El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparece este miércoles a petición propia en el Congreso para dar explicaciones por la crisis con Catalunya. Rajoy anunció la comparecencia tras el 1-O; y este miércoles por la mañana ha explicado en