En UPyD todas las miradas se han vuelto hacia o, más bien, contra Rosa Díez. La certificación de que la formación magenta se queda fuera del Parlamento de Andalucía ha vuelto a agitar la aguas dentro del partido y ha reabierto el debate sobre la frustrada alianza con Ciudadanos, que ha logrado entrar por la puerta grande en la Cámara andaluza nada menos que con nueve diputados.
En este nuevo clima de tensión interna, la dirección de UPyD se reunirá esta tarde para analizar los resultados electorales y ver qué medidas se toman de cara a los próximos comicios. Algunos dirigentes de la formación magenta no descartan que haya peticiones de dimisión de Rosa Díez, a la que culpan del fracaso.
Sin embargo, el último tuit que envió anoche la portavoz de UPyD hace presagiar que pretende continuar en su cargo. “El éxito no es definitivo; el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”, escribió Díez anoche en Twitter. Antes de que comience la reunión del Consejo de Dirección, la propia Díez ofrecerá una rueda de prensa para valorar la situación.
Fuentes de la formación resaltan, no obstante, que pese a ese tuit, Díez podría estar “valorando” su dimisión, en coherencia con la asunción de responsabilidades que siempre ha defendido en política.
Entre tanto, “decepción” fue la palabra que prefirieron utilizar en la noche electoral los dirigentes de UPyD al conocer que no entraban en el Parlamento. Los 76.000 votos que logró el candidato Martín de la Herrán (menos del 2%) no solo no fueron suficientes para lograr un diputado, sino que empeoraron los resultados obtenidos por UPyD en 2012, cuando lograron 129.000 (el 3,35%).
Pero detrás de esa “decepción” ningún dirigente de UPyD disimula ya la preocupación por el nuevo escenario que se abre en el partido de cara a las próximas citas electorales de mayo, con el riesgo de ser arrasados otra vez por Ciudadanos y desaparecer en muchos Ayuntamientos y Comunidades donde ahora sí tienen representación.
Las críticas a la estrategia de Díez de despreciar un pacto con Ciudadanos comenzaron de nuevo a surgir anoche, nada más conocerse los malos resultados en el sur. Twitter fue el principal testigo de este malestar y la constatación de que las aguas bajan muy revueltas en UPyD.
El diputado del Congreso Álvaro Anchuelo ha pedido “extraer de una vez las consecuencias”. “El resultado de UPyD es malo sin matices. Ya no se trata de opiniones ni de encuestas”. Las críticas más duras, no obstante, vuelven a surgir desde el grupo Parlamentario Europeo, donde Enrique Calvet y Fernando Maura han encabezado una rebelión contra el liderazgo de Rosa Díez, a la que exigen que dimita y convoque un congreso extraordinario.
Desde Asturias, el diputado regional Ignacio Prendes ha atribuido los malos resultados de su formación a una “estrategia equivocada” que les ha conducido a la “irrelevancia”. Prendes ha ido más lejos y ha opinado que lo ocurrido tiene que “acarrear consecuencias”. Preguntado sobre si cree que Rosa Díez debería dimitir tras las elecciones, Prendes ha dicho que no es una cuestión de personas, sino de una estrategia que ha quedado “desacreditada”.
El problema –reconocido por fuentes de la formación magenta– es que, si Díez tira la toalla, toda la dirección debería hacer lo propio al tratarse de una dirección “colegiada”.
En estas circunstancias, muchos son los ojos que ahora se dirigen hacia Irene Lozano, a la que ven como la mejor sustituta de Díez. Lozano ha protagonizado estas últimas semanas en el Congreso varias intervenciones contra el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en el caso de la comandante Zaida Cantera.
Lozano se pronunciará esta tarde en la reunión del Consejo de Dirección, aunque quienes la conocen no creen que se postule en absoluto para encabezar nada y menos “una rebelión” contra Díez, a quien valora su trabajo.