que Feijóo aún no ha salido.
En A Coruña, Feijóo se felicitó de la victoria pese al “barro” y las “insidias”. Y zanjó: “Si tengo que elegir entre tener un partido y la presidencia del Gobierno, me quedo con lo primero”.
Ya en la noche electoral la secretaria general, Cuca Gamarra, aprovechó el triunfo de Rueda para lanzar un mensaje: que el PSOE tiene “la primera prueba de qué opinan una parte de los españoles” sobre sus políticas. En especial, sobre la ley de amnistía.
La idea la machacó durante el lunes el PP. “Las urnas han asestado un golpe a Sánchez que no va a saber asimilar”, dijo Isabel Díaz Ayuso en declaraciones a los medios. “Los gallegos han lanzado un mensaje alto y claro de rechazo frontal a las políticas de Sánchez y a la Ley de Amnistía”, declaró en una entrevista la dirigente nacional Noelia Núñez, quien también pidió “dejar de negociar con la igualdad de todos los españoles y retirar la ley” de amnistía.
El PSOE aísla el batacazo en Galicia para proteger a Sánchez
En el PSOE, mientras tanto, intentan amortiguar el golpe del 18F. Con los peores resultados de la historia del partido en Galicia, el empeño de Ferraz es justo el contrario del de la calle Génova: circunscribir el batacazo al territorio y desechar una interpretación en clave nacional. Durante la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de este lunes, Pedro Sánchez hizo ante la dirección de su partido un llamamiento al sosiego y a la confianza en los proyectos “a medio y largo plazo”, en alusión al escaso recorrido con el que el candidato José Ramón Gómez Besteiro afrontó la cita con las urnas.
“No podemos cargarle con el mochuelo, apenas ha tenido seis meses. Y presentando un candidato a cada elección esto no va a ninguna parte”, resumen fuentes de la dirección socialista el mensaje de Sánchez a los suyos sobre el futuro del candidato Besteiro. En medio de una grave crisis de poder territorial que ha llevado a los socialistas a encadenar una cascada de derrotas autonómicas de la que solo se salvan Asturias, Navarra y Castilla-La Mancha, en Ferraz defienden una estrategia que implique “proyectos a medio largo y plazo”. Una apuesta que explica que se mantenga la confianza en candidatos que han sufrido resultados electorales tan nefastos como los de Andalucía, la Comunidad de Madrid o ahora Galicia. “El liderazgo de Besteiro, trabajando con más profundidad, tendrá grandes resultados dentro de 4 años”, dijo la portavoz del partido, Esther Peña, en una rueda de prensa tras la Ejecutiva.
La consigna en la Ejecutiva del lunes también fue la de salir a combatir el mensaje de que el resultado en Galicia refuerza a Alberto Núñez Feijóo como líder político y supone un golpe para el Gobierno de coalición. “Es verdad que nuestro resultado es muy malo, pero eso de que sale reforzado Feijóo...”, cuestionan los socialistas, que subrayan que “entra dentro de la normalidad” que el PP se imponga en las autonómicas gallegas y cuyo resultado, además, creen lejos de una gran victoria. “Han sacado 40, dos menos que hace cuatro años, que es un resultado que entra dentro de la normalidad del contexto gallego”, explican fuentes del PSOE.
Tampoco creen en el equipo de Pedro Sánchez que el duro golpe sufrido este domingo sea extrapolable a un contexto de política estatal y ni siquiera al de otros territorios. “Cada elección es distinta. ¿Significa lo de Galicia que pasará lo mismo en las de Euskadi? Todo lo contrario, nuestras expectativas allí son parecidas a lo que tenemos ahora y a repetir gobierno. Y de hecho de quien se espera batacazo allí es del PP”, defienden fuentes de la Ejecutiva socialista.
Aunque por el momento en el PSOE piden tiempo para sacar conclusiones más pormenorizadas sobre los resultados en Galicia, sí creen en la cúpula de Ferraz tener detectado un “importante trasvase” de voto socialista al BNG. Y a falta de una explicación más trabajada apuntan a razones como la mayor implantación en el territorio del proyecto nacionalista gallego por la falta de tiempo del candidato Besteiro y un comportamiento muy diferenciado de electores fundamentalmente jóvenes según la convocatoria electoral.
“En las generales mucha gente entendió que la papeleta del PSOE era la más útil para impedir un Gobierno del PP con Vox, y esta vez mucha gente consideró que era el Bloque la mejor alternativa a tantos años del PP, probablemente en busca de una respuesta más dura también a las políticas de derechas”, defienden.
Las críticas de Page y Lambán
Fuera de la cúpula del partido, las críticas han llegado desde donde lo hacen habitualmente. Preguntado por los resultados, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, llegó a celebrar este lunes de manera implícita la victoria del PP. “Si el PP hubiera perdido la mayoría absoluta en Galicia, hoy se hablaría de consecuencias nacionales. Y seguramente se estaría planteando una legitimación de la amnistía y de Puigdemont. Si el PP hubiera perdido la mayoría, el ganador sería Puigdemont. Y me alegro de que no haya ganado Puigdemont”, sostuvo.
Desde Aragón, el líder territorial de los socialistas lamentó los resultados de su partido. Javier Lambán felicitó en sus redes sociales al presidente Rueda por la victoria y añadió: “Como socialista, siento mucho el mal resultado del PSOE y lamento profundamente el avance del nacionalismo soberanista gallego. Son dos pésimas noticias para España”, sentenció.
“Nunca llovió que no escampase”, resumió la portavoz socialista, Esther Peña, el estado de ánimo reinante en el PSOE tras la enésima derrota autonómica de su partido.
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