Justo tres meses después de las elecciones y tras tres semanas como candidato propuesto formalmente por el rey, Pedro Sánchez ha puesto, por fin, su primera piedra hacia la investidura. Tras una larga negociación que se extendió hasta altas horas de la madrugada del lunes, los socialistas y Sumar alcanzaron un acuerdo sobre el programa de gobierno de coalición que presentaron el propio Sánchez y Yolanda Díaz en un acto casi improvisado en el Museo Reina Sofía de Madrid. “Dijeron que la coalición iba a durar diez minutos, ha durado cuatro años y vamos a estar otros cuatro años más”, aventuró el presidente en funciones, aún a expensas de poder recopilar los apoyos que necesita de los grupos nacionalistas e independentistas para poder ser investido en el Congreso.
Según fuentes presentes en la negociación mantenida entre ambas formaciones, el escollo que se mantuvo hasta el final fue el de la reducción de la jornada laboral. Medida estrella de Sumar en su programa electoral de las generales, la redacción de ese punto enmarañó las conversaciones entre los equipos negociadores varias horas después incluso de que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz dejaran prácticamente apalabrado el conjunto del acuerdo en una reunión mantenida entre ambos durante la mañana del lunes en el palacio de La Moncloa.
“A la una de la madrugada no estaba listo el texto de la reducción de la jornada laboral”, aseguran en Sumar. En el PSOE, mientras, reconocen que la negociación que han mantenido abierta desde agosto con su socio de coalición no ha sido fácil, pero apuntan que el acuerdo estaba prácticamente listo desde hace varios días y que el desenlace, a su juicio, ha contado con alguna dosis de performance. “Ha habido un poco de todo, es normal que los partidos quieran también su momento de protagonismo y este era el momento de Yolanda”, opina una de las personas del PSOE al corriente de las conversaciones.
La fórmula para redactar esa medida fue la que mantuvo en discusión telemática a los equipos negociadores de Yolanda Díaz y Pedro Sánchez hasta última hora del lunes. Una vez asumida la propuesta de reducción de jornada, los socialistas abogaban por supeditar una iniciativa de tanto calado al acuerdo de los agentes sociales. Desde Sumar, en clara sintonía con los sindicatos, temían sin embargo que supeditar la reducción de jornada al respaldo unánime tanto de los representantes de los trabajadores como, principalmente, de la CEOE podía dejar el compromiso en papel mojado en previsión del rechazo de los empresarios. Finalmente, la redacción de la medida sí compromete a la reducción de la jornada y tan solo contempla que se constituya una mesa con los agentes sociales “que evalúe los resultados de la reducción y siga avanzando en la disminución”.
El camino a la investidura
Lo que esperan ahora tanto en el PSOE como en Sumar es que la firma del acuerdo de coalición se convierta en la antesala de una “cascada” de apoyos del resto de partidos imprescindibles para la investidura. “Esto también ayuda a que otros se animen a empezar a mover ficha”, opinan en el PSOE, donde se mantienen optimistas con las conversaciones en marcha para la reelección de Pedro Sánchez como presidente. En Sumar comparten ese ánimo y estiman que tanto el contenido del acuerdo de coalición progresista como el peso político de ese pacto pueden “ayudar” a desbloquear el resto de adhesiones.
Los socialistas mantienen, no obstante, una prudencia extrema sobre las negociaciones con Junts hasta el punto de seguir guardando con celo las posibles fechas de la sesión de investidura para no trasladar ningún mensaje de presión que pueda acabar convertido en un obstáculo. “Para ellos también es delicada la negociación y no quieren nada que pueda ser interpretado como un intento de presión. Diremos la fecha cuando esté cerrado el acuerdo”, remarcan en Ferraz. Mientras tanto, el PP reprocha cada día a Sánchez y a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que todavía no se haya fijado una fecha en el calendario para la sesión de investidura.
En el documento pactado entre PSOE y Sumar no se hace referencia alguna a la futura ley de amnistía y tampoco Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz la mencionaron siquiera de pasada durante sus intervenciones en la presentación del acuerdo. Según varias de las personas que han participado directamente en las negociaciones tanto en uno como en el otro equipo, el tema ni siquiera se trató en esas conversaciones. “No correspondía a esta negociación. Haber introducido algo de la amnistía en nuestro acuerdo hubiera dificultado la conversación con Junts y ERC”, opinan en la dirección de Sumar.
Por el momento, algunos de los actores políticos implicados en la aritmética de la investidura han preferido marcar sus tiempos y desvincular el acuerdo de coalición con su apoyo. Es el caso del PNV, que este martes mostró poco entusiasmo con algunas de las medidas que incluye el documento firmado, principalmente las de carácter económico.
“La presentación del acuerdo deja muchas dudas y preguntas en el aire, y el documento con las 230 medidas requiere una lectura sosegada y un análisis más profundo”, dijo el PNV en un comunicado de prensa en el que solicitó “ser muy cuidadosos en los acuerdos y no imponer agendas propias que pueden chocar con la de otros”.
Tampoco Podemos, uno de los partidos integrantes de Sumar, celebró el acuerdo alcanzado, aunque la formación liderada por Ione Belarra prefirió no hacer críticas explícitas como sí había trasladado en días pasados. “No tenemos información del detalle del acuerdo, cuando leamos el documento les podremos hacer valoraciones”, contestó Irene Montero a preguntas de los periodistas en Bruselas.
A la espera de cerrar los acuerdos necesarios, el calendario político de los próximos días aboca ahora la investidura de Pedro Sánchez a la segunda o tercera semana de noviembre, como pronto. A partir de este miércoles el presidente en funciones viajará a Bruselas para participar en el Consejo Europeo. La próxima semana el calendario señala para el martes día 31 la sesión parlamentaria en la que la princesa Leonor jurará la Constitución con motivo de su 18º cumpleaños, justo el día antes del festivo del 1 de noviembre. El límite para evitar la repetición electoral está fijado en el lunes 27 de noviembre, aunque nadie en el PSOE pronostica que el camino de la investidura de Pedro Sánchez se vaya a afrontar tan al límite.
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