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El PP trata de radicalizar la imagen de Pedro Sánchez para distanciarlo de Ciudadanos

El Partido Popular ha centrado en la figura de Pedro Sánchez todas las críticas con el objetivo de mostrar una imagen radicalizada del nuevo secretario general de los socialistas que le distancie de Ciudadanos. El intento del nuevo líder del PSOE de tender puentes con la formación de Albert Rivera ha colocado en una situación incomoda al partido conservador que trata de identificar a los socialistas con Podemos.  

“Ahora hay dos Podemos, uno morado y otro rojo. Para saber lo que ocurre en el PSOE, más que preguntar a Pedro Sánchez hay que preguntar a Pablo Iglesias. Lo que haga Pablo Iglesias es un testimonio de lo que puede hacer Sánchez. Parecen una pareja pendiente de una fecha de boda”, señaló el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, abrió la semana avisando a los socialistas de que “la tregua se había acabado” y acusando a Sánchez de “contemporizar” con los independentistas catalanes.“No debería jugar con la ambigüedad en pleno desafío secesionista”, insistió Casado. Los populares vapulearon la propuesta de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, que puso a Bolivia como ejemplo de país con una Constitución que recogía el concepto de Estado plurinacional. Rafael Hernando, portavoz en el Congreso del PP, comentó: “Los españoles no se merecen esta competición entre Venezuela y Bolivia”

El discurso territorial es vital para la formación naranja, de manera que cualquier atisbo de confraternización con las posturas independentistas se convierte en objeto de veto para Ciudadanos. Además de los ataques por la visión territorial de Sánchez, la confusa postura de los socialistas ante el CETA le sirvió al PP para alinearse con Ciudadanos para denunciar los vaivenes de los socialistas ante el tratado comercial de la Unión Europea y Canadá. 

Las nuevas posiciones ideológicas del PSOE han sido traducidas por los populares como el  argumento necesario para que el partido de Albert Rivera abandone cualquier posibilidad de acuerdo con Sánchez. “Le pido a Ciudadanos que esté más unido y apoyando al Gobierno que nunca. Porque cuando una parte muy importante del arco parlamentario está radicalizada en posturas de extrema izquierda, los partidos moderados de centro tenemos que estar más unidos que nunca, porque es la única garantía para la estabilidad del país, para sacar adelante los Presupuestos GE y para mejorar la vida de los ciudadanos”, subrayó el coordinador general del PP. 

Esta petición ha hecho que Ciudadanos se haga fuerte al saberse el objeto de deseo de los dos partidos tradicionales. El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, respondió a la llamada del PP reafirmando su posición y haciendo valer el programa de la formación del Albert Rivera como moneda de cambio. “Ciudadanos no va a estar más con el Gobierno, sino con el programa de Ciudadanos y, si no tiene otros apoyos, será el Ejecutivo el que se verá obligado a estar más cerca del programa de Ciudadanos”, apuntó Villegas.

Reunión de Sánchez y Rivera el próximo miércoles

El alud de críticas llega cuando se ha anunciado que Sánchez y Rivera tendrán una reunión en el Congreso de los diputados el próximo miércoles, un día después de que el líder del PSOE se vea con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Además de las invectivas lanzadas por el PP, Mariano Rajoy no ha hecho ningún movimiento de acercamiento para encontrarse con el líder socialista. El presidente del Gobierno ha despejado balones sobre un posible encuentro descargando la responsabilidad de dar el primer paso a Sánchez. El presidente del Gobierno señaló que la reunión con el secretario general del PSOE la tendrán “cuando él quiera”. La relación personal entre ambos dirigentes no es la mejor desde hace meses. 

A pesar de las duras críticas contra Sánchez en el Partido Popular se es consciente de que necesitan al PSOE para conseguir una mayoría que permita solventar los grandes pactos de Estado y dar una respuesta contundente al independentismo. El presidente admitió que no tenia ninguna duda de que los socialistas le apoyarían frente al reto secesionista catalán.

Por este motivo, los populares centran el discurso más agresivo contra el nuevo secretario general de los socialistas mientras que tienden la mano para volver a negociar con el PSOE, con el que consiguieron la investidura de Rajoy o el apoyo en la aprobación del techo de gasto.