Dos semanas después del 26J el bloqueo parece haberse instalado. ¿La razón? La imposibilidad de Mariano Rajoy de sumar apoyos suficientes para sacar adelante la investidura. Todas las miradas se posan en el PSOE, cuya abstención permitiría que el PP consiguiera formar Gobierno. Los socialistas se quejan de esa presión e intentan desplazarla a Génova con el argumento de que es el presidente en funciones el que debe solucionar el problema.
Sin embargo, en el PSOE está instalado el debate. Al “no” inicial en el que todos están de acuerdo le han surgido algunas fisuras. Hay dirigentes que son partidarios de abstenerse para acabar con el bloqueo institucional en el que vive España desde hace siete meses. Pero también hay socialistas que lo rechazan porque consideran que sería un “suicidio”.
Ante esa situación, ha surgido una propuesta intermedia que pasa por que, ante el fracaso de Rajoy, los grupos parlamentarios lleguen a un acuerdo que permita la gobernabilidad y evite los terceros comicios, que en palabras de Susana Díaz serían “una catástrofe”.
El que ha verbalizado esta idea de forma más nítida ha sido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. “En política lo que hay que respetar son las etapas del proceso. La primera es que Rajoy ha de intentarlo y, si no lo consigue, corresponderá al PSOE hablar con el resto de fuerzas y hacer una propuesta, de investidura o de otro tipo”, que podrían ser, por ejemplo, “acordar la abstención de diversos grupos, pactar una agenda legislativa o volver a hablar con Rajoy”.
Ese acuerdo multilateral permitiría al PSOE ser el único 'culpable' de que gobierne el PP. Esa idea también la plantearon algunos dirigentes socialistas en conversación informal con los periodistas durante el Comité Federal del pasado sábado. Una miembro de la Ejecutiva de Pedro Sánchez defendió que “responsabilidad de evitar unas terceras elecciones sea colectiva del Parlamento”, es decir, que lleguen a un acuerdo con el resto de fuerzas parlamentarias para “abstenerse todos” y que siga gobernando Rajoy sin que el castigo recaiga solo sobre un partido. No obstante, la dirección del PSOE no ha analizado esta posibilidad.
El secretario general de los socialistas murcianos, Rafael González Tovar, también lo dejó caer el pasado viernes tras su reunión con Sánchez al asegurar que, si el líder del PP no es capaz de articular la mayoría suficiente, “habría que hacer un llamamiento a todas las fuerzas para que busquen soluciones de salida”.