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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

“No hay voluntad política para que se continúe usando el carbón nacional”

Adrián Barbón (Laviana 1979) es desde el pasado mes de octubre el nuevo secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA). Sustituye en el cargo a Javier Fernández, actual presidente del Principado, susanista y expresidente de la gestora. Barbón se impuso, con el 60 por ciento de los votos, a José María (Josechu) Pérez López, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Gijón.

Desde su nombramiento ha estado enfrascado en la renovación de las agrupaciones socialistas locales y ha llevado el cambio a 43 de las 74 existentes. Su estrategia pasaba por la renovación generacional de muchas de ellas y lo que decía en su campaña -o cambiamos o nos cambian- “arroja luz sobre la situación del partido en Asturias”, según comenta.

Asimismo, en los dos últimos meses ha tenido que salir públicamente a defender la hoja de ruta socialista en la región, frente a declaraciones diversas, tanto del presidente, como de distintos consejeros del Principado, en asuntos tales como el cupo vasco, la situación catalana, el cierre de las térmicas y la normalización del asturiano, entre otros asuntos. Su nuevo cargo le ha obligado a renunciar a la alcaldía del municipio de Laviana, que regía desde 2008. De igual forma está previsto que renuncie en los próximos meses a presidir la Asociación de Comarcas Mineras de España (ACOM). Además, ha anunciado que no será el candidato al Principado en los próximos comicios autonómicos, para dar así cumplimiento a la bicefalia que promulgan desde Madrid.

Sus continuas reprimendas al equipo de gobierno regional —presidente y

consejeros—, en determinadas cuestiones de actualidad dejan ver un PSOE

asturiano muy fragmentado.

La unidad no se constituye al día siguiente de la elección de un nuevo secretario. Pero sí palpo una FSA muy participativa y creo que la sociedad lo está notando también. Estoy a favor del cambio. El modelo del PSOE asturiano se está agotando y ahora estamos conectado con el cambio federal. Está volviendo gente al partido que se había ido a otras formaciones de izquierda o a la no participación. Pero también tenía claro que si salía elegido tendría que lidiar con los resistentes al cambio y quiero convencerlos para incorporarlos al proceso. Y me quedo con un dato, el 60 por ciento de las agrupaciones locales de esta región tienen nuevos dirigentes. No se producía un cambio tan significativo en la FSA desde el franquismo. Además, me enorgullece decir que en alguna de ellas hay personas muy jóvenes, de 23, 25, 28 o 30 años. No hay que olvidar que la media de edad de la militancia del PSOE en español está en 60 años. El relevo generacional es un asunto que ya tocaba abordar y en Asturias hemos empezado.

Hablaba de malas relaciones.

Y yo de que todos los procesos de cambio llevan su tiempo. No va a ser ni fácil ni rápido. Podré cohesionar el PSOE, pero voy a necesitar muchas horas de diálogo. Mi objetivo es fortalecer el partido, muy debilitado en los últimos años y sí, en los últimos meses he tenido que salir en varias ocasiones a decir que la posición de los socialistas asturianos la marca la Ejecutiva que lidero, elegida en el Congreso. Los debates hay que afrontarlos en los órganos del partido. Y quien traslada la opinión de los socialistas asturianos soy yo.

¿Qué opina el PSOE asturiano sobre la actual situación en Catalunya?

La postura de mi partido en Asturias y en España pasa por defender el Estado de Derecho y el marco constitucional, por promover un diálogo que recupere la convivencia y articular un pacto territorial donde todos tengan encaje. La declaración de independencia de Puigdemont fue un esperpento y una locura política. Pero las declaraciones del consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, sobre este asunto, pidiendo una acción contundente y sin dudas en Catalunya y rechazando el diálogo están lejos de toda mesura. Es desde el ámbito del respeto a la Constitución donde cabe un diálogo sobre Catalunya y sobre el modelo territorial.

Las elecciones catalanas van a reflejar el incremento del Partido socialista. Catalunya tuvo un problema grave. No tuvo dirigentes a la altura. Personalmente no tengo miedo a estas elecciones. Creo que Iceta —candidato del PSOE en Catalunya— es muy buen estratega y creo que es la solución. Iceta hizo de mediador para que se convocasen elecciones antes de la locura de Puigdemont y, ahora es la única persona capaz para unir a unos y otros. La fractura social está alimentada por las dos partes. Nosotros, en palabras de Rubalcaba, ya la anunciamos en 2013, y ahora hay que coger cola y pegar los trozos rotos y aceptar que toda idea cabe dentro de la Constitución. Devolver la confianza y dejar de engañar. Hasta ahora, el proceso catalán para lo único que ha servido es para cargarse la riqueza de esta comunidad.

Reprobaciones

Las reprobaciones, en las últimas semanas, de la FSA a Lastra han sido constantes, al asunto catalán también hay que sumar sus declaraciones sobre el cupo vasco. Este consejero, durante años fue la voz del PSOE en la Junta General del Principado y partidario de la candidatura presentada por José María Pérez al comité autonómico. Son muchas los que opinan ahora que será el cabeza de lista de Javier Fernández y del susanismo para los próximos comicios autonómicos. Por parte de Barbón y del sanchismo, suena como candidato el actual alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández. A este respecto, el actual secretario, ni confirma ni desmiente. “No hay proceso abierto”, comenta al respecto.

Recientemente también ha tenido que tirar de genio sobre continuas opiniones alrededor del cupo vasco.

Hay que focalizar la responsabilidad sobre la financiación autonómica y en quien tiene la responsabilidad, que es el Gobierno de España. Y nosotros estamos por el debate, pero dentro de los órganos de partido. Lo que tiene que hacer el Gobierno es mover ficha y tener antes del 31 de diciembre una propuesta concreta para la revisión del marco de financiación del que dependen los servicios públicos, que se tienen que prestar en condiciones de igualdad.

Otro debate abierto estos días es el cierre de las centrales térmicas. ¿Qué tienen que decir?

El cierre de las térmicas de Lada y Velilla es inaceptable y únicamente obedece a una decisión empresarial. Además, es una medida muy poco acertada para la planificación energética nacional desde el punto de vista del coste de la producción y lo que van a pagar los ciudadanos. La transición a las fuentes renovables va a necesitar fuentes de respaldo. Sobre el real decreto de cierre de térmica, aunque se aprobara, no tendría efectos retroactivos, sería un engañabobos, y no nos sirve tampoco, entre otras cosas, porque no habla de reserva estratégica vinculada al carbón nacional. Creo que el Gobierno de España pretende aprobar el real decreto para introducir las centrales nucleares, con una previsión de cierre en 2030, y las térmicas son una excusa. No hay voluntad política para que continúe el carbón nacional. Sobre las investigaciones que ha abierto la Unión Europea de las ayudas a las térmicas para reducir emisiones vamos a esperar. Porque la pregunta no es si se dieron y si se aplicaron; es si se deberían haber dado.

¿Qué supone para el PSOE la factura entre los sindicatos UGT y el Soma después de 106 años?

Sobre ese asunto voy a ser muy prudente. Porque lo que menos necesita este proceso son declaraciones que les perjudiquen. Lo mejor en la vida es negociar.

Renovación

Adrián Barbón se reunió de sus afines en la nueva ejecutiva, marcada por la renovación y dejó fuera a todos los partidarios de Javier Fernández. Y nombró al secretario general del SOMA, sindicato minero que respaldó la candidatura de Sánchez a las primarias, José Luis Alperi, secretario ejecutivo.

¿Esta región verá algún día el cumplimiento de la oficialidad del asturiano?

Creo que lo razonable es esperar a la reforma de la Constitución, pero si esta no llega abordaremos la reforma del estatuto autonómico y con ella la oficialidad del asturiano entre 2019 y 2023, y en ese momento ver qué tipo de oficialidad es admisible y sin generar conflictos.

¿Asturias parece abocada a una nueva prologa presupuestaria por falta de acuerdo de los partidos de izquierda?

Todavía hay margen para el acuerdo. Son unos presupuestos mucho más sociales que los anteriores. El Partido mantiene relaciones y diálogo con Izquierda Unida y vamos a seguir impulsándolo. La división de la izquierda sólo genera la victoria de la derecha. Y respeto mucho a la gente que se siente de derechas, pero no lo comparto.

¿El nuevo secretario general del PSOE de Gijón se abre a pactar con otras fuerzas de izquierda para una hipotética moción de censura para desbancar a la alcaldesa forista?

A nivel municipal, en el nuevo PSOE viene establecido que los pactos son competencia de las agrupaciones.

La variante de Pajares, es uno de los grandes fiascos de la obra pública española. 20 años de trabajos y un sobrecoste que ya pasa de los 3.000 millones de euros.

La variante es una reivindicación histórica de Asturias. El sobrecoste es un fracaso de la política. Cuestiones que hay que analizar. Incrementar tanto el coste sólo complica más la situación. La administración debe ser más vigilante.

158 millones para la tercera edición del Plan de la minería del carbón 2013-

2018 y una lista de 127 proyectos pendientes de aprobación. ¿En qué se van a

utilizar?

Exigimos nuevos plazos porque no va a dar tiempo a hacer nada. Además, se fijaron tres líneas únicas y es una barbaridad. Restauración medioambiental (arreglar escolleras), ampliar polígonos ya existentes (polígonos que la mayoría están vacíos) y eficiencia energética. Pero, entre no reactivar y perder el dinero…. Algo tendremos que hacer.

¿Junto con Adriana Lastra ha sido uno de los grandes valedores de Pedro Sánchez en Asturias, tendrá recompensa su apoyo?

¿Si me veo en Madrid? Pues ahora tengo mucho que hacer en Asturias. Ya he dicho públicamente que no seré el candidato socialista al principado en las próximas elecciones. Y claro que me gustaría, pero asumí el reto de la secretaria del partido porque era necesario trabajar desde la base e intentar mejorarla. Los 8.000 militantes con los que cuenta actualmente el PSOE en esta región no son suficientes. Hay que ampliar el partido y ser más. Y ahora, los jóvenes, al menos nos miran, nos observan y preguntan ¡qué es eso del cambio! Y hay que darles respuesta. Porque, hasta ahora, quienes más nos han apoyado son los mayores.