El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha reconocido que su concepto de libertad de voto es que los diputados acaten sin fisuras las directrices del grupo parlamentario. A la espera de cuántos se abstengan, ausenten o voten 'no' a la propuesta de endurecer las condiciones de las menores para abortar, Hernando lo ha dejado claro: “La libertad es para votar el programa electoral”. Los periodistas le han insistido: “O sea, ¿que sí?”. “Sí, claro”, ha respondido.
El PP confía en que los desmarques de los autodenominados “provida” sean mínimos, ya que ha habido varias reuniones con los más críticos para tratar de convencerlos. Este mismo martes por la mañana, uno de ellos ha alegado problemas de salud.
Eugenio Azpiroz ha visitado los servicios médicos de la Cámara por una descompensación del azúcar, por lo que es probable que no acuda a la votación. Tampoco se cuenta con que se desmarque Eugenio Nasarre ni que asista Jesús Puente, por lo que las dudas se reducen al papel de Lourdes Méndez y quizá alguno más. Hernando no ha querido decir qué multa tendrán que pagar por romper la disciplina de voto.
“No sé qué harán”, ha asegurado Hernando, que insiste en que en ningún caso les recomendó faltar al Pleno. “Es una obligación asistir y apoyar el compromiso electoral. El portavoz ha subrayado que apoyar al PP no supone ratificar la ley Aído y ha criticado que se planteen cuestiones morales ”que no tienen sentido“.
Sobre lo que no ha dado ninguna pista es sobre la posible enmienda que recoja que el aborto “no es un derecho”, para intentar contentar a los discrepantes. Hernando se ha escudado en un “ya veremos más adelante”, a pesar de que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijera que desde el punto de vista jurídico no se reconoce como tal.
La diputada socialista Carmen Montón ha cargado contra el PP por usar “el cuerpo de las mujeres como mercancía electoral” en referencia al intento del partido de Rajoy por no perder a los electores más conservadores que critican la marcha atrás del Gobierno en este asunto.
“Es la presión interna del lobby ultra, la presión de la Conferencia Episcopal y la que más les importa: coger votos de todas partes”, ha resumido la socialista. Montón ha acusado al PP de intentar meter a las mujeres “en el túnel del tiempo”.