El PSOE quiere dejar a Ciudadanos sin argumentos en contra de la moción de censura con la que aspira a que Ángel Gabilondo llegue a las elecciones de 2019 como inquilino de la Puerta del Sol. Los socialistas aún no han conseguido sentarse con el grupo que pilota Ignacio Aguado pero tienen una estrategia: defender como programa de gobierno únicamente medidas en las que han estado de acuerdo tanto Podemos como Ciudadanos para que ninguno pueda decir que no. Con ese objetivo, el PSOE aparcará la demolición de algunos de los proyectos estrella de Cristina Cifuentes.
Gabilondo se presentará al debate de la moción de censura con un programa que aglutina iniciativas que cuentan con el visto bueno de PSOE, Podemos, Ciudadanos e, incluso, en algunos casos, del PP. Medidas que no generen o hayan generado en la legislatura tiranteces entre los grupos. “Espero que, en consecuencia, si se hace un programa basado en acuerdos ya adoptados no les parezca mal”, expresó el exministro en una entrevista en eldiario.es.
En ese programa de “mínimos”, en principio, no estará ni la paralización de la ley del suelo ni de la ley de universidades, dos grandes proyectos de legislatura que han podido salir adelante gracias al apoyo de Ciudadanos. Los de Aguado votaron en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por PSOE y Podemos en ambos casos. “Esos dos temas quedan aparcados para buscar un consenso posterior”, señalan fuentes socialistas a eldiario.es.
Podemos evita confirmar que este acuerdo ya se haya alcanzado, pero indica que la prioridad es “echar a Cifuentes de la Comunidad de Madrid”. “Estas dos leyes no pueden aprobarse tal y como están, y eso lo compartimos con los socialistas”, dicen fuentes del grupo. El grupo confía en que, si estas dos leyes no entran en el documento inicial, se aborden como “acción de Gobierno”. “En los Consejos de Gobierno es donde se verán las cosas”, zanjan.
En este sentido, desde Podemos restan importancia a dejar todo atado y bien atado antes de la moción: “Este programa de por dónde irán los tiros no tiene vinculación jurídica. Entendemos que si los socialistas se han opuesto a estas leyes lo mantendrán con posterioridad”, aseguran.
La Ley del suelo y la Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior (LEMES) tienen dos cosas en común: forman parte de la batería de grandes promesas del Gobierno de Cifuentes y no son bien vistas, además de por la oposición, por una parte de la sociedad civil que se ha movilizado en su contra.
La primera ley está en una fase de tramitación bastante avanzada en la Asamblea de Madrid. En los últimos meses, el texto inicial está retocándose con las más de 100 enmiendas presentadas por los grupos y debería volver al pleno para aprobarse definitivamente. El proyecto del Gobierno, que Ciudadanos calificó de “mejorable”, reduce el control administrativo eliminando la calificación urbanística, permite poner carpas en suelo protegido y avala la regularización de fincas ilegales, tres puntos que han puesto en pie de guerra a las organizaciones ecologistas.
La Ley de universidades se encuentra en una etapa mucho más embrionaria. Un error de la propia Cifuentes ha retrasado la tramitación, obligando a que el texto vuelva a iniciar el proceso parlamentario. La presidenta se equivocó en el pleno y votó a favor de una enmienda a la totalidad, lo que sacó adelante la propuesta alternativa de Podemos. Ante tal circunstancia, el Gobierno retiró el proyecto para cortar la tramitación y lo ha vuelto a presentar de nuevo. Eso mismo podría hacer Gabilondo con estas dos leyes si algún día es presidente.
El proyecto para regular las universidades se ha rodeado de polémica desde su nacimiento: el Ejecutivo se vio obligado a limarlo para garantizarse el apoyo de los rectores y muchas agrupaciones de estudiantes lo han rechazado. Entre los argumentos más repetidos está la implementación de una financiación por objetivos (la fija solo cubre el funcionamiento mínimo) y la falta de negociación con la comunidad educativa.
El PSOE ha comenzado ya la ronda de contactos con los grupos para preparar el terreno de cara a la moción de censura. Este martes la dirección socialista se ha reunido por segunda vez con la delegación de Podemos. Los socialistas no creen que el grupo que dirige Lorena Ruiz-Huerta vaya a poner escollos en la negociación.
Ciudadanos ha rehusado por el momento reunirse con el PSOE porque consideran que aún no están en el escenario de la moción de censura. Por el momento, el PP está dentro del plazo que le marcó Albert Rivera para apoyar a un candidato alternativo a cambio de la cabeza de Cifuentes. Ante la negativa de la presidenta madrileña a abandonar la Puerta del Sol, Ciudadanos ha amenazado con apoyar la moción de censura.
No obstante, el portavoz del grupo, Ignacio Aguado, ha advertido a los socialistas de que, en el caso de llegar a ese punto, sería su partido el que impondría las “condiciones” para apoyar la moción. En el PSOE son escépticos respecto a la posición de Ciudadanos y creen que acabará apoyando un “recambio” del PP. “Los ultimátum de Rivera son un apaño”, aseguró Pedro Sánchez en una entrevista en eldiario.es. Los socialistas consideran que Ciudadanos no respaldará a Gabilondo para evitar que se consolide en 2019.