Soraya Rodríguez, la portavoz del PSOE en el Congreso, ha acusado este martes a Miguel Arias Cañete, cabeza de cartel del PP para las europeas, de haber suscrito en 2011 un contrato con el Cabildo de Gran Canaria, gobernado por el PP, para suministrar combustible a través de una de sus petroleras y no informar a la Cámara cuando era diputado. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha evitado responder sobre ese hecho cometido cuando Arias era presidente de la empresa adjudicataria y parlamentario.
La portavoz socialista ha revelado el contrato durante la sesión de control al Gobierno y se lo ha echado en cara a la vicepresidenta, además del reproche por haber pronunciado un mitin electoral desde la misma mesa del Consejo de Ministros antes de ser relevado del cargo.
El contrato fue firmado en mayo de 2011 y ascendió a un importe de 41.000 euros. En aquel momento, Arias Cañete era diputado en la oposición. El Congreso obliga a detallar las actividades, incompatibles cuando se trata de una contratación de una empresa privada con la Administración pública. Esa falta de información, se suma al trabajo de la pretrolera Ducar, de la que Cañete dispone un 2,5% de las acciones, que almacena y suministra combustible a los buques, gracias a una concesión de la autoridad portuaria de Ceuta, que tampoco se vio consignada en la declaración de actividades e intereses que se presenta a la Cámara.
La defensa de Arias Cañete por parte del Gobierno ha sido cerrada aunque tanto la vicepresidenta como el ministro de Hacienda han evitado centrarse en las circunstancias concretas del caso. De esta forma, Cristóbal Montoro ha incidido después en que Arias Cañete “ha sacado a España” de la situación en materia de Agricultura y ha “sabido defender los intereses del país”.
En su réplica, Soraya Sáenz de Santamaría se ha resistido a pronunciarse por la cuestión y ha preferido defenderse atacando directamente a Rodríguez: “Si quiere hablar de sueldos públicos, hablamos de la cesantía que estuvo cobrando siendo portavoz hasta que la eliminó un Gobierno del PP”. La vicepresidenta ha acusado a los socialistas de no preocuparse por Arias Cañete “hasta ahora” y les ha recriminado su forma de hacer oposición. “Su principal enemigo es la realidad”, ha sentenciado, y les ha recomendado “reservar la algarabía para sus mítines”.