PSOE y ERC pactan una mesa de negociación entre el Gobierno central y la Generalitat en la que se podrá hablar de todo. El documento de un folio y medio en el que las dos formaciones han trabajado durante seis semanas para encontrar un acuerdo que permita a los trece diputados republicanos abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez otorga “libertad” en las propuestas que cada parte podrá llevar a la mesa para buscar una solución al “conflicto político” en Catalunya.
Así, el documento que este jueves avalará el Consell Nacional de ERC y este viernes la Ejecutiva del PSOE establece un “diálogo abierto sobre todas las propuestas presentadas”: “Todas las partes aportarán con libertad de contenidos sus propuestas detalladas sobre el futuro de Catalunya. Y se valorarán, debatirán y argumentarán las posiciones al respecto de cada propuesta”.
Con ese párrafo, el PSOE se abre a valorar y debatir el referéndum de autodeterminación en Catalunya, que es la vía que defiende el Govern bipartito de JxCat y ERC como salida a problema de “naturaleza política”. Ahora bien, los socialistas siempre han rechazado el derecho a decidir por lo que argumentarán en contra de esa medida. En la primera reunión de la comisión bilateral entre Gobierno y Generalitat que se celebró el verano de 2018, una de las exigencias del Ejecutivo de Quim Torra fue plantear la autodeterminación. El Gobierno de Sánchez aceptó que sus interlocutores lo expusieran y lo rechazó.
Arrancará 15 días después de que haya Gobierno
Además, el documento pactado para la creación de una “Mesa de diálogo, negociación y acuerdo” entre gobiernos se rige por la “bilateralidad” que le reconocen a la relación entre Estado y Catalunya y establece que “actuará sin más límites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático”. Para los socialistas la autodeterminación está fuera de la ley.
Aparte de la “libertad” en los contenidos a discutir, la mesa pactada por PSOE y ERC incluye otros tres “principios”. El primero es que estará compuesta por el mismo número de personas por parte del Gobierno como de la Generalitat: “Se establecerán las delegaciones de forma paritaria y con los miembros que ambas partes decidan”. También señala un “calendario transparente”. La pretensión es que los trabajos arranquen quince días después de que se constituya el Gobierno de Pedro Sánchez y la mesa “establecerá plazos concretos para sus reuniones y para presentar sus conclusiones”.
La última regla son el seguimiento y las garantías de cumplimiento. “La Mesa establecerá mecanismos para garantizar el inicio y mantenimiento de su actividad y el cumplimiento de los acuerdos”, reza el texto. No obstante, el acuerdo en sí no establece un límite temporal para que la negociación se dé por finalizada.
Consulta y coordinación con otros “espacios de diálogo”
Los resultados de esa mesa de negociación se someterán a consulta ciudadana en Catalunya. “En este espacio deberán buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a través de los procedimientos oportunos. Las medidas en que se materialicen los acuerdos serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Catalunya, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político”, dice el documento.
El acuerdo también señala que la mesa de negociación bilateral supone “abordar la apertura de una nueva etapa basada en el diálogo efectivo, abierto y sincero y apostar por el reconocimiento y entendimiento institucional”, pero tendrá que coordinarse con otros “espacios de diálogo institucionales y parlamentarios”, como la comisión bilateral Estado-Generalitat que fija el Estatut o la Mesa de Partidos constituida con poco éxito en el Parlament. El texto afirma que esas fórmulas deberán “potenciarse”.
“Las partes firmantes de este acuerdo constatamos que nos encontramos ante la oportunidad de desbloquear y encauzar el conflicto político sobre el futuro de Catalunya y establecer las bases para su resolución, pues hay voluntad de diálogo para alcanzar un acuerdo que nos permita superar la situación actual”, dice el acuerdo en su presentación, a pesar de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya ha advertido de que el acuerdo suscrito por ERC con el PSOE no vincula al Govern.
ERC y PSOE dejan por escrito el “reconocimiento de esta oportunidad, y la voluntad y firmeza política expresada por ambas partes” a la hora de llegar a ese entendimiento con el que pretenden dejar atrás la “judicialización” de la situación política en Catalunya de los últimos años.
Las partes firmantes de este acuerdo constatamos que nos encontramos ante la oportunidad de desbloquear y encauzar el conflicto político sobre el futuro de Catalunya y establecer las bases para su resolución, pues hay voluntad de diálogo para alcanzar un acuerdo que nos permita superar la situación actual.
El reconocimiento de esta oportunidad, y la voluntad y firmeza política expresada por ambas partes, permiten explorar y abordar la apertura de una nueva etapa basada en el diálogo efectivo, abierto y sincero y apostar por el reconocimiento y entendimiento institucional.
Por todo ello, conforme a los principios de lealtad institucional y bilateralidad que rigen el marco político de relación entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Catalunya, acordamos lo siguiente:
1. El reconocimiento del conflicto político y la activación de la vía política para resolverlo.
Partimos del reconocimiento de que existe un conflicto de naturaleza política en relación al futuro político de Catalunya.
Como cualquier conflicto de esta naturaleza, sólo puede resolverse a través de cauces democráticos, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo.
2. Creación de una MESA BILATERAL DE DIÁLOGO, NEGOCIACIÓN Y ACUERDO PARA LA RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO POLÍTICO.
Por ello, adoptamos el compromiso de crear una Mesa de diálogo, negociación y acuerdo entre Gobiernos, que partirá del reconocimiento y legitimidad de todas las partes y propuestas y que actuará sin más límites que el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático.
Esta Mesa como instrumento político se sustenta en los siguientes principios:
1) Composición: el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Catalunya. Se establecerán las delegaciones de forma paritaria y con los miembros que ambas partes decidan.
2) Contenido: diálogo abierto sobre todas las propuestas presentadas. Todas las partes aportarán con libertad de contenidos sus propuestas detalladas sobre el futuro de Catalunya. Y se valorarán, debatirán y argumentarán las posiciones al respecto de cada propuesta.
3) Calendario transparente: la Mesa iniciará sus trabajos en el plazo de quince días desde la formación de Gobierno de España y establecerá plazos concretos para sus reuniones y para presentar sus conclusiones.
4) Seguimiento y garantías de cumplimiento: la Mesa establecerá mecanismos para garantizar el inicio y mantenimiento de su actividad y el cumplimiento de los acuerdos.
En este espacio deberán buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a través de los procedimientos oportunos. Las medidas en que se materialicen los acuerdos serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Catalunya, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político.
Esta Mesa se coordinará con otros espacios de diálogo institucionales y parlamentarios ya existentes, que deberán potenciarse. Entre otros, la Comisión Bilateral Generalitat-Estado recogida en el Estatuto de Autonomía de Catalunya y la Taula de Partits existente en el Parlamento de Catalunya.