La jueza que instruye el máster de Cifuentes ha ido tejiendo una investigación que ya abarca a un elevado número de implicados y que se adentra ahora en posibles tratos de favor a alumnos desde hace una década. El caso, que comenzó por la falsificación de un acta de notas, amplía el foco sobre la Rey Juan Carlos, la Universidad que el PP apadrinó y que ahora se ha convertido en un problema. Su “basurero académico”, como la definió un catedrático del centro, que ha estallado en llamas a un año de las elecciones en Madrid.
Carmen Rodríguez-Medel, titular del Juzgado número 51 de Madrid, ha reclamado a este universidad documentación sobre el Máster de Derecho Autonómico desde el año 2009. Lo quiere todo: expedientes de todos los alumnos que lo han cursado, las calificaciones que recibieron y, si existen, los papeles que justifiquen los eventuales cambios de notas. Toda esa información integrará una nueva pieza separada de la causa.
En paralelo, la jueza ha abierto otra pieza que se centra en un caso concreto, el del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Rodríguez-Medel ya ha pedido a la Rey Juan Carlos la documentación sobre sus asignaturas convalidadas (18 de un total de 22) ante las sospechas de que también pudo recibir un trato de favor. Ya ha certificado que un alumno de la promoción de Cifuentes se sacó el posgrado sin cursarlo y sobre la mesa tiene una lista de cargos vinculados al PP que se beneficiaron de tres convalidaciones con actas falsificadas.
Estas dos nuevas vías de investigación no relegan la abierta contra Cristina Cifuentes. La jueza quiere saber qué llamadas hizo Maite Feito, amiga de la expresidenta y asesora en su Gobierno, a los responsables del máster el día que estalló el escándalo. Trata de aclarar, más allá de la falsificación del posgrado, hasta qué punto Cifuentes usó su influencia -y la de su asesora, con plaza de profesora en la URJC- para tratar de contrarrestar las informaciones que ha acabado con su carrera política.
“Cargos y carguillos del PP”
La jueza ahonda así en los vínculos de la Rey Juan con el PP, que hizo de esta Universidad 'su universidad'. “La constante relación de cargos y carguillos del PP con la Rey Juan Carlos está destrozándola” contaba el catedrático Manuel Villoria a eldiario.es. El caso no solo desgasta el prestigio académico del centro, sino que ha dinamitado el PP de Madrid a un año de las elecciones.
Los populares han aprobado este martes la elección de Pío García Escudero como presidente regional. Tiene ante sí la tarea de recomponer filas a un año de las elecciones, para las que no hay candidatos. En la Comunidad Ángel Garrido reclama el número uno tras la caída de Cifuentes, pero es consciente de que tiene muy complicado convencer al partido. Para el Ayuntamiento suena Casado, que intentará medrar con la amenaza de la investigación judicial sobre su máster.
Los populares madrileños tratan de rearmarse -una vez más- después de que el escándalo que les ha hecho saltar por los aires en esta ocasión haya estallado en una Universidad siempre vinculada al partido, desde sus inicios. Por los pasillos del Centro de Estudios Superiores Ramón Carande, germen del actual campus de Vicálvaro de la URJC, se movían el exrector Fernando Suárez, el profesor Pablo Chico de la Cámara o Maite Feito, protagonistas ahora de esta investigación.
El Ramón Carande, que se creó en 1990 con sede en Vicálvaro, empezó como un centro universitario vinculado a la Universidad Complutense de Madrid hasta que en 1998 pasó a integrarse en la Universidad Rey Juan Carlos. Así también pasaron a ser funcionarios todos los trabajadores, personas relacionadas con la política y, en concreto, con el PP.
Dos décadas de vínculos entre el PP y la URJC
Lo que vino después fueron dos décadas de buenas relaciones entre la URJC y el PP. Si la Carlos III es considerada 'la universidad del PSOE' y el campus de Somosaguas de la Complutense se vincula a Podemos, la Rey Juan Carlos ha sido conocida desde sus inicios como 'la universidad del PP'. Sus contrataciones apuntan en este sentido: familiares de cargos del partido han encontrado acomodo en la URJC.
Por ejemplo, Isabel Ruiz-Gallardón García de la Rasilla (prima del exministro Alberto Ruiz Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid cuando nació la Rey Juan Carlos), Margarita Cifuentes Cuencas (hermana de la expresidenta madrileña), Isabel Mayor Bastida (sobrina del exministro Jaime Mayor Oreja), o María del Mar Alarcón (cuñada de Francisco Granados) trabajan en esta Universidad.
En la Rey Juan Carlos también han acabado políticos del PP. Daniel Ortíz, exdiputado que tuvo que dimitir por su implicación en Púnica, imparte clases en el departamento que dirige Pablo Chico de la Cámara, uno de los profesores del máster de Cifuentes. Este último ha presentado este martes su dimisión como presidente del Tribunal Económico Administrativo de Pozuelo de Alarcón, uno de los feudos madrileños del PP. El propio Enrique Álvarez Conde, tutor de la expresidenta madrileña, desempeñó distintas responsabilidades en el gobierno de José María Aznar.
Además, entre los escándalos que ha vivido la Universidad en estos últimos años -los plagios del rector o las contrataciones irregulares- hay uno que ejemplifica la estrecha relación entre la URJC y el PP. Cuando Rodrigo Rato se vio inmerso en el escándalo de las tarjetas Black, la Rey Juan Carlos se negó a retirarle el doctorado honoris causa. Tras ocho meses de presiones le retiraron la mención.