Gobierno y PSOE no quieren anticipar ninguna decisión que afecte a la venta de armas con Arabia Saudí más allá de la “consternación” que les produce el brutal asesinato del periodista Yamal Khashoggi en el consulado de ese país en Turquía. Los de Pedro Sánchez evitan tomar una decisión como la de Angela Merkel, que ha paralizado la venta de armas al reino absolutista, a la espera de una investigación transparente como la que ha reclamado el secretario general de la ONU.
“El Gobierno entendemos que está consternado por las informaciones preliminares de la muerte de Khashoggi -ha expresado la portavoz del Comité Electoral del PSOE, Esther Peña-. Lo que sí hacemos es unirnos al llamamiento del secretario general de la ONU”. António Guterres ha reclamado una “investigación exhaustiva y transparente”.
“Apoyamos la prudencia de miembros del Gobierno y esperamos a los resultados de esa investigación que debe hacerse de manera urgente”, ha agregado Peña. Por ahora la única investigación la ha llevado a cabo Arabia Saudí, con versiones diferentes, y el presidente turco, Tayyip Erdogan, ha asegurado que este martes dará los detalles sobre el brutal asesinato.
El Gobierno por ahora lo único que ha hecho ese unirse “al llamamiento de Antonio Guterres de que los responsables de estos gravísimos hechos respondan ante la justicia tras una investigacion exhaustiva y transparente”.
La dirigente socialista ha apoyado la “prudencia” del Gobierno y ha avisado de que el PSOE estará con el Ejecutivo ante “cualquier decisión que pueda afectar a los intereses de nuestro país”.
Fuentes socialistas se desmarcan, no obstante, de la decisión de Alemania con varios argumentos. Uno es que Merkel no tienen el mismo nivel de comercio de armas con Arabia Saudí que otros países y se refieren en concreto a Francia. Emmanuel Macron secundó junto a Alemania un comunicado de repulsa, pero mantendrá la venta de armas al régimen absolutista. El otro argumento del PSOE es que hay que esperar a la investigación y a que haya un pronunciamiento internacional.
Los socialistas hacen equilibrios ante un país que se salta los derechos humanos y a la vez mantener las relaciones comerciales que benefician a España. El Gobierno tiene muy reciente el incidente con Arabia Saudí después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, abogara por paralizar una venta de bombas que puso en riesgo un contrato multimillonario de Navantia.
En plena campaña de las andaluzas -región en la que ese contrato para la construcción de cinco corbetas permite miles de puestos de trabajo-, la polémica con Arabia Saudí presiona de nuevo a los socialistas. “Que le pregunten al alcalde de Cádiz qué le parece”, dicen fuentes socialistas sobre la presión que también ejerce Podemos a nivel nacional con este asunto. Pedro Sánchez comparecerá el miércoles en el Congreso precisamente para explicar la posición final del Gobierno respecto a la venta de armas ante el amago de Robles de frenarla.
El PSOE evita cuestionar las devoluciones en caliente
La portavoz del PSOE ha evitado criticar las 55 devoluciones en caliente que ha permitido el Gobierno en las últimas 24 horas en las que se ha acelerado el trámite para expulsar a Marruecos a personas que acababan de cruzar la valla de Melilla.
El PSOE, que fue beligerante contra la 'ley mordaza' que avaló esa práctica y llevó la norma de Jorge Fernández Díaz ante el Tribunal Constitucional, asegura ahora que esperará a que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se pronuncie sobre las devoluciones en caliente en el procedimiento que tiene abierto.
“Estamos esperando a la sentencia de Estrasburgo, nos tienen que confirmar en qué situación queda esto. No podemos legislar mientras los recursos estén abiertos”, ha expresado Peña, que ha defendido que mientras tanto el Gobierno está “dando pasos en cooperación en los países de origen y tránsito” de las personas migrantes.