Sánchez defiende que “todo el Gobierno” está comprometido con una reforma laboral con “vocación de consenso”
Pedro Sánchez insiste en que es un compromiso de “todo el Gobierno” llevar a cabo una actualización de la legislación laboral en España en un momento en el que la coalición atraviesa una de sus mayores crisis por ese tema y que ha provocado la convocatoria de una reunión de la mesa de seguimiento del pacto a instancias de Unidas Podemos, que denunció la “injerencia” de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño en la negociación que hasta ahora ha pilotado Yolanda Díaz. El presidente se ha referido brevemente al asunto en un acto celebrado precisamente en el Ministerio de Economía horas antes de que se produzca ese encuentro interno y ha insistido en que los cambios deben llevarse a cabo en el marco del diálogo social y con voluntad de consenso.
“Todo el Gobierno está comprometido en abordar la modernización de la legislación laboral para extirpar la precariedad, impulsar la competitividad de la economía y restablecer el reequilibrio entre empresarios y trabajadores. Una legislación así, con vocación de perdurar, se hará en España como se hace en Europa, con diálogo social y con vocación de consenso”, ha afirmado Sánchez en presencia del comisario europeo de Finanzas, Paolo Gentiloni. España se juega 10.000 millones de euros de los fondos europeos con la reforma laboral ya que debe contar con el visto bueno de Bruselas.
Sánchez ha insistido en que las “transformaciones” deben “hacerse con el mayor de los consensos”. “Durante esta década, hemos sufrido en España muchísimas contrarreformas quiero pensar en la laboral y de las pensiones de 2012 y 2013 que rompieron, quebraron, el diálogo social”, ha recordado.
En ese evento, Sánchez ha indicado los efectos de la desigualdad en los últimos años y cómo, entre 2013 y 2018, en la recuperación, la renta media de los barrios más pudientes ha crecido un 27%; y en los humildes, un 11%. “Durante la recuperación económica, los barrios más ricos se enriquecieron el triple”.
“Me defino como un socialdemócrata del siglo XXI”, ha concluido Sánchez, su intervención ante la Ministra de Economía. En “esencia”, ha apuntado, un “país avance en justicia social. Que a nadie le falte lo necesario para vivir con dignidad; y solventar los obstáculos para que cada hombre y mujer tenga igualdad de oportunidades”.
Los socialistas formarán parte de la negociación
Sánchez había participado previamente en la reunión de la ejecutiva del PSOE en la que, en la misma línea que el viernes -cuando salió en defensa de Calviño-, ha dejado claro que los socialistas formarán parte de la negociación, una idea en la que insistió el portavoz, Felipe Sicilia, en la rueda de prensa posterior: “Claro que el PSOE quiere participar de la reforma laboral”. Sicilia ha intentado restar importancia a las discrepancias y ha recordado que también hubo debate en torno a medidas como el Ingreso Mínimo Vital o la ley de vivienda que finalmente salieron adelante. “El Gobierno está fuerte, sólido, va a haber legislatura y una buena reforma laboral”, ha sentenciado.
“El PSOE quiere formar parte de esa reforma laboral como no puede ser de otra manera. Quiere contribuir y aportar para que sea una buena reforma laboral y la que sea será de todo el Gobierno”, ha reiterado Sicilia, que ha evitado pronunciarse sobre las posibles discrepancias dentro de la coalición después de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, haya asegurado que “hay una parte del Gobierno que no quiere que se cambie el modelo de relaciones laborales” y que quiere “que se mantenga el 'statu quo”.
Preguntado por aspectos concretos como la ultraactividad -el tiempo que se aplica un convenio caducado hasta que se acuerde uno nuevo entre sindicatos y patronal- o la prevalencia actual de los convenios de empresa sobre los sectoriales tras la reforma laboral del PP, Sicilia ha evitado pronunciarse. Se ha escudado en que no puede dar la posición del partido en un momento en el que se está negociando en el marco del diálogo social. No obstante, eran dos de los aspectos fundamentales para Unidas Podemos. “Cuando salga la reforma laboral, el PSOE estará de acuerdo y también Unidas Podemos. Contará con el visto bueno de PSOE y Unidas Podemos”, ha afirmado el portavoz, que ha recordado que hay varios ministerios implicados, entre ellos el de Economía, Educación o Igualdad. Al igual que otros dirigentes socialistas en los últimos días, Sicilia ha evitado hablar de “derogar” la reforma laboral. “El objetivo que tiene el Gobierno es una nueva reforma laboral y un nuevo marco de relaciones laborales que sea acorde con la nueva realidad económica del país”, ha dicho Sicilia, que se ha referido de forma genérica a acabar con el recorte de derechos que impuso el PP.
En todo caso, el portavoz socialista no ha querido responder a la pregunta de si el PSOE pretende que sea Calviño, en su calidad de vicepresidenta primera y responsable del área económica, la que pilote las conversaciones en el marco del diálogo social -un papel que hasta ahora tenía Yolanda Díaz- y que en privado admiten en Ferraz. No obstante, Sicilia ha dejado en manos de los equipos negociadores que se reúnen esta tarde las decisiones que se adopten al respecto y no ha querido anticipar cuál será la posición socialista.
“No vemos ningún riesgo en la figura de Yolanda Díaz, es una ministra más que esta haciendo un magnífico trabajo, lo mismo que los demás ministros”, ha respondido Sicilia. No obstante, el PSOE se reivindica en algunas de esas medidas en las las que hasta ahora Unidas Podemos ha sacado pecho.
A pesar de que en todo momento ha destacado la “buena sintonía” en el seno del Gobierno, Sicilia ha dejado entrever el malestar de los socialistas con el socio minoritario a propósito de la querella que anunciaron contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por la retirada del escaño del diputado Alberto Rodríguez tras la resolución del Tribunal Supremo. “No terminamos de entender que se pida la dimisión de alguien que cumple ley”, ha dicho el portavoz, que se ha limitado a decir que es “curioso”, aunque los socialistas tratan de rebajar la tensión.
“Quiero informales del apoyo total y absoluto de la Comisión Ejecutiva Federal y de todo el PSOE a nuestra compañera Meritxell Batet, presidenta del Congreso, en la decisión que ha tomado que no podía ser otra [ha dicho en su intervención inicial]. Lo que ha hecho es aplicar la ley la normativa y ser respetuosa con una sentencia judicial como no podía ser de otra manera”.
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