El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en funciones, Vicente Guilarte, se ha mostrado muy crítico este jueves con la rebaja de las mayorías para elegir a los vocales del órgano que defienden Sumar y Podemos como vía para forzar la renovación del órgano, pendiente desde hace más de cinco años por el bloqueo impuesto por el Partido Popular. “Estaríamos en las leyes de una dictadura. Es algo que no se puede ni plantear”, ha sostenido Guilarte en una intervención en el Foro Justicia que organiza el Colegio de la Abogacía de Madrid. Además, ha añadido que el PSOE “no puede tomar en serio” esa propuesta que, a su juicio, supone “destrozar la separación de poderes”.
Los socios de coalición exigen a los socialistas, entre otras cosas, una reforma urgente de la ley del Poder Judicial que desbloquee el órgano de los jueces con una rebaja de las mayorías requeridas. El actual sistema de elección de vocales implica que los 20 miembros del Consejo –12 jueces y magistrados y ocho juristas– se eligen a partes iguales por el Congreso y el Senado. En ambos casos se exige una mayoría de tres quintos, lo que tradicionalmente ha obligado a un pacto entre PP y PSOE.
El cambio en el sistema de elección supondría que en lugar de esos tres quintos, parte de los vocales pasarían a ser elegidos por mayoría absoluta, como la que ahora suman el Gobierno y sus socios, y permitiría esquivar el bloqueo del PP. Este sistema implica un cambio en la ley del Poder Judicial que afectaría a los 12 jueces y magistrados, pues la elección de los ocho juristas con mayoría de tres quintos está blindada en la Constitución.
Ante esta opción, Guilarte ha defendido de nuevo su propuesta para limitar las competencias del órgano como vía para facilitar su renovación. Su opción es “objetivar” los nombramientos dejando en manos de los propios jueces y de un tribunal de juristas la elección de cargos en la cúpula judicial. En el sistema actual, esas designaciones las realizan los vocales que son previamente elegidos por los partidos.
Respecto a los magistrados del Tribunal Supremo —que pueden estar en el puesto hasta la jubilación— su propuesta es que sean nombrados por una “comisión cualificada”, compuesta mayoritariamente por vocales y por magistrados del Alto Tribunal. Y en relación a los llamados cargos gubernativos —esto es, presidencias de las audiencias provinciales, los tribunales autonómicos y sus salas— su propuesta pasa porque sean elegidos por los miembros de la carrera judicial del territorio respectivo.
“Tan importante como renovar el Consejo es buscar un fórmula que evite que en el futuro estemos en una situación de aparente politización del órgano y de los nombramientos que efectúe”, ha afirmado Guilarte, que ha recordado que hay pendientes 122 nombramientos por la imposibilidad de que el actual CGPJ, al estar en funciones, haga designaciones discrecionales.
En su intervención, Guilarte también ha vuelto a rechazar la dimisión en bloque de los vocales y ha mantenido que dejará su puesto este verano. “Mi idea sigue siendo la misma, dejar paso a otras personas (...). Me quiero ir antes de que llegue el verano. Me quiero ir en agosto, tranquilo”, ha afirmado tras reconocer que no ha tenido “un papel relevante” en la resolución del bloqueo del órgano, tal y como era su voluntad.