El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha asegurado que la Trama Eólica, por la que la Fiscalía Anticorrupción se ha querellado por el momento contra 21 personas, “es corrupción de personas, pero no política”.
Herrera intentó obviar que entre los querellados se encuentran quienes fueron altos cargos de su Gobierno, aunque admitió que si se confirmase que el viceconsejero de Economía, Rafael Delgado, cometió los delitos que se le imputan, prevaricación, cohecho, blanqueo de capitales y contra la hacienda pública, serían hechos de “enorme gravedad” y pidió “perdón por anticipado”. Reiteró su voluntad de que los hechos se esclarezcan y llegó a decir que la querella es una realidad gracias a la colaboración de la Junta.
La comparecencia, esperada y reclamada por los grupos de la oposición durante dos años, no se produjo en la comisión de investigación constituida para aclarar la trama, sino en la comisión de Economía y Hacienda. “A petición propia”, según Herrera, y “a rastras” según el procurador socialista Javier Izquierdo.
Basculando siempre en la presunción, cuando hablaba de los delitos, y en la certeza cuando se refería al funcionamiento de la Administración, Herrera aseguró que el procedimiento para autorizar parques eólicos era “muy garantista” y que todos los expedientes eran correctos. Una afirmación que choca frontalmente con el fiscal Anticorrupción.
Según la querella, la Junta se basó en una “instrucción de avocación” para que todas las concesiones pasasen por Delgado, y esta instrucción contravenía a un decreto, norma de rango superior por lo que era “manifiestamente ilegal”. Herrera intentó enredar a la oposición afirmando que la avocación es una figura legal y que nadie la impugnó.
“No haga usted más el ridículo, los acuerdos de avocación no son sujetos de recurso, por eso no hay ninguno”, le recordó Izquierdo. El PSOE había arrancado su ronda de preguntas pidiendo la dimisión de Herrera por su responsabilidad in eligendo e in vigilando y aludiendo al nombre con el que se referían algunos empresarios a la Comunidad, “Sicilia y León”. “Su gobierno ha realizado prácticas mafiosas. Ustedes paralizaban las autorizaciones hasta que el extorsionado pasaba por el aro”, afirmó Izquierdo.
Una de las piedras de toque para todos los grupos de la oposición fue el caso Ibervento, publicado por eldiario.es que obligó a Herrera a dar una rueda de prensa para defender la actuación de la Consejería de Economía. Según Herrera, ese fue el único caso en el que “un empresario no estaba satisfecho” pero que “no hablaba de irregularidades”, obviando que le alertó de un “abuso de poder”.
Para justificar que no se autorizase un parque que contaba con todos los permisos necesarios, Herrera descargó toda la responsabilidad en el consejero de Economía, Tomás Villanueva, que “dudaba de su capacidad económica”. Herrera no cayó en la cuenta de que en realidad era una decisión que no le correspondía al consejero, y que esa misma empresa había desarrollado parques en otras provincias. Sobre el abandono de Villanueva, sobre el que se le preguntó dos veces, Herrera aseguró que era una “decisión personal” y que se materializó “muchos meses antes de que se conociese la trama”.
En realidad, Villanueva dimitió dos semanas antes de que se publicase el caso en El País, y cuatro meses después de que se elaborase el informe de la Agencia Tributaria y que tardó más de lo esperado en remitirse a Anticorrupción.
Izquierdo subrayó que si había una única denuncia “es porque en todos los regímenes mafiosos hay omertá (código de silencio)”. En su turno de réplica, Juan Vicente Herrera, dijo que no quería participar “en un juicio político, ni sumarísimo”, porque su intención era dar explicaciones. Para ello, volvió a aludir a la “mínima litigiosidad” que se había producido en las tramitaciones de parques y reprochó al PSOE no haber descubierto la trama. “¿Dónde han estado ustedes los últimos 20 años?” preguntó antes de convertirlo en “cómplice hipotético”. También llegó a afirmar que los parques “se paralizaban por razones de desarrollo económico”, aunque no especificó de quién o quienes.
Sí tuvo que reconocer la relación de amistad con un alto directivo de Iberdrola, Fernando Bécker, que fue consejero de la Junta en los 90 y responsable de haber metido a Herrera en política. “Somos compadres, porque soy padrino de un hijo suyo”, dijo. “¿Ningún directivo de Iberdrola, como el señor Sánchez Galán, con el que usted tiene buena relación, le dijo que tenía piratas extorsionando? No me lo creo”, aseveró Izquierdo.
El papel de Iberdrola aparece claramente reflejado en el informe de la Agencia Tributaria que desencadenó la investigación judicial. En él, el inspector planteaba lo inverosímil que resultaba que las eléctricas pagasen comisiones de decenas de millones sin que sus responsables lo supieran.
El portavoz de Izquierda Unida-Equo, José Sarrión, también se refirió a “Sicilia y León” como una “expresión profundamente acertada” puesto que “hubo prácticas mafiosas al estilo Chicago años 20”. El procurador recordó que el máximo beneficiario de la trama, Alberto Esgueva, fue el consejero delegado de Excal, “empresa financiada al 95% por la Junta, aunque ustedes digan que no es pública, estamos ante una administración b” y recordó que llegó a cobrar su sueldo a través de una SL.
Desde Ciudadanos, lamentaron el discurso de Herrera sobre las bondades de la energía eólica. “Le hemos llamado 20 veces a la comisión de investigación y no ha querido venir. ¿No es usted muy religioso? Pues ya sabe eso de 'la verdad os hará libres', libérese”. Le espetó Juan Ignacio Delgado. Fue una de las pocas veces en las que Herrera perdió las formas: “Ya he pedido perdón, no voy a estar todo el día dándome zurriagazos ¿Qué coño tendrá que ver que sea religioso?”, contestó.
“Señor Herrera, espero que venga aquí a decir la verdad, no como han hecho con la sede de Panamá”, empezó el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, en referencia a la información de eldiario.es.
Fernández fijó la responsabilidad política de Herrera desde el primer momento, enunciando todas sus preguntas con un “¿era usted presidente cuando...?”. Así fue desgranando como los parques se aprobaban en función de lo que Delgado quería, con cambios de titularidad de los parques y con pelotazos millonarios para empresarios locales “que jamás habían visto un molino”. “Si usted no supo, si usted no vio, si usted no vigiló a quienes eligió, qué hace aún presidiendo la Junta?”, ironizó.
Para defenderse Herrera, aprovechó el lapsus de Fernández, que dijo que había sido nombrado por Aznar, atendiendo al BOE del 17 de marzo de 2001, que aprueba su nombramiento y que firman, por una cuestión formal, el Rey y el presidente del Gobierno. “Es que es usted un político de Wikipedia, hay que estudiar más las cosas”, reprochó el presidente de la Junta. Herrera negó que la Junta tuviese la querella de Anticorrupción para esquivar algunas cuestiones. “Sabemos que el vicepresidente tiene la querella, esta usted imbuido por el síndrome de la infanta”, comentó Fernández.
Para salir del paso, Herrera comentó que había habido “un frívolo ofrecimiento público” del documento, al vicepresidente de la Junta. Lo cierto es que la querella fue facilitada, con acuse de recibo, por eldiario.es, después de que el vicepresidente lamentase en varias ocasiones no poder contestar a todas las preguntas de la prensa por carecer del escrito de Anticorrupción.