El PSOE y los partidos que integran Unidas Podemos someterán a sus bases el preacuerdo para un Gobierno de coalición firmado hace una semana por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. La participación de los militantes e inscritos de las diferentes formaciones servirá de termómetro para valorar la aceptación del pacto, pese a que ninguna de las preguntas que se formularán incluirán los términos concretos del reparto de ministerios y competencias. El refrendo se producirá, además, antes de que se conozcan los actores necesarios para que la investidura salga adelante.
Los cerca de 191.200 militantes socialistas (incluidos los del PSC y Juventudes Socialistas) tendrán que mostrar su conformidad con el acuerdo rubricado por Sánchez e Iglesias el 23 de noviembre –la votación online será también el día 22 para quienes se inscriban antes de este jueves–. “¿Apoyas el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para formar un Gobierno progresista de coalición?”, es la pregunta formulada por Ferraz, que ha aprobado formalmente la iniciativa en la Comisión Permanente de este lunes.
Para los de Sánchez es importante que se movilice el partido para que el 'sí' al acuerdo –que dan por hecho– sea abrumador con una participación elevada. La única vez que se ha celebrado un referéndum de este tipo fue en 2016, cuando las bases dieron vía libre al acuerdo con Ciudadanos. A pesar de que el respaldo fue del 79%, solo participó el 51,7% de los afiliados. La dirección socialista quiere mejorar ese resultado. En aquella ocasión, Sánchez no estaba obligado a someter a consulta el pacto con Albert Rivera, pero desde el 39º Congreso, el partido estipuló en sus estatutos que “los acuerdos de Gobierno en los que sea parte el PSOE” deberían someterse a referéndum obligatoriamente.
Sánchez envió una carta a los militantes el sábado en la que les emplazaba a ratificar el acuerdo. “Un gobierno conservador puede permitirse el lujo de gestionar de espaldas a los ciudadanos y sostenerse solo en el apoyo de los poderes establecidos. Un gobierno progresista, un gobierno socialista, no se conforma con administrar lo existente. Tiene metas mucho más ambiciosas, como mejorar la vida de las mayorías y construir un país más justo y más solidario. Necesita por eso la colaboración activa y el apoyo de las grandes mayorías”, decía el secretario general en su misiva: “El corazón de esas grandes mayorías, quien recoge su sentir y lo mejor de sus valores en cada rincón de España, es la militancia socialista. Por eso, pido mucho más que tu voto. Solicito también tu compromiso y tu colaboración para trazar, difundir y defender la acción de ese gobierno de coalición progresista frente a todos los obstáculos que nos interpongan en el camino”.
El PSOE asume con temor la vía ERC
Uno de esos primeros obstáculos que el PSOE da por hecho que encontrará es que sea ERC quien facilite la investidura. Los socialistas asumen, por un lado, que es la única opción factible al mismo tiempo que les incomoda esa situación puesto que desconfían de las fuerzas independentistas que no les garantizan ninguna estabilidad. Ante ese escenario, algunos barones como Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura) han intentado trasladar la presión a PP y Ciudadanos para que permitan que la legislatura eche a andar. La dirección del PSOE, representada en las negociaciones por Adriana Lastra, aún no ha contactado con esas dos formaciones en el marco de la ronda de reuniones que ya se ha iniciado.
En ese llamamiento a la movilización, José Luis Ábalos y el responsable de Coordinación Territorial, Santos Cerdán, mantuvieron un almuerzo con los secretarios de Organización de las federaciones. El encuentro transcurrió con normalidad más allá del comentario del representante de Castilla-La Mancha, que reconoció que sería recomendable presionar a Ciudadanos para que se retrate en el 'no' y tener así un relato sobre la dependencia de ERC. En Ferraz, no obstante, son conscientes de las complicaciones que tienen los republicanos para facilitar la investidura tras la sentencia del procés y en plena pugna con JxCat en un momento en el que los socialistas no descartan un adelanto electoral en Catalunya.
La previsión es que haya reuniones informativas en agrupaciones socialistas. Ferraz ha desplegado, además, una campaña en redes sociales con los miembros de la Ejecutiva animando al respaldo al acuerdo, a pesar de que la gran mayoría de ellos desconoce los términos más allá de los dos folios suscritos entre Sánchez e Iglesias. La idea del presidente en funciones es mantener en secreto hasta la investidura los detalles de la estructura de Gobierno. El grueso de los actuales ministros desconoce si seguirán en sus puestos.
Consultas en Podemos, IU y En Comú Podem
En cuanto a Unidas Podemos, cada una de las partes que lo componen hará su propia consulta a sus bases. En el caso de Podemos, el partido de Pablo Iglesias ha convocado a sus más de 520.000 inscritos a un referéndum que se celebrará casi a la vez que el del PSOE: del 23 al 26 de noviembre.
También en este caso la pregunta se centra en el preacuerdo firmado por Iglesias y Sánchez el pasado martes 12 de noviembre. “¿Estás de acuerdo con que participemos en un Gobierno de coalición en los términos del preacuerdo firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias?”, apunta la cuestión, que deja fuera no ya el reparto de ministerios y competencias, siquiera la entrada o no del secretario general en el Consejo de Ministros. Algo que ocurrirá, según adelantó eldiario.es, pero que oficialmente nadie ha confirmado.
En cualquier caso, Podemos ya consultó en julio a sus bases en plena negociación con el PSOE y antes de la investidura fallida de Sánchez. Entonces, la cuestión sí recogió la fórmula del acuerdo y la inmensa mayoría de los inscritos que participaron en la votación optaron por la opción que apostaba por “un acuerdo integral de Gobierno de coalición (acuerdo programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos”.
La votación de julio tuvo una participación de 138.488 personas. Un aumento en la consulta que se plantea ahora podría anticipar una recuperación del tejido social de Podemos, algo que ha reclamado Iglesias a los suyos en la carta a la militancia que envió el pasado jueves a sus bases.
En IU también se celebrará una consulta entre los militantes y simpatizantes. La pregunta se centra en este caso en la presencia, o no, de personas de la coalición de izquierdas en el futuro Ejecutivo: “En base al preacuerdo programático de 10 puntos y el último acuerdo de Presupuestos Generales del Estado, ¿está de acuerdo con que miembros de Izquierda Unida participen en un Gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE?”.
En esta ocasión la pregunta también avanza un tanto sobre el planteamiento de julio. Entonces, solo se interrogaba sobre la formación de un Ejecutivo conjunto y no sobre la presencia de miembros de IU en su estructura. En julio, la votación rozó los 6.000 votos. Los movimientos a favor del acuerdo son evidentes. El Comité Central del PCE, el principal partido de IU, ha reclamado votar 'sí'.
En cuanto a las confluencias, En Comú Podem abrirá las urnas a sus bases del 21 al 24 de noviembre para que respondan a la siguiente pregunta: “¿Estás de acuerdo en que los comunes participemos en la formación de Gobierno en el Estado con el PSOE y Unidas Podemos?”.
Galicia en Común, por su parte, está estudiando qué proceso poner en marcha para ratificar el preacuerdo, ya que las militancias de sus integrantes (Podemos y Esquerda Unida) participarán en las consultas de ámbito estatal.