El PSOE espera negociar ‘in extremis’ con el Gobierno una salida para Carles Puigdemont que evite la aplicación del 155 y la consiguiente intervención de la autonomía de Catalunya. Los socialistas lo han intentado durante toda la jornada de este miércoles y no tirarán la toalla en la negociación de última hora, aunque ven complicado que los de Mariano Rajoy y el presidente catalán cedan. La propuesta de los socialistas de incluir una cláusula en el texto del 155 que contempla su suspensión en caso de que Puigdemont disuelva el Parlament y convoque elecciones no cuenta con el respaldo del PP, aunque se ha abierto a estudiarla.
El Pleno del Senado dará el visto bueno definitivo al 155 este viernes con la asistencia y la probable participación de presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Tan solo quedan unas horas de margen, pero los socialistas ven una pequeña rendija abierta para la esperanza.
La salida para los socialistas es que Puigdemont convoque elecciones dentro del marco de la legalidad y el PP acepte entonces paralizar las medidas del 155. “Un gesto de humildad facilitaría que otros grupos moviesen posiciones”, le ha dicho el portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, a los conservadores. “Esta enmienda es una garantía y también una alternativa”, ha dicho el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en una comparecencia pasadas las 22 horas. Precisamente Puigdemont se ha escudado en la falta de garantías que le daba el Gobierno para no aplicar el 155 para dar marcha atrás en su intención de convocar elecciones.
“Lo que queremos es que el secesionismo no encuentre ninguna justificación que le lleve a declarar la independencia porque no tiene otro remedio. Es una forma de que encuentre una salida y no tenga que justificarse en que no encuentra ninguna posibilidad”, ha explicado Ábalos.
“No tenemos un buen presagio”
No obstante, el tiempo se agota y, en caso de salir adelante la propuesta del PSOE, Puigdemont solo tendría de margen desde que finalice el Pleno del Senado hasta que se publique formalmente el acuerdo del 155 para convocar elecciones, es decir, unas horas. Además, una declaración de independencia del tipo que sea entierra esa vía: “Es verdad que el sentido de esta enmienda depende de la actitud que tome el Parlament porque si se adelanta con una declaración ya no tiene viabilidad”, dice el PSOE.
Ábalos ha admitido que duda de que el presidente catalán opte por los comicios: “No parece sinceramente que este pueda ser el final”. La dimisión del conseller Santi Vila profundiza en el pesimismo: “No tenemos un buen presagio”.
Durante la mañana de este jueves esa opción había cobrado fuerza cuando Puigdemont se ha mostrado partidario de convocar los comicios, pero su marcha atrás ha descolocado a los negociadores. Aún así, los socialistas mantendrán la propuesta y presionan a ambos lados para que reculen. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha ofrecido a Puigdemont a acompañarle al Senado para que dé marcha atrás.
El PSOE habla con el Gobierno y con Puigdemont
Iceta intercedió durante la mañana de este jueves: habló con la vicepresidenta, Soraya Sánez de Santamaría, y con Puigdemont. Fuentes socialistas sostienen que Pedro Sánchez también habló con Mariano Rajoy y con el presidente catalán para tratar de evitar “el desastre”, según lo ha definido en el Senado su portavoz. Tras el pleno, Iceta volvió a reunirse con el presidente catalán.
En el Gobierno se han mantenido atentos durante todo el jueves a las idas y venidas de Puigdemont alrededor de la convocatoria de elecciones o la declaración de independencia. Un cambio de opinión en horas que en Moncloa han tachado como “inaceptable y ridículo”. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que era evidente que el Ejecutivo tenía que tomar cartas en el asunto ante el “desgobierno” que vivía Catalunya cuando defendió en el Senado la intervención de la autonomía catalana a través del artículo 155 de la Constitución.
El Gobierno se mantuvo firme ante una de las enmiendas que proponía al PSOE para modificar las medidas aprobadas en el artículo 155: frenar la intervención de la autonomía en caso de que Puigdemont convocara elecciones autonómicas dentro de la legalidad. Pero no hay confianza entre ambas administraciones. En el Ejecutivo de Rajoy no se fían de Puigdemont. La respuesta oficial más repetida era que “la hoja de ruta por la que se había puesto en marcha el 155 tiene como objetivo recuperar la legalidad constitucional y estatutaria”, no solo unos comicios autonómicos.
“No podemos aprobar la medida que nos propone el PSOE y que nos encontremos con un movimiento final de Puigdemont proclamando la república y convocando elecciones autonómicas. Haríamos el ridículo después de lo que nos ha costado poner en marcha el 155”, aseguran fuentes del Gobierno.
No obstante, el portavoz del Partido Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, no cerró la puerta totalmente a la admisión de una enmienda que podría desbloquear la crisis catalana antes de implantar las medidas del 155. Barreiro aseguró en la parte final de su intervención en defensa de la intervención de la autonomía que la propuesta del PSOE “no gusta pero hay tiempo hasta mañana”, cuando en el pleno del Senado se vote finalmente el acuerdo final que contendrá los preceptos que tendrá que decretar el consejo de ministros.
Los socialistas pronostican que la noche será larga y se quedan con que “el PP lo está estudiando”. Dan por hecho que las negociaciones se prolongarán. El PSOE espera, además, una propuesta de transaccional del PP para su propuesta de que el Gobierno no intervenga TV3. Los socialistas consideran que debe ser el Parlament el que lleve el control de los medios de comunicación públicos. No obstante, Moncloa tiene derecho de veto en cualquier propuesta que llegue de la Cámara autonómica una vez se ponga en marcha el 155.