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Prisión domiciliaria a expresidente del Congreso brasileño por el coronavirus

EFE

Sao Paulo —

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Una jueza de Brasil concedió este jueves prisión domiciliaria al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso desde 2016 por asuntos corrupción relacionados con la Operación Lava Jato, debido a la pandemia del nuevo coronavirus.

La decisión fue tomada por la jueza Gabriel Hardt, de Curitiba (sur), quien revocó la prisión preventiva que pesa sobre Cunha de forma “absolutamente excepcional” y solo mientras dure la crisis por el COVID-19 o su estado de salud así lo justifique.

Cunha, de 61 años y principal promotor del juicio político que llevó a la destitución de la entonces mandataria Dilma Rousseff en 2016, estará obligado a llevar una tobillera electrónica durante la prisión domiciliaria.

“Considerando la excepcional situación de pandemia del coronavirus, al tratar de una persona más vulnerable al riesgo de contagio, sustituyo, por ahora, la prisión preventiva de Eduardo Consentino da Cunha por prisión domiciliaria, bajo vigilancia electrónica”, señaló la magistrada en su auto.

El expresidente de la Cámara Baja de Brasil no podrá abandonar su residencia sin la previa autorización judicial y solo podrá recibir visitas de parientes de hasta tercer grado, abogados, auxiliares sanitarios y 15 personas de una lista que tendrá que ser aprobada por la Fiscalía y la Justicia.

La magistrada también destacó que tampoco “podrá promover en su residencia fiestas o cualquier otro evento social”.

Cunha era un influyente líder del partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y, en su etapa como jefe de la Cámara de Diputados, aceptó iniciar el juicio político con fines de destitución contra Dilma Rousseff, que llevaría al poder a su entonces vicepresidente Michel Temer (2016-2018).

Después de ese proceso y bajo la acusación de haberse beneficiado de la enorme red de corrupción destapada en la estatal Petrobras, Cunha fue cesado como presidente de la Cámara Baja, despojado de su escaño y preso de forma preventiva en octubre de 2016.

Según el Ministerio Público, recibió al menos cinco millones de dólares en sobornos y los ocultó en cuentas cifradas en bancos suizos, lo que fue negado por el propio Cunha, pero demostrado por las autoridades del país europeo.

En marzo de 2017, fue condenado en primera instancia a 15 años y 4 meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas.