El líder del PSC, Miquel Iceta, ha negado una fractura interna por la ponencia política del próximo Congreso, pero ha admitido discrepancias internas sobre su propuesta inicial, que es la posibilidad de celebrar un referéndum en el caso de que fracase en Cataluña la reforma constitucional por la que abogan tanto el PSC como el PSOE. Iceta ha defendido que ese planteamiento es “federalista, no soberanista”, y que aún deberá pasar por nuevas aportaciones al “abrirse el debate”. Por eso, los socialistas catalanes pospondrán la discusión hasta la celebración del Congreso del PSC, previsto para principios de noviembre.
La ponencia política del congreso del PSC del próximo noviembre aboga por una reforma constitucional federal, aunque si fuera rechazada por los catalanes en el referéndum para validarla, propone que el PSC plantee entonces otros instrumentos democráticos -como una ley de claridad a la canadiense- que estableciera las condiciones para verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión.
En declaraciones a TV3, Iceta ha explicado que en el Consejo Nacional del PSC del pasado sábado se acordó posponer hasta el congreso el debate definitivo sobre la ponencia: “Como es un tema en que no hay acuerdo, porque nunca lo hemos discutido, la ponencia abre la discusión, pero no la cierra. El debate se debe producir y hemos decidido resolverlo en el congreso”.
Así, ha dejado claro que el PSC “no se ha definido” aún y “el hecho de que la ponencia pueda ser utilizada para el debate congresual no presupone que el PSC haga suya esta posición, porque el debate está por hacer. Podríamos haber decidido eliminar las cinco líneas (de la ponencia), pero habría sido esconder el debate”.
Iceta se ha mostrado convencido de que “no hay riesgo de fracturar en el PSC” y que será a partir del debate en los próximos cuatro meses donde el partido será capaz de “forjar un consenso”.
“Este plan B no es el derecho a decidir, no es la autodeterminación, no es ninguna unilateralidad -ha advertido-. Ésta no es una posición soberanista, es federalista. Algunos consideran que es prematura y otros quizá la discuten porque creen que no es la mejor manera de abordar el problema que tenemos. Pero hablamos de una cosa que, en el mejor de los casos, se producirá si fracasara nuestra propuesta de aquí a cuatro años”.
“El redactado no es mío -ha avisado-, pero no es inocente. Hay una discusión de si se tiene que abrir o no una perspectiva de que fracasara nuestra prioridad. Seguimos absolutamente convencidos de que la solución viene por la reforma constitucional. Pero es verdad que mucha gente nos pregunta: ¿Y si sale que 'no', qué pasa? Por eso salió esta posibilidad y evolución”.
Ha admitido en todo caso esas discrepancias internas, que “no son una ruptura” y ha dicho que “no se arrepiente” y está “muy contento de estar en un partido en que hay capacidad de debate y propuesta”.
La propuesta de la dirección del PSC ante el Congreso del próximo mes de noviembre ha generado una importante división en la organización catalana, que eliminó la defensa del referéndum sobre la independencia de su ideario. Los socialistas -incluidos los catalanes- firmaron la Declaración de Granada en julio de 2013 en la que abogan por la reforma constitucional como fórmula para solucionar el problema territorial.
La posibilidad de celebrar un referéndum en caso de que la vía constitucional no tuviera éxito en Cataluña una vez votada ya la ha defendido Iceta en ocasiones anteriores, pero pasó inadvertida y no se plasmó por escrito. El PSOE rechaza totalmente ese posicionamiento. En una entrevista en eldiario.es, Pedro Sánchez evitó posicionarse sobre la propuesta de Iceta al albergar esperanza en que la reforma constitucional saliera adelante en Cataluña.
“¿Por qué va a fracasar? Creo que si fracasa la reforma constitucional en Cataluña, sería el fracaso de los políticos. Entiendo que una reforma constitucional debe contar con el concurso de todas las fuerzas políticas y también de las que ya apoyaron la Constitución. Es que la Constitución fue apoyada por más de un 70% del electorado catalán. No digo que tenga que ser el 70%, puede ser más. Aspiro a que ERC y Democracia y Libertad digan sí. No la hago contra ellos. Quiero hacerla para garantizar una mayor convivencia”, respondió Sánchez.
El presidente asturiano, Javier Fernández, ha sido tajante en su rechazo a la propuesta del PSC e incluso ha advertido que, de sacar adelante ese posicionamiento, deberá replantearse la relación entre ambos partidos hermanos. “El PSC deberá elegir entre la Declaración de Granada y el derecho a decidir: ambas cosas no son compatibles y los dos discursos tampoco. Si el PSC va más allá de Granada está expresando la voluntad de revisar su relación con el PSOE. Hay que decirlo claro porque en un contexto de tanta sensibilidad territorial conviene no hacerse trampas”, ha expresado en una entrevista en La Nueva España.