PP y PSOE renuevan en solitario los vocales del Tribunal Constitucional designados por los parlamentos autonómicos. El pacto se ha oficializado en la votación del Senado, donde los nombres que llegan las cámaras regionales tienen que aprobarse por mayoría de tres quintos. El acuerdo consiste en que, de los cuatro nombramientos, dos son para los candidatos propuestos por el PP y otros dos, por el PSOE.
Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya, propuestos por el PP, y María Luisa Balaguer y Cándido Conde-Pumpido, planteados por los socialistas, son los vocales ratificados en el pleno del Senado este miércoles. El resultado ha sido diferente para los aspirantes, que tendrán que ser ahora formalmente nombrados por el rey. Los del PP han recibido 207 votos a favor –de los 218 emitidos– mientras que la catedrática Balaguer ha obtenido 204 votos a favor y Cándido Conde-Pumpido, 197, pese a que el PP le levantó el veto. El modelo de votación es secreto y en urna. No se puede votar en contra de los nombres propuestos. Ha habido diez votos en blanco y uno nulo.
PP y PSOE han defendido el modelo de elección de los vocales del Constitucional. “Con este procedimiento abierto a la participación de las comunidades autónomas se establece que hay quince candidatos que proceden del pacto político”, ha defendido el portavoz socialista, Vicente Álvarez Areces, que ha asegurado que es un mecanismo más garantista que el de otros países, donde la elección de este tipo de cargos tiene una mayor dependencia del poder ejecutivo.
“Este es un modelo que se asienta en el espíritu democrático de respeto a la ley”, ha dicho en el debate el portavoz del PP, José Manuel Barreiro, que ha aprovechado para cargar contra Unidos Podemos: “No están en condiciones de ser modelo de nada”. Barreiro ha asegurado que un “ejemplo democrático” es que votaran la propuesta de los cuatro candidatos que planteaban PP y PSOE.
Plantón del resto de grupos
Ningún otro grupo ha apoyado las candidaturas que cerraron socialistas y conservadores. Ciudadanos ha votado en blanco como protestar por el “intercambio de votos” y el resto de grupos no ha participado en la votación. ERC, Partido Demócrata Catalán y PNV se han ausentado del hemiciclo mientras que Unidos Podemos y Compromís han permanecido dentro pero sin votar.
El portavoz de Unidos Podemos, Ramón Espinar, ha defendido el modelo de elección de los vocales, pero ha acusado a los partidos que ha denominado de la “gran coalición” de “abusar de la norma”. “El criterio ha sido el reparto de dos para ti, dos para mí”, ha dicho Espinar, que cree que los dos partidos mayoritarios pretenden hacer del Constitucional una “tercera Cámara”. “Quien está defendiendo la democracia y el prestigio no son ustedes, somos los que defendemos la independencia de los magistrados”, ha señalado.
“Esta decisión está amañada por los principales partidos de esta Cámara”. ha dicho la portavoz de ERC, Mirella Cortés, que ha acusado a PP y PSOE de estar “cautivos” y “al servicio de una idea de patria rancia, excluyente y centralista”. “No vamos a formar parte de este amaño. No vamos a participar en la votación y nos vamos a retirar ahora mismo de la Cámara”, ha anunciado. PNV ni siquiera ha entrado en el hemiciclo.
“Elegimos cuatro magistrados para el Tribunal Constitucional, un pasteleo entre PP y PSOE -ha defendido el portavoz de Compromís, Carles Mulet-. Qué facilidad tienen ustedes para escenificar que en teoría son tan diferentes, pero para arreglárselo entre ustedes, se ponen rápidamente de acuerdo”.
En el PSOE existen discrepancias sobre el pacto al que han llegado con el PP para la renovación del Tribunal Constitucional. Así lo reconocen varios parlamentarios socialistas, ubicados en el sector crítico con la gestora. En la reunión que mantuvo el grupo socialista en el Congreso este martes, Margarita Robles criticó el pacto alcanzado con el PP al entender que resta independencia al órgano jurisdiccional.
A Robles le contestaron varios diputados, que le recordaron que fue miembro del Poder Judicial con un pacto de características similares. También en la reunión de grupo en el Senado hubo tensión por este asunto cuando la senadora Carmen Iglesias advirtió de la imagen negativa que podía conllevar el pacto a dos. Algunos parlamentarios del PSOE consideran que se debería haber contado con el resto de grupos para el acuerdo.