Los programas de los principales partidos que concurren a las generales del 20D recogen medidas para cambiar la ley electoral (LOREG). El PP es el que menos promesas hace en ese apartado y lo fía casi todo a su propuesta de que gobierne en los ayuntamientos el candidato más votado. Los demás plantean tocar la proporcionalidad para mejorar la representación parlamentaria. El modelo actual favorece al bipartidismo. Estas son algunas de las promesas para cambiar el sistema electoral:
Representación parlamentaria
El programa del PP no hace ninguna alusión a la proporcionalidad de la representación en el Congreso, como sí hacen las demás fuerzas. El PSOE se limita a decir que se debe “mejorar la proporcionalidad”, aunque no llega a concretar cómo pretende hacerlo. Aboga por las “listas desbloqueadas” para que los electores voten directamente a las personas y se “incentive una rendición de cuentas más personalizada”. Abre la puerta, además, a que ese modelo se extrapole a las municipales.
Ciudadanos plantea un modelo con doble urna: en una se elegirían los “escaños unipersonales” y en otra se votarían “listas proporcionales”. “Habrá dos papeletas: una para elegir a los 175 diputados nacionales y otra para los representantes por distritos de 250.000 habitantes”, dicen los de Albert Rivera. Con esa fórmula pretenden igualar el voto de todos los electores.
Podemos quiere que las circunscripciones sean autonómicas en vez de provinciales. Los de Pablo Iglesias mantendrían el sistema d'Hont pero consideran que se perderían menos votos al ampliar las demarcaciones electorales, cuyo número de escaños dependería, además, del tamaño demográfico. Con ese mismo objetivo, Unidad Popular-IU apuesta por corregir algunos elementos como el tamaño de las circunscripciones, la barrera electoral y la fórmula electoral, aunque en el programa no especifica cómo.
Adiós al voto rogado
Todos los partidos aluden a las complicaciones que tienen los emigrantes para votar desde el extranjero desde la reforma que impuso un sistema a través del que tienen que 'rogar' el voto para poder ejercer su derecho. Desde que entró en vigor la medida en enero de 2011, la participación desde el exterior ha caído en picado.
PSOE, Podemos, Ciudadanos y Unidad Popular-IU se comprometen a derogar el voto rogado. El PP solo dice que favorecerá la participación “mejorando el procedimiento actual”, pero no habla de eliminar el ruego. En esta legislatura, el PP ha rechazado en el Congreso los intentos de la oposición de acabar con ese obstáculo.
Podemos es la formación que más medidas plantea para los expatriados: ampliar el proceso electoral de dos a cuatro semanas para que haya mayor margen para el envío de papeletas, la actualización automática del Censo Electoral de los Residentes Ausentes (CERA) o la creación de una circunscripción exterior. Además, los residentes que lleven menos de cinco años fuera podrán participar en las municipales. También quieren incrementar el acceso a los trámites consulares por medios telemáticos y el cambio de horarios de estas instituciones y regular las campañas en el extranjero, entre otras.
Voto de los inmigrantes
Solo PSOE, Ciudadanos y Unidad Popular-IU hacen referencias al voto de los emigrantes. La candidatura que lidera Alberto Garzón es la más ambiciosa: quiere incluir a los inmigrantes con dos años de residencia en el censo electoral. Los socialistas buscarán “reforzar el sufragio activo y pasivo” de ese colectivo “facilitando la inscripción en el censo”. Ciudadanos, por su parte, aboga por eliminar las “trabas administrativas” de los inmigrantes que proceden de países que tienen acuerdos de reciprocidad para el voto en las municipales.
Sufragio a partir de 16 años
Sánchez y Garzón son los únicos que incluyen alusiones al voto de los menores de 16 años. Unidad Popular-IU especifica claramente que se debe reconocer el derecho a sufragio a los jóvenes a partir de esa edad. El PSOE se limita a plantear que se abra ese debate.
Lista más votada y otras medidas
El PP insiste en su programa en que deben ser alcaldes aquellos que hayan encabezado la lista más votada y plasma la medida que intentó negociar sin éxito con el PSOE en el Congreso. Los conservadores quieren que la lista que en unas municipales obtenga el 35% de los votos con cinco puntos de ventaja sobre el segundo consiga una prima de gobernabilidad. En el caso de que no haya una mayoría clara, proponen una segunda vuelta, aunque no especifican en qué condiciones.
A los de Rajoy les preocupa también el gasto que suponen las campañas electorales por lo que pretende reducir su duración actual (dos semanas), pero tampoco deja claro en cuántos días reduciría la competición final.
El PSOE también hace algunas aportaciones extra en cuanto al modelo electoral, como llevar a cabo los cambios legislativos necesarios para facilitar el voto electrónico o regular los debates electorales con la creación de una “Comisión Independiente de Organización de Debates”.
Este artículo se ha elaborado con información de Luz Sanchis, Aitor Riveiro, Andrés Gil y Carmen Moraga.Luz SanchisAitor RiveiroAndrés GilCarmen Moraga