El PSOE ya tiene respuesta ante el acuerdo alcanzado por Podemos e IU: colocarlo en la “extrema izquierda”, restarle importancia y reivindicar su legado. Pedro Sánchez apelará al voto útil durante la campaña electoral e intentará mostrarse como la única alternativa para que Mariano Rajoy salga de Moncloa. El mensaje del candidato socialista se ha visto reforzado por los portavoces del Comité Electoral, que se han encargado de minimizar el pacto de Pablo Iglesias y Alberto Garzón y de destacar el proyecto “único” de los socialistas.
La estrategia del PSOE en los últimos días ha perseguido situar a Podemos e IU en el extremo. Así lo ha expresado Sánchez en una entrevista en 'Las Mañanas de Cuatro' un día después de cerrar su pacto. El candidato socialista ha asegurado que ha entendido la “nueva política” que demandan los ciudadanos y que, a su juicio, supone hablar con el distinto “no solo con la extrema izquierda” que representan Iglesias y Garzón, según ha expresado.
“Dos millones de los votantes de Podemos están en el centro-izquierda y no votarían jamás al PCE”, expresaba un miembro de la Ejecutiva, convencido de que la “clase media acomodada” no se decantará esta vez por una coalición de izquierdas. Uno de los mensajes más repetidos por los de Sánchez es que la aritmética no es lineal en este caso. El portavoz socialista, Antonio Hernando, fue el que más claro lo expresó públicamente: “Tres más tres en política no son seis”, dijo. Ese es el sentimiento generalizado que trasladan los miembros de la dirección.
Preguntado por si es acertado el discurso de polarización, el responsable de Estrategia y Comunicación, Óscar López, responde afirmativamente: “La alianza con IU les mete en la vieja política, en lo que ellos criticaban”. “Antes Podemos apelaba a la transversalidad, pero ahora ven que pierden votantes”, aseguraba López tras conocerse el resultado del barómetro del CIS, que calificó como “demoledor” para los de Iglesias. No obstante, la dirección socialista veía con cierto optimismo esa encuesta -que pronosticaba un resultado bastante similar al del 20D- por los “indicadores positivos”, como la fidelidad del votante o la distancia con Podemos -sin incluir entonces a IU-.
Sánchez apelará al voto útil al PSOE para intentar reducir la fuga de votos por su izquierda. Los socialistas son conscientes de que la confluencia puede llegar a superarles en número de votos, aunque confían en que el sistema electoral impida que lo hagan en escaños.
26J, un plebiscito para Sánchez
“Lo que ha quedado claro es que si no gana el PSOE, en España no habrá cambio. Los españoles saben que solo hay dos personas que pueden presidir el Gobierno: Rajoy o yo”, ha dicho el candidato socialista, que ha asegurado que el 26J tendrá “más votos” y será “la primera fuerza de este país”.
De hecho, Sánchez ha asegurado que planteará estas elecciones como un plebiscito de “sí o no al cambio”. A su juicio, el PSOE es el que puede poner en marcha ese cambio. “España necesita de entendimientos transversales. Necesitamos no solo el entendimiento de las fuerzas de izquierdas sino también de algunas de derechas -ha respondido en referencia a Ciudadanos, formación a la que Sánchez engloba en las fuerzas del cambio-. Algunos son tan de izquierdas tan de izquierdas que acaban votando en contra de un presidente socialista”.
Los portavoces del Comité Electoral han reforzado la postura de Sánchez en un acto en Albacete. “La coalición de Pablo Iglesias tiene que decir si va a apoyar el cambio o si por la ambición de Iglesias se va a frenar el cambio”, ha resumido Antonio Hernando, que ha reivindicado los 137 años de historia del PSOE. “Hay algunos que no saben la importancia que tiene un partido, una organización y unas siglas porque no les ha costado nada, pero a nosotros nos ha costado mucho montar el PSOE”, ha señalado.
“Nosotros tenemos un solo proyecto para España, para toda España. Otros tienen varios proyectos para España con varios programas”, ha dicho el dirigente socialista en referencia a las palabras de Garzón, que ha asegurado que IU defenderá su programa en la campaña.
Además, la estrategia del PSOE es minimizar el pacto que se ha producido en su izquierda afeando que Iglesias y Garzón hablaran de “momento histórico”. “Con qué poco se conforman. Para ellos un momento histórico fueron dos folios, la concreción de las siglas y ocho escaños -ha expresado Isabel Rodríguez-. Para nosotros hacer historia es mucho más”, ha expresado la coportavoz del Comité Electoral, que ha reivindicado el legado de los gobiernos socialistas, como la sanidad universal, el matrimonio homosexual o la tasa de alfabetización, según ha enumerado.
“Las coaliciones electorales no cambian la historia de un país, la cambian los gobiernos apoyados por la gente”, ha dicho Hernando. “No tenemos ningún complejo ante coaliciones”, ha reiterado su número dos.
Sánchez depende del 26J
Sin embargo, no todo el partido se muestra tan optimista como la dirección. “Con esta decisión Pablo Iglesias consigue blanquear la imagen que ha dado desde las elecciones”, reflexionaba un exdirigente, que teme que el PSOE baje aún más porque pronostica una menor participación. “A Podemos se le facilita la estrategia porque aglutina a la izquierda mientras que el PSOE pacta con la derecha”, agregaba este destacado socialista situado en el sector más crítico con Sánchez, que reprochaba al secretario general buena parte del “desgaste” que acumula el PSOE.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también reconoció que el acuerdo Podemos-IU “cambia bastante el ambiente”. Lo hizo en una entrevista en la Cope una semana antes de que Iglesias y Garzón lo cerraran en la que descartó que se pueda producir el 'sorpasso' a los socialistas.
En el PSOE se asume que el futuro de Sánchez al frente de la organización dependerá del resultado del 26J y que, si no logra un resultado que le permita gobernar, Susana Díaz dará la batalla por hacerse con la secretaría general. El peso de Andalucía, la federación más potente, le allanaría el camino. La duda que expresan algunos dirigentes es si la presidenta andaluza dará margen a Sánchez para negociar en caso de que la suma con Podemos e IU le permita llegar al Gobierno si no necesita del apoyo de los independentistas. En el último Comité Federal Díaz marcó la línea que Sánchez debe superar: quedar en primera posición.
La presidenta andaluza reconoció que, con 90 escaños y la aritmética que dejaron las urnas el 20D con una mayoría de derechas, “es imposible” formar Gobierno para el PSOE. Sus palabras se interpretaron en las filas socialistas como una advertencia a Sánchez. También entre algunos de los dirigentes más próximos al secretario general temen que “si no tiene margen” para llegar a Moncloa tenga que tirar la toalla al frente del PSOE. “Mi futuro lo decidirán primero los españoles y luego los militantes”, ha repetido Sánchez, que ha reiterado su intención de volver a presentarse a las primarias para seguir al frente del partido pase lo que pase.