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EXCLUSIVA

El PP pagó 411.000 euros en las generales del 28A a una empresa de los autores de la campaña sucia contra la izquierda

Aleix Sanmartín

Sergi Pitarch

23 de agosto de 2020 21:47 h

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Las mentiras dejan rastro. El dinero, todavía más. El PP de Pablo Casado, el consultor Aleix Sanmartín y su empleado, el politólogo valenciano Josep Lanuza, negaron hasta la saciedad ser los autores de la campaña tóxica para desincentivar el voto de la izquierda en las elecciones al Congreso del 20N, las segundas generales celebradas en 2019, destapada por elDiario.es. Se trataba de una serie de anuncios publicados en Facebook pero también en cartelería por las calles para desmovilizar a la izquierda en aquellos comicios, algunos de cuyos mensajes fueron lanzados en nombre de Íñigo Errejón.

Lanuza llegó a explicar por escrito a este periódico tras desvelar las vinculaciones de su jefe en esta campaña de juego sucio que las inversiones en la compra de espacios en redes sociales para atacar al PSOE y Podemos las pagó de su bolsillo él mismo porque le “gustaba Íñigo Errejón”. Todo formó parte de una gran farsa que los documentos oficiales entregados por el Partido Popular al Tribunal de Cuentas y al Registro Mercantil han dejado al descubierto. Lanuza no solo trabajaba para un asesor de Pablo Casado, sino que sus empresas cobraron centenares de miles de euros del Partido Popular.

El Tribunal de Cuentas en su informe sobre las elecciones del 28 de abril de 2019 publicado hace varias semanas revela que Lanuza no solo trabajó para el PP en la campaña para el 20N como demostró este periódico pese a sus reiteradas negativas, sino que ya lo había hecho en los comicios del 28A, donde Pablo Casado obtuvo uno de los peores resultados de la historia de su partido. La empresa Publick Worldwide, que administra Josep Lanuza, recibió entonces 411.400 euros de la formación conservadora. Estos pagos, que ahora revela el Tribunal de Cuentas, evidencian que este consultor político que usó y confesó prácticas tramposas similares a las puestas en marcha por Donald Trump en su campaña utilizó fondos del partido que dirige Pablo Casado para su persecución a las fuerzas de izquierda, sobre todo PSOE y Podemos.

Publick Worldwide SL es una empresa de actividades de holding e intermediarios financieros con sede en Madrid que una semana antes de las elecciones del 28 de abril acometió dos modificaciones sustanciales. El 22 de ese mismo mes, a seis días de los comicios, cambió a su administrador único. Los propietarios y fundadores de la sociedad, Andrés Pertíñez Blasco y Antonio Martínez Pinilla, cedieron la administración de la empresa a Josep Lanuza Navarro, la mano derecha del consultor Aleix Sanmartín, por entonces ya asesor de Pablo Casado. Además, la sede social pasó de Madrid a Málaga. Andalucía fue una de las autonomías donde se colgaron carteles de la campaña tóxica contra la izquierda que no llevaba autoría ni firma y que trataba de hacerse pasar por dirigentes de izquierdas desencantados con el rumbo de PSOE y Podemos. La empresa facturó al PP en esa campaña electoral 411.400 euros, un dinero que por ley los partidos pueden abonar durante el tiempo que duran los comicios y los 15 días posteriores.

Publick Worldwide SL fue creada once meses antes de la entrada del autor de la campaña opaca, Josep Lanuza, y nunca ha presentado las cuentas en el registro mercantil. En la actualidad es imposible saber qué facturación tenía la sociedad antes de trabajar para el PP y tampoco si recibió otros encargos, además del trabajo para el partido conservador.

Por la entrada de Lanuza a seis días de las elecciones generales de abril de 2019, el movimiento societario se asemeja a una toma de control de una sociedad para facturar unos trabajos previamente pactados. Los partidos no suelen improvisar gastos de cientos de miles de euros, como tampoco lo hacen las empresas o las administraciones.

