- Los populares impulsan el debate comparativo entre gobiernos con la inauguración de la web #enlabuenadirección en la que se ridiculizan los peores momentos del Ejecutivo socialista
“No me voy a quejar de la herencia que reciba”. Rajoy pronunció estas palabras el 9 de noviembre de 2011 en una entrevista en Antena 3 en el inicio de su tercera y, por ahora, última campaña electoral a la presidencia del Gobierno. Han pasado dos años de esa victoria en las urnas y la herencia se ha convertido en el único argumento de Génova 13 para defender su labor de Gobierno.
El pasado miércoles los populares difundieron entre su altos cargos un argumentario en el que todos los puntos fuerza se referían al principal rival político y no a su propia labor de Gobierno.
Sólo un día después, el PP insiste en la estrategia con la creación de la página web www.enlabuenadireccion.es. A través de esa web, el PP recoge un vídeo que insiste en la crítica a los últimos meses del Gobierno socialista y las afirmaciones que entonces se sucedían en la línea de que España cumpliría con sus objetivos de déficit.
La página en Internet del PP arranca con un mensaje en el que señala que “hace dos años nuestro país estaba al borde de la quiebra” y que en el PP están trabajando “para que España salga de la crisis que nos dejó el PSOE. Sabemos que queda mucho por hacer, pero vamos en la buena dirección”. “Por eso necesitamos tu ayuda, para compartir lo que hacemos, los avances y las soluciones”, dice en esa introducción el PP.
Esa carta de presentación induce a esperar un listado de las acciones y planes del Gobierno y el partido que lo sustenta, pero no. A partir de ese punto el PP desgrana la herencia en cinco grandes bloques temáticos: “Hace dos años descubrimos la mayor mentira económica de la historia de España”, “el drama del paro, la peor herencia”, “el modelo educativo socialista condenaba a España al fracaso”, “un agujero en sanidad que puso en riesgo su sostenibilidad” y “la deuda que el PSOE dejó en Fomento hipotecó las inversiones futuras”.
Ni un asomo de autocrítica en el análisis de dos años de Gobierno en donde el protagonista de todo es el principal partido de la oposición.