La negociación se mantiene viva hasta el último minuto. El pleno del Senado ha comenzado a debatir la aplicación del 155 con una puerta entreabierta al pacto. La mesa del Senado ha decidido ampliar el plazo para presentar enmiendas al acuerdo que se está debatiendo. Hasta media hora antes de la votación, los grupos podrán presentar sus modificaciones al texto propuesto a debate.
La elasticidad en ese plazo indica que las negociaciones siguen en marcha, pero todo indica que en ellas solo está el PSOE y el Gobierno. En esta línea se manifestaba esta mañana la negociadora del PSOE, Carmen Calvo. En una entrevista en la Cadena Ser, la exministra afirmaba que sus contactos con el representante de Moncloa seguían en marcha.
El acuerdo de elecciones a cambio de una convocatoria electoral estuvo prácticamente cerrado en la mañana de este jueves. El diputado de PDeCAT, Santiago Vila fue uno de los interlocutores que empujó para conseguir un entendimiento. Al otro lado del teléfono de Vila, estuvo una de las personas de mayor confianza de Mariano Rajoy: la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
¿Qué frenó el acuerdo? Según fuentes conocedoras de las negociaciones dos hechos dificultaron un entendimiento que recorría ya las portadas de todos los medios de comunicación. Por una parte, Rajoy se encontró con la oposición del ala más dura del PP, encabezada por Javier Arenas y Javier García Albiol. Tampoco ayudó, aseguran las mismas fuentes, la exigencia de Puigdemont de que los Jordis fuesen puestos en libertad, como parte del entendimiento.
A última hora de la noche del jueves, Miqel Iceta llamó a Pedro Sánchez para trasladarle la conversación que había mantenido minutos antes con el presidente de la Generalitat: “Puigdemont me ha dicho que no hay nada que hacer”, fueron las palabras que el primer secretario del PSC trasladó al líder del PSOE.
Frente a este pesimismo, ahondado por la dimisión del propio Santiago Vila, en círculos próximos al PDeCAt aseguraban de madrugada que los contactos seguían en marcha. Casi nada indica, en la mañana de este viernes, la posibilidad de un acuerdo entre las dos partes en conflicto. La única puerta entreabierta es la flexibilidad planteada para el trámite de enmiendas durante el debate que ya está en marcha en el Senado y en el que Rajoy ha sido ovacionado por los suyos cuando ha planteado la necesidad de cesar a Carles Puigdemont y a todo su Gobierno.
Sin acuerdo entre Barcelona y Madrid queda pendiente pulir el nivel de entendimiento posible entre Partido Popular y Partido Socialista. El PSOE quiere una aplicación gradual del 155 y limitar los recortes al control de TV3. Lo que suceda en el pleno del Parlament marcará en buena medida la flexibilidad de Rajoy para aceptar las rebajas planteadas por Sánchez a los planes iniciales del Gobierno.