La sociedad mercantil, todavía administrada en la actualidad por Josep Lanuza, se negó a informar al Tribunal de Cuentas de los trabajos y la justificación de los gastos que cobró del partido de Pablo Casado en la campaña del 28A. De hecho, esa falta de cumplimiento con la legalidad es la que ha puesto de manifiesto su relación comercial con el Partido Popular, algo que siempre habían negado el partido de Pablo Casado y el propio Lanuza.

En declaraciones a este medio sobre la relación entre Lanuza y el PP por la campaña de intoxicación contra la izquierda en las elecciones del 20N de 2019, el empleado del asesor personal de Casado en las elecciones aseguró tras ser descubierto comprando anuncios negativos en Facebook que “desconocía” la campaña. “Yo vivo en València y no había visto esos carteles. Todos los materiales de la página los he sacado de las redes sociales, ninguno es de elaboración propia”, alegaba meses atrás. “Decidí crear la página cuando vi que Íñigo pedía la colaboración ciudadana para poder lanzar su campaña después del veto de la Junta Electoral. Compré dos banderolas de la campaña y decidí hacer algo más por mi cuenta”, añadió.

Ante la insistencia de este medio en conocer sus motivaciones, Lanuza añadió: “No me centro en desincentivar nada. Mi cabreo es con PSOE y UP, por no tener Gobierno progresista. La página se llama 'Yo con Íñigo' y y les digo a PSOE y UP que no cuenten conmigo. No pido el voto, porque todavía no se puede. Creo que me centro bastante en apoyar a Errejón, pero no dejo de mostrar mi cabreo con Sáchez e Iglesias”.

Con la información que revela elDiario.es se confirma que Lanuza estuvo trabajando para el PP meses antes y que a través de su empresa Publyck Worldwide facturó al partido 411.400 euros. Una huella que sigue ahora el Tribunal de Cuentas.

Lanuza: “Ha sido un error administrativo”

A preguntas de este periódico, Lanuza alega que su empresa Publyck Worldwide no fue contratada por el PP en las segundas elecciones del 2019, las del 20N, pero sí que trabajó a través de otras empresas vinculadas a Aleix Sanmartín. Sobre su apoyo a Errejón y la campaña negativa contra la izquierda mantiene que es un tema personal y que el dinero que pagó en las elecciones del 20A para comprar anuncios a favor de Más País y contra Podemos fue de su bolsillo. “Yo sigo apoyando a Íñigo, todo el mundo que me conoce lo sabe”, alega.

Sobre sus trabajos para la campaña de Casado el 28A, explica que no compró anuncios en redes sociales y que el contrato era para “localizar a votantes, encuestas y cuestionarios”. “Realizamos tres millones de llamadas en esa campaña”, afirma. “Esta empresa hace temas de call center, tracking y no de publicidad en redes”, puntualiza.

Lanuza asegura que su jefe, el consultor Aleix Sanmartín, no está en la empresa que no ha entregado documentación al Tribunal de Cuentas, pero confirma que trabajó asesorando a Casado. También confirma que compró la empresa Publyck Worldwide a seis días de las elecciones y que los anteriores administradores nada tienen que ver ya con la sociedad. Una actuación llamativa si se tiene en cuenta el gran contrato que le dio el PP de Casado, porque se habría gastado más de 400.000 euros en cinco días, si descontamos el de la votación.

Sobre la reprimenda del Tribunal de Cuentas, defiende que “el 1 de septiembre” enviará el contrato y la factura al órgano fiscalizador de los partidos políticos. “No sé qué ha podido pasar. De todos los partidos para los que trabajamos es la única que no se entregó”, añade, y lo achaca a “un error administrativo”.

En un comunicado remitido a la redacción de eldiario.es tras la publicación de la noticia, el Partido Popular sostiene que nunca pagó a las empresas de Lanuza para montar campañas sucias contra la izquierda y niega que haya participado en ninguna farsa ni dicho mentira alguna sobre su relación con el consultor que pagó los anuncios para desmovilizar a votantes de PSOE y Unidas Podemos en nombre de sectores afines a Íñigo Errejón.

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