El PSOE busca nuevas fórmulas para permitir un Gobierno de Rajoy sin quedar retratado como abstencionista durante la votación. La fórmula que se pretende es forzar la ausencia de 11 diputados durante la votación de investidura. Con esas bajas, Rajoy tendría los apoyos suficientes para convertirse en presidente, aunque el resto de la bancada del PSOE emita un voto negativo.
La propuesta está sobre la mesa de los principales dirigentes socialistas pero no cuenta con el beneplácito de la federación andaluza. Según fuentes de Ferraz, Susana Díaz quiere que todo el partido cumpla la orden de abstenerse, si esa es finalmente la decisión del Comité Federal.
Según relata un dirigente del PSOE, la presidenta andaluza tiene una ventaja con respecto al grupo parlamentario en el Congreso: “Al no ser diputada, no tendrá que tragarse el sapo de abstenerse ante Rajoy”.
El PSOE baraja otras opciones como la “abstención técnica”, en palabras de Guillermo Fernández Vara, de solo 11 diputados, aunque esta posibilidad ha ido perdiendo apoyos desde que la propuso el presidente de Extremadura.
La gestora que dirige Javier Fernández se está encontrando con más problemas de los esperados para imponer su pretensión de evitar a toda costa la celebración de terceras elecciones. Pese a haber forzado la caída de Pedro Sánchez, el nuevo poder en el PSOE no ha podido acabar con la división interna.
En Ferraz preocupa la perspectiva de afrontar la indisciplina de voto que anuncian muchos diputados. En esta posición se agrupan los parlamentarios del PSC, la diputada aragonesa Susana Sumelzo y la ourensana Rocío Frutos, además de los afines a la presidenta balear Francina Armengol. De confirmarse la rebeldía, el PSOE tendría que decidir si expulsa del partido a parte de su grupo parlamentario. La opción de forzar 11 ausencias evitaría este escenario.
La abstención es una opción que tampoco convence a muchos de los críticos con Pedro Sánchez. Eduardo Madina está entre los contrarios a facilitar la investidura de Rajoy sin más. Fuentes cercanas al diputado vasco le señalan como uno de los impulsores de la vía que apuesta por forzar las ausencias necesarias para hacer presidente a Rajoy “de la manera más limpia posible” .
Según fuentes de Ferraz, Susana Díaz “quiere que Madina se implique personalmente con la abstención” para bloquearle como candidato en el futuro. Las mismas fuentes aseguran que la presidenta andaluza todavía ve al político vasco como “un posible rival”.
En el entorno de Madina aseguran, sin embargo, que “no intentará de nuevo aspirar al liderazgo del PSOE”. Madina trasladó su decisión a Díaz, pero la presidenta andaluza no se fía.
La decisión final tiene otro protagonista: Pedro Sánchez. Nadie en Ferraz sabe qué hará el exsecretario general cuando llegue el momento de la votación. En la dirección socialista temen que decida entregar su acta de diputado en un gesto coherente con su defensa del “no es no”. Si Sánchez hace esto, su gesto será interpretado como el primero de una campaña para recuperar el poder del PSOE en unas primarias para las que nadie quiere poner fecha por el momento.