Política internacional, política social y Cataluña. Son los tres ejes sobre los que ha versado la conversación entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy en su primera reunión tras la reelección del secretario general del PSOE. El Gobierno destaca las “coincidencias” y los socialistas su apoyo en cuestiones internacionales y en el conflicto territorial siempre y cuando el PP dé un paso al frente y abandone el “inmovilismo”. Aunque Sánchez le ha pedido “mesura” en las declaraciones, Rajoy “no ha puesto sobre la mesa” la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
El PSOE ya ha trasladado de manera oficial a través de la portavoz parlamentaria, Margarita Robles, su rechazo a la aplicación de ese mecanismo constitucional que supone la suspensión de la autonomía. Robles ha asegurado que ya ha habido un posicionamiento en contra por parte de la nueva dirección socialista en su última reunión.
“El PSOE entiende que no procede acudir al 155”, ha expresado Robles, para quien existen otras “vías” dentro del ordenamiento jurídico para frenar el referéndum soberanista que los socialistas también consideran ilegal. No obstante, también ha desvelado que la utilización del Tribunal Constitucional en la línea que manifestó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para paralizarlo en “24 horas” tampoco les satisface porque la modificación normativa que lo hace posible fue “muy crítico”. Robles, además, ha asegurado que “no es suficiente acudir a los tribunales”.
En esa línea, Sánchez ha instado a Rajoy a que mantenga “diálogo” con Carles Puigdemont, el presidente de la Generalitat. Si ese contacto se antoja imposible, el PSOE exige al Gobierno que dé algún paso. No obstante, no ha concretado qué medidas satisfarían al principal partido de la oposición.
“Pedro Sánchez le ha transmitido que es indispensable que haya vías de diálogo. Este país lleva cinco años con un problema político y por parte del Gobierno no se están dando los pasos adecuados –ha señalado Robles–. Defensa de la legalidad, siempre; pero no se puede atrincherar en planteamientos defensivos”. “Si no pudiera llevarse a cabo ese diálogo, se plantearían iniciativas legislativas que esperamos tengan el consenso de las fuerzas políticas”, ha dicho Robles.
Oferta de financiación para Cataluña
Con lo que sí amenazan es con tomar la iniciativa legislativa si el Gobierno sigue anclado en el “inmovilismo” y Robles asegura que no han visto “ninguna posición activa para abordar lo que puede pasar”. “Si el Gobierno no lo hace, lo hará el PSOE”, ha zanjado.
Lo que no ha concretado, pese a la insistencia de los periodistas, es qué iniciativas legislativas pretenden impulsar en caso de que el Gobierno no se mueva.
La excusa es que Rajoy ha quedado en que “las estudiaría, analizaría y daría una respuesta”. “Vamos a esperar a ver qué respuesta da”, ha expresado Robles, aunque el Gobierno asegura que no se han puesto medidas concretas sobre la mesa.
Dentro de esas iniciativas se encuentra la reforma de la Constitución que el PSOE defiende desde hace años, pero que no se ha puesto en marcha todavía. Además, Robles ha dicho que se trataría de esa modificación constitucional “pero no solo eso” y ha apuntado a propuestas en materia de financiación para Cataluña.
Sobre política internacional, Sánchez ha trasladado al presidente que el G20 debe marcarse como prioridad la lucha contra el cambio climático y su preocupación por los refugiados. Además, ha asegurado que el PSOE apoyará a la UE sobre el Brexit.
Respecto a la política social, Sánchez ha abordado de manera “tangencial” el techo de gasto al que los socialistas se opondrán, al igual que a los objetivos de déficit en la nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. El socialista le ha manifestado su inquietud por el sistema de pensiones, por el paro juvenil y de larga duración, y le ha instado a llegar a un acuerdo con los sindicatos en materia de subida salarial.
La reunión de Pedro Sánchez y Mariano Rajoy se ha prolongado durante cerca de dos horas. La última vez que ambos líderes se encontraron en Moncloa el clima fue completamente distinto: el socialista volvió a decirle “no es no” a Rajoy para su investidura y aseguró que la reunión, de 20 minutos de duración, había sido “prescindible”.