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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Malestar en el PSOE por la decisión de Pedro Sánchez de aplazar el congreso que decidirá su futuro

Pedro Sánchez vuelve a tomar una decisión discutida en el seno del PSOE. El secretario general avanzó este lunes su intención de aplazar a esta primavera la celebración del congreso en el que los socialistas revalidarán su liderazgo o elegirán uno nuevo, si es que se presenta un rival. El anuncio no ha sentado bien en los sectores más críticos con el candidato socialista que, además de atribuirle el descalabro electoral, consideran que con el aplazamiento del cónclave interno pretende blindarse ante una hipotética repetición de las elecciones.

“El secretario general y yo hemos informado de la conveniencia de convocar el periodo de congresos en primavera como fecha orientativa”, expresó el número dos del partido, César Luena, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva en la que Sánchez transmitió su intención de presentarse al congreso para revalidar su puesto. En el entorno del líder socialista respaldan la decisión y la consideran acertada para evitar “ruido”.

Sin embargo, ha sentado mal en muchas federaciones socialistas. Primero, porque recuerdan que la convocatoria de los congresos corresponde al Comité Federal, integrado por 350 dirigentes, y no a la Ejecutiva. Fuentes consultadas por eldiario.es acusan de “chulería” a la dirección por la forma en la que se ha planteado. La reunión del Comité Federal del próximo lunes se prevé tensa e incluso hay fuentes que apuntan a que algunos de los presentes intentarán forzar que el congreso se celebre cuando toca, según los estatutos del partido: cuatro años después del anterior, que tuvo lugar en febrero de 2012.

“Las cosas hay que hablarlas y nosotros no somos el PP que puede aplazar sus congresos hasta que les dé la gana”, dice un destacado dirigente. “El congreso toca cuando toca. No podemos estar pensando en convocarlo cuando a mí me conviene en base a mi debilidad”, apunta un exdirigente madrileño, que considera que es una “irresponsabilidad” posponerlo tras la debacle electoral que ha sufrido el PSOE.

Algunos barones están decididos a pedir que el congreso se celebre antes de la convocatoria de unas nuevas elecciones, una posibilidad que cada vez cobra más fuerza en el PSOE. En Ferraz lo que pretenden es, precisamente, que el cónclave se aplace hasta que hayan acabado las sesiones de investidura. Entienden que es “razonable” que el partido no se vea inmerso en procesos internos “en una situación así”, es decir, de incertidumbre sobre la gobernabilidad.

No hay precedentes en España de una repetición de comicios. Mientras en Ferraz dan por hecho que el candidato sería Sánchez, en otros sectores no lo ven tan claro. Algunos miran a Susana Díaz y a Eduardo Madina, que perdió ante Sánchez las primarias por liderar el partido.

En el PSOE también hay preocupación por la posibilidad de que Sánchez intente formar Gobierno pese a que necesite a Podemos y a fuerzas nacionalistas. “El PSOE no puede gobernar a cualquier precio”, fue el mensaje que han lanzado los principales barones, que han dejado claro que Sánchez se tiene que quedar en la oposición porque es ahí donde le han colocado los ciudadanos.

Podemos, una línea roja

Destacados dirigentes, entre ellos presidentes autonómicos, quieren salir del Comité Federal con una decisión firme y clara de que el PSOE no pactará ni con Podemos ni con los independentistas para gobernar. Es competencia de este órgano marcar la política de alianzas.

Las quejas ya han llegado a Sánchez, en el caso de que pretenda gobernar con el apoyo de Podemos y los independentistas. Los barones salieron en tromba este lunes para marcar líneas rojas al candidato del PSOE: no pactar con Podemos si su condición es la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña.

Salvo que cambie la situación y el PP logre acuerdos para sacar adelante la investidura de Rajoy -algo prácticamente imposible-, en el PSOE cada vez se da más por hecho que las elecciones tendrán que volver a celebrarse dentro de unos meses. “Es la opción que veo más clara”, expresa un barón, que coincide con varios dirigentes consultados por esta redacción.

No obstante, esa opción preocupa en las filas socialistas ante la posibilidad de enfrentarse a un descalabro mayor que el del 20D. “El PP iría con otro candidato y arrasaría”, comenta un miembro de la Ejecutiva, que coincide con otro dirigente territorial: “Rajoy no sería el aspirante y sacaría 20 diputados más”. Unas nuevas elecciones dibujarían un escenario totalmente distinto para el PSOE y Ferraz no quiere analizar “fases” a las que aún no se ha llegado. En los sectores críticos se estudia la posibilidad de que Sánchez no sea el candidato.