Pedro Sánchez presentará una moción de censura contra Rajoy tras la sentencia de la Gürtel
Solo unas horas después de haber conseguido salvar los presupuestos, Rajoy se enfrenta a la segunda moción de censura de la legislatura. Esta vez es Pedro Sánchez y el PSOE quienes apuestan por discutir la presidencia a un partido que acaba de ser condenado por beneficiarse de los manejos de la trama Gürtel. Tras un intenso debate en el círculo más íntimo de Pedro Sánchez, los socialistas se encaminan al anuncio: Pedro Sánchez volverá al Congreso para intentar hacerse con el puesto de Mariano Rajoy. “La decisión está tomada al 100%”, aseguran fuentes de la ejecutiva del PSOE.
El secretario general del PSOE ha dedicado la tarde de este jueves a consultar con su núcleo de confianza y sondear los pros y contras de un movimiento de estas características. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, medió para que Sánchez buscase el mayor apoyo a la medida antes de tomar una decisión definitiva y recomendó una ronda de consultas en los territorios. “Sánchez ha hablado con aquellos que le han llamado”, aseguran en Ferraz. La tarde del jueves ha sido de llamadas constantes, con la particularidad de que todo ha sucedido con el secretario de Organización, José Luis Ábalos, de viaje en el norte de Europa. Sánchez le ha llamado para ordenarle que suspendiera su agenda y buscase un vuelo urgente a Madrid. Ábalos ha sacado el billete de vuelta sin siquiera bajarse del avión que le llevaba a Estocolmo.
La decisión definitiva, avanzada por el diario Público, será comunicada este viernes a los miembros de la ejecutiva. En ese encuentro, el PSOE debe decidir los detalles de una operación de riesgo y la posibilidad de dar la voz a la militancia.
“Lo más fácil sería no hacer nada, pero la situación de Rajoy es insostenible”, aseguraba este jueves por la tarde uno de los dirigentes de confianza del secretario general. Entre los miembros de la ejecutiva socialista se ha impuesto la idea de que “no hay más remedio” que presentar la moción. “Después de la moción contra Cifuentes ahora nadie entendería que no hiciéramos nada”, aseguraba un miembro de la ejecutiva.
En Ferraz han valorado los riesgos y ventajas de este movimiento. Pedro Sánchez ha analizado las dificultades de llegar a la presidencia con compañeros de viaje como ERC, PDeCAT o Bildu o, incluso, el riesgo de fracasar en el intento, pero recibir los votos de los independentistas en el proceso.
Entre las ventajas que han pesado en la decisión de la dirección socialista está empujar a Ciudadanos al debate de si permiten o no que un partido condenado continúe al frente del ejecutivo.
Algunas federaciones socialistas habían empezado ya a dar la voz para animar a Sánchez a reaccionar. El portavoz socialista, Óscar Puente, representa al sector más proclive a la moción. En su entorno, sin embargo, se negaban a realizar valoraciones hasta que fuese el propio Sánchez el que se pronunciase.
La última vez que Rajoy se enfrentó a una moción de censura fue hace justo un año. La iniciativa fue de Unidos Podemos y Pablo Iglesias se propuso como candidato alternativo a la presidencia del Gobierno. Iglesias fracasó en su intento y solo obtuvo los apoyos de Compromís, ERC y Bildu. Pedro Sánchez acababa de recuperar el poder en Ferraz y afrontó aquella propuesta con una abstención, razonada en torno a la idea de que Iglesias no era “presidenciable”.
El propio Iglesias había pedido esta mañana a Pedro Sánchez que fuese él quien lidere la iniciativa: “Por higiene, la oposición debería presentar una moción de censura”. Ha apelado al apoyo de los partidos catalanes en el Congreso porque han anunciado en varias ocasiones que “estarían dispuestos a facilitar un Gobierno progresista en España”, en palabras del secretario general de Podemos. De hecho, poco después ERC y PDeCAT se unieron a la petición y comprometieron su apoyo.