El PP rechaza la subida del 5% del SMI pactada este viernes por el Gobierno de coalición y los sindicatos, con el desmarque de la patronal. “Estamos de acuerdo con la subida del SMI si viene del acuerdo entre patronal y sindicatos”, ha asegurado en un videocomunicado el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo. El dirigente de Alberto Núñez Feijóo añade que “no” están de acuerdo en este caso porque “responde a urgencias mediáticas que van a producir desestabilización, sobre todo en las pequeñas empresas”.
Bravo ha asegurado en un video remitido a los medios desde el “retiro” que la dirección del PP celebra en Toledo que “se ha acelerado un proceso de negociación para tapar el acuerdo entre Sánchez y Junts, y para oscurecer la derrota de Yolanda Díaz a manos de Podemos” en la convalidación del real decreto-ley sobre el subsidio de desempleo.
El acuerdo alcanzado hoy entre el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz y los dos principales sindicatos tiene carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año. Lo habitual es que el Gobierno apruebe la actualización del salario mínimo a finales de año, para que entre en vigor en el nuevo ejercicio.
Pero las dificultades para alcanzar un acuerdo en el marco del diálogo social por la negativa de la patronal han retrasado la decisión final del Gobierno. La CEOE no ha firmado el acuerdo, aunque sí ha participado en las conversaciones previas. Antonio Garamendi no solo rechazó una subida del 5%, sino una oferta previa del 4%.
En su videocomunicado, Bravo incluso asegura que “no se debe imponer lo que se ha de cobrar a aquellos que lo deben pagar”, pese a que la competencia para marcar el SMI es exclusiva del Gobierno, y el PP la ha ejercido siempre que ha gobernado.
No es la primera vez que el PP se posiciona contra las subidas del SMI que han llevado este indicador desde los 736 euros de 2018, cuando gobernaba Mariano Rajoy, a los próximos 1.134 que aprobará el Ejecutivo de PSOE y Sumar.
La derecha, tanto con Pablo Casado como con Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado sistemáticamente el incremento del salario mínimo, incluso cuando la patronal sí ha estado de acuerdo. Y eso que los indicadores apuntan a que subir el SMI reduce la desigualdad y los índices de pobreza laboral.