La profesora de la Universidad Rey Juan Carlos Alicia López de los Mozos, imputada en el caso Cifuentes, ha extendido este lunes las acusaciones sobre la presión para falsificar el acta con el que la ex presidenta pretendió exculparse a una de sus compañeras, Cecilia Rosado. Esta docente también está imputada, acusada de haber falsificado las firmas de sus compañeras y esta mañana se ha acogido a su derecho a no declarar.
La declaración de López de los Mozos apenas ha durado veinte minutos. De hecho, esta era su tercera comparecencia; la primera se produjo ante la Policía Judicial cuando el caso todavía no estaba en un juzgado y lo dirigía la Fiscalía. Como en las anteriores declaraciones, López de los Mozos ha reconocido que su firma está falsificada en el acta del Tribunal de Fin de Máster (TFM) y las presiones que recibió por parte de Enrique Álvarez Conde, el director del Instituto de Derecho Público de la Rey Juan Carlos.
Esta mañana, además, ha dicho que su compañera Rosado le amenazó con que o mentía y reconocía haber estampado su firma o ella contaría que le había dado autorización para que se la falsificara, según han informado a eldiario.es fuentes presentes en la declaración. López de los Mozos ha reiterado que antes de ser llamada a declarar prestó testimonio ante notario de los hechos que luego ha relatado en sede judicial.
En su anterior declaración, López de los Mozos entró como testigo y salió como imputada. La jueza Carmen Rodríguez-Medel concluyó de su declaración que había reconocido haber falsificado las notas de otros alumnos distintos a Cifuentes. En esta declaración ha vuelto a hablar de la reunión en el despacho de un abogado madrileño, junto a sus compañeras y Álvarez Conde, en el que el letrado y el director del Instituto expusieron que había que construir la coartada del falso examen a Cifuentes.
En su anterior declaración, Rosado dijo haber sufrido a su vez presiones de una asesora de la Comunidad de Madrid, Maite Feito, que esta tarde declara como imputada. Según dijo Rosado ante la jueza, Feito le trasladó: “O arregláis esto o el rector y la presidenta os matan”.