A José María Aznar se le queda pequeña la comparación de los expresidentes con los grandes jarrones chinos situados en apartamentos pequeños. La metáfora de Felipe González, “nadie se atreve a tirarlos a la basura, pero sobran en todas partes”, está muy presente en Génova y en Moncloa. Mientras Aznar trata de marcar doctrina durante toda esta semana a través del campus de verano de FAES, el PP intenta vender el mensaje de que ha entendido el cambio de la sociedad y trabaja para adaptarse a ella.
El nuevo vicesecretario de organización, Fernando Martínez-Maíllo, inauguró este martes las conversaciones informales con periodistas que Génova ha organizado para que se den a conocer los nuevos cargos nombrados por Mariano Rajoy con la esperanza de remontar la caída de votos.
Entre otros asuntos, Martínez-Maíllo trató de salir al paso de las últimas declaraciones de Aznar en una entrevista en ABC. Desde sus páginas, el expresidente pedía a su partido “una rectificación enérgica, creíble y suficiente” y atizaba con la afirmación de que ya no sabe “si el PP defiende la vida o el aborto, la unidad de españa o la presencia de Bildu en sus instituciones”. El titular: “No hay votos cautivos en el PP, ni siquiera el mío”.
El sucesor de Carlos Floriano aseguró que a Aznar “se le escucha atentamente” y que también se respetan “muchísimo” todos los planteamientos que hace. Pero el reproche sobre la subida de impuestos o el apartamiento de la línea dura sobre el aborto por interés electoral ha sentado especialmente mal en un momento en que los conservadores tratan de vender renovación.
Si hubo una expresión que el dirigente del PP repitió hasta la saciedad es que “la sociedad está cambiando y eso exige nuevas respuestas”. La presunta adecuación de los mensajes se verá en la conferencia política que Génova prepara por orden de Rajoy para poner en marcha la maquinaria electoral a partir de julio.
Pese a la insistencia de que el PP “no ha renunciado ni renuncia a sus valores”, los consejos de Aznar ya sólo encajan punto por punto con los que difunde otra líder del PP que enfila su retirada. La misma vuelta a las esencias que pregona Aznar son las que aconseja Esperanza Aguirre aunque a ella no le bastaron para ganar con holgura suficiente las elecciones a la alcaldía de Madrid.
“¿Estará Aznar en la conferencia política?”, se le preguntó a Martínez-Maíllo dado que no estuvo en la anterior y su participación en la campaña de las europeas tuvo que arreglarse ante sus protestas. “Seguro que sí, es el presidente de honor”, fue la respuesta que improvisó el vicesecretario sin mucho convencimiento.