Los ecos de la segunda visita a España en pocas semanas del presidente argentino, Javier Milei, reverberan en Madrid, donde fue agasajado y condecorado por la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso. El PP de Alberto Núñez Feijóo intenta pasar página, poner distancia con el mandatario sudamericano y recuperar centralidad en la actualidad informativa. Desde el Gobierno se intenta responsabilizar al líder de la oposición por no haber querido o sabido parar a la líder regional. De fondo, la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a una semana de que venza el ultimátum dado por Pedro Sánchez.
El PP ha pasado de defender que la medalla entregada por Ayuso a Milei servía para “restablecer” las relaciones con Argentina a criticar, sin mencionarlo expresamente, las palabras del presidente argentino contra la “justicia social”, ante el aplauso del auditorio que convocó el Gobierno madrileño y al que no fue invitado Feijóo.
Lo hizo a preguntas de los periodistas el portavoz nacional, Borja Sémper, aunque sin citar a Milei ni responder directamente a sus palabras. Primero, intentó obviar que Milei dijo lo que dijo en la sede del Gobierno autonómico de Madrid que lidera Ayuso. “Me posicionaría sobre manifestaciones que hacen a lo largo y ancho del mundo todo tipo de dirigentes políticos”, dijo. “Pero mire, no tengo ni tiempo ni la capacidad para hacerlo”, ironizó.
El caso es que sí lo hizo, aunque sea por eliminación al defender el “modelo del PP”, muy alejado del expuesto por Milei el pasado viernes en la Real Casa de Correos de Madrid, “un modelo de crecimiento económico, de prosperidad y de no dejar a nadie atrás”. Sémper insistió en esta última idea al ser repreguntado e intentó poner al mandatario argentino al mismo nivel que Pedro Sánchez: “Nuestro país necesita estabilidad, moderación, tranquilidad. Políticos razonables que no insulten a los jueces, a los periodistas, a los empresarios. Que apuestan por el crecimiento económico y que apuestan también por que la sociedad próspera sea solidaria con aquellos que no han tenido suerte en la vida, que les ha ido mal”.
Con Ayuso fuera de España (está de visita en Alemania), el PP ha intentado pasar de puntillas por la gran polémica de las últimas semanas que ha tenido a Milei copando los titulares. Primero, cuando en mayo acudió a un acto de precampaña de Vox. Allí fue cuando habló de la “corrupción” del Gobierno de Pedro Sánchez y la personificó en su esposa, Begoña Gómez.
El segundo aterrizaje del mandatario en España, en esta ocasión para ser condecorado por una asociación económica ultra y por Ayuso, concluyó con un portazo de la Casa del Rey y con la presidenta madrileña justificándose en un acto de partido celebrado el domingo. “Ha recibido una distinción el presidente de la Argentina porque tenemos potestad, del mismo modo que el presidente otorga otras muchas distinciones y nadie le cuestiona por ello”, dijo. Ayuso también optó por marcar ciertas distancias con Milei al sostener que no comparte todo lo que propugna el presidente argentino.
Dentro del PP se han alzado algunas voces críticas con la visita de Milei a España. El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, apuntó este lunes que Ayuso es “libre” de condecorar a quien quiera. Pero añadió que no le gusta que políticos “de otro país” sean recibidos en España y digan “cosas en contra de las instituciones” y de quienes las dirigen.
El PSOE reta a Feijóo: “Tiene que meter en vereda a Ayuso”
A diferencia del choque frontal que se produjo en mayo, en plena campaña de las europeas, y que desembocó en una crisis diplomática de primer nivel con Argentina, el Gobierno esta vez ha evitado el cuerpo a cuerpo con Milei. Sin embargo, tanto desde la Moncloa como desde la calle Ferraz el punto de mira se ha puesto esta vez en el PP. En Ayuso, por invitarlo y, principalmente, en Alberto Núñez Feijóo, por no impedirlo ni oponerse, al menos públicamente.
“Sería importante que el señor Feijóo nos dijese si ese es el modelo político que defiende su país”, dijo este lunes la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en referencia al discurso de Milei en la sede de la Comunidad de Madrid y en el que llegó a definir la justicia social como “una aberración”.
En plenas negociaciones entre PSOE y PP para el desbloqueo del Poder Judicial, los socialistas meten presión a la calle Génova para cuestionar la solvencia de Núñez Feijóo como líder de su propio partido. “Ayuso ha recibido a uno de los máximos exponentes de la internacional ultraderechista y nos ha extrañado el silencio atronador del señor Feijóo. No hemos escuchado ni una sola palabra. Está escondido. No fue invitado a la entrega de la medalla y se borró de la celebración del fin de semana del PP de Madrid”, criticó la portavoz del PSOE, Esther Peña, en rueda de prensa, en Ferraz.
Los socialistas aprovechan el polémico recibimiento con honores de Ayuso a Milei para alimentar el retrato de un Feijóo incapaz de imponer sus directrices políticas a la presidenta madrileña. “El PP de Madrid y la señora Ayuso están fuera de control. Entre las asignaturas que le quedan a Feijóo para aprobar su particular EBAU está meter en vereda a Ayuso. Ya no le da la nota como moderado, veremos si le da para jefe de la oposición”, ironizó Peña en su comparecencia.
Negociación del Poder Judicial
El cruce de declaraciones a cuenta de Milei de las últimas semanas no ha enturbiado, de momento, la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial, tras cinco años de bloqueo.
Tanto en el PSOE como en el PP reconocen “contactos”, aunque la intensidad de las conversaciones varía según dónde y a quién se le pregunte. La portavoz socialista, Ester Peña, dijo tener “confianza en llegar a un acuerdo, optimismo en que sea más pronto que tarde, y discreción en los contactos que se están teniendo”.
Sémper no quiso dar más importancia a los “contactos”, que enmarcó en los habituales que tienen los políticos. El portavoz nacional reiteró que el PP quiere desbloquear el CGPJ si se garantiza “la independencia de los jueces”. Una fórmula abierta, lejos de las muchas y concretas exigencias que Feijóo había lanzado en los previos intentos de negociación. También lo desligó de otros órganos por renovar, como el Banco de España, la CNMC o RTVE, entre otros.
El portavoz del PP sí dijo de pasada durante la habitual rueda de prensa de los lunes que quieren “que los jueces elijan a los jueces”. Una frase del argumentario anterior, ya desechado por Génova, que hace ya muchos días que se limita a pedir “independencia”, sabedores de que difícilmente podrán reconducir el sistema de elección de los vocales del Poder Judicial al que ellos quieren.