El PSOE no tendrá un líder estable y duradero hasta febrero de 2016, fecha probable de la celebración del 39º Congreso Federal. Hasta entonces, todo es imprevisible, y hay toda una carrera de obstáculos para quien aspire a llegar a dicho congreso y ganarlo.
El proceso en el que está inmerso el PSOE es muy complejo y puede dar lugar a todo tipo de giros inesperados. En teoría, ese futuro líder estable tiene que pasar por cuatro escenarios muy difíciles y las dos elecciones más importantes que se celebran en este país: las municipales y autonómicas del cuarto domingo de mayo de 2015, y las generales que previsiblemente se celebrarán para el mes de noviembre del mismo año.
De momento, el primer escenario de los cuatro aspirantes a liderar el PSOE es conseguir cerca de los 10.000 avales necesarios para poder ser candidatos antes del 27 de junio. Y el segundo escalón por el que tiene que pasar el futuro líder es ganar las primarias del PSOE el 13 julio.
Luego, según el acuerdo político adoptado, el ganador será refrendado por el 38º congreso extraordinario, fijado para el 26 y 27 de julio, y formará su Ejecutiva.
Pero será un secretario general para año y medio. Al ser congreso extraordinario, según fuentes de la Secretaría de Organización, no evita que el partido tenga que celebrar el congreso ordinario en tiempo y forma, lo que significa que debe haber otro cónclave socialista no más allá de febrero de 2016, en el que se tendrá que elegir al secretario general del PSOE otra vez.
Y antes de eso, si quien gane mantiene el calendario de primarias ya acordado y aprobado por los máximos órganos del partido para noviembre de 2014, el nuevo secretario general tendrá que pasar también por este proceso, sólo cuatro meses después de ser elegido, si desea aspirar a ser el cartel de los socialistas de cara a las elecciones generales.
Fuentes cercanas a Carme Chacón confirmaron a eldiario.es que, si hay primarias abiertas, en esta ocasión no volverá a dar un paso atrás y se presentará, sea quien sea el nuevo secretario general del PSOE.
Por ello, el líder socialista que salga en julio no tiene garantizada su candidatura y, en hipótesis, podría llevar al PSOE hacia una bicefalia.
Todo ello, además, aderezado con los dos procesos electorales de 2015, cuyos resultados, lógicamente, marcarán el devenir del partido, tanto del secretario general como de la persona que sea candidata a la Presidencia del Gobierno.
Con todo ello cabe concluir que en el PSOE van a pasar muchas cosas en este año y medio, muy difíciles de anticipar. No es que el 38º Congreso Extraordinario pueda volver a ser fallido como el de Sevilla, es que marcará un mandato muy breve, con acontecimientos que pueden hacer variar todos los pronósticos.