El PSOE llama a la movilización de la izquierda y lanza la 'alerta anti Milei' para cerrar el paso a la ultraderecha el 9J
El PSOE lleva meses de diseño de una estrategia electoral de cara a las europeas del 9 de junio que se hizo carne el pasado fin de semana en Vistalegre. La cumbre ultraderechista que se congregó en Madrid en torno a Javier Milei simbolizó exactamente aquello sobre lo que los socialistas quieren dar la voz de alarma: el populismo ultra que amenaza con avanzar en las instituciones comunitarias para poner en riesgo los avances de varias décadas.
“Esa concentración es un reflejo de lo que de verdad quieren. Vienen a España porque somos el bastión del modelo social y de progreso que quieren combatir. Y eso debe ser interpretado como una alerta: no podemos dar por descontada ni las democracias ni los valores y derechos y libertades de los europeos. Hay que cuidarlo y, para eso, hay que poner pie en pared”, sostienen desde el equipo de la candidata Teresa Ribera.
Los socialistas ven en esa 'alerta anti Milei' un acicate para la movilización de la izquierda ante una convocatoria electoral que tradicionalmente cuenta con datos de participación muy bajos. “Esto tendría que significar un revulsivo, no puede haber pereza a la hora de acudir a las urnas”, claman desde la candidatura socialista.
En Ferraz incluyen en la ecuación ultraderechista la aquiescencia de la derecha tradicional respecto a postulados reaccionarios o incluso xenófobos y alertan del riesgo de normalizar a quienes quieren acabar con todo, incluida la actual idea de Europa. “No podemos dar por garantizada la democracia, hasta el Imperio Romano cayó. Son amenazas reales ante las que buena parte de la derecha tradicional en Europa se inclina por rendirse ante la extrema derecha en vez de defender los principios democráticos”, sostienen en el partido.
Tanto el PSOE como el Gobierno centran su ofensiva política estos días en la figura del presidente argentino y en los sectores conservadores y reaccionarios en nuestro país que no han sido capaces de desmarcase de sus palabras. “No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucie y se tome cinco días para pensarlo”, dijo Milei en el acto de Vox.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció este martes que el Gobierno ha decidido retirar de forma definitiva a la embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, por la actitud del presidente argentino, Javier Milei, que no solo no ha pedido disculpas por sus insultos a Pedro Sánchez y su esposa, sino que los ha agravado en las últimas horas.
“La retirada de la embajadora supone que la embajada continuará a un nivel de encargado de negocios”, explicó Albares en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El domingo, el Gobierno llamó a consultas a su embajadora en Buenos Aires y, posteriormente, convocó al embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, después de que Milei, en ese acto en Madrid, llamara “corrupta” a Begoña Gómez y acusara a Sánchez de ampararla.
Moncloa ha pedido reiteradas veces al presidente argentino que pida perdón, pero el Ejecutivo sudamericano ha repetido en diversos ámbitos que era España la que debía pedir disculpas por los supuestos ataques vertidos contra Milei. “No existe que un jefe del Estado que acuda a la capital de otro país para insultar a sus instituciones y realizar una injerencia en sus asuntos internos”, insistió Albares, que también recordó que el Gobierno puso a disposición de Milei tanto la base aérea de Torrejón como la seguridad necesaria para su viaje, en el que no se reunió ni con el rey ni con ningún representante del Ejecutivo. “Es un caso único en la historia de las relaciones internacionales”, añadió.
Lejos de pedir disculpas, este mismo lunes Milei afirmó sentirse “agredido” por Sánchez, de quien dijo que “trabaja alineado con el kirchnerismo”. “No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista... Si yo fui el agredido”, afirmó el mandatario en una entrevista concedida al canal Todo Noticias (TN), horas después de regresar de su viaje a España.
Un programa para “reforzar Europa”
Con el discurso contra la extrema derecha los socialistas aspiran a movilizar al electorado progresista para voltear las encuestas que dan la victoria a la derecha. Y aspiran a hacerlo en base a un programa electoral de marcado perfil social y progresista con el medio ambiente y las políticas fiscales como dos de los ejes fundamentales.
En el programa difundido este martes, el PSOE hace bandera de algunas de las políticas implementadas por el Gobierno de Pedro Sánchez durante los últimos seis años. Y por eso proponen exportar a nivel europeo algunas de las medidas que el Ejecutivo lleva a gala en su balance legislativo.
En contraste con las recetas neoliberales de la derecha y la ultraderecha, los socialistas plantean una política fiscal europea claramente redistributiva. El programa recoge, por ejemplo, la creación de un impuesto europeo a las grandes fortunas, así como un gravamen especial a los beneficios extraordinarios de la banca en la Unión Europea.
“Se considerarán fuentes de ingresos como los impuestos de solidaridad que gravan beneficios extraordinarios, la imposición de sectores como el bancario cuyo valor añadido está infragravado, los impuestos sobre las transacciones financieras, la recaudación derivada de la aplicación del Pilar 1 de la OCDE y la tributación de las grandes fortunas y de las ganancias de capital, incluidas las recompras de acciones”, refleja el programa.
En ese documento se expone la desigualdad en el reparto de la riqueza como uno de los grandes desafíos de las sociedades europeas. “La concentración de la riqueza y el incremento de las desigualdades son algunos de los mayores desafíos que afrontan los Estados miembros. En la UE, el 1% más rico acapara el 25% de toda la riqueza, lo que socava la cohesión social y económica.
También pone el foco el PSOE en su programa en las grandes multinacionales: “Consideramos que las empresas, en particular las grandes multinacionales, deben pagar la parte que les corresponde, por lo que defendemos el desarrollo de la tributación mínima adecuada en el Impuesto sobre Sociedades a nivel internacional y dentro de la UE, logrando una mayor armonización del impuesto a la vez que evitamos una carrera a la baja, con el objetivo de lograr una distribución más equitativa de los ingresos fiscales entre los países donde operan las corporaciones transnacionales”.
Gran parte de esa recaudación, defienden desde la candidatura de Ribera, debe ir a implementar una agenda verde más ambiciosa y más equitativa entre territorios y entre clases sociales, otro de los ejes de campaña que confrontarán con el ideario de la derecha y la ultraderecha.
Los socialistas asumen que el choque con el PP durante la campaña convertirá en gran medida el camino hacia el 9-J en una contienda muy nacional. Aunque rehúyen la idea de hacer de la cita con las urnas en las elecciones europeas en un plebiscito sobre Sánchez o Feijóo. “Nos gustaría que el PP hiciera alarde de europeísmo y no tanto una campaña de medias verdades o mentiras abiertas intentando desprestigiar al gobierno nacional. Pero la verdad es que esperamos lo que ya hemos visto: una rendición absoluta hacia la ultraderecha. Si lo plantean como plebiscito será porque no tiene plan para Europa y prefieren volver al fango nacional”, lamentan.
Ferraz ha diseñado una campaña por todo el territorio con más de 800 actos programados. Al menos en cinco de ellos acompañará a Teresa Ribera el presidente de Gobierno. Pedro Sánchez abrirá este jueves en Valencia y también tiene previsto acudir a Sevilla, Valladolid y Málaga antes del cierre del día 7 de junio en Madrid.
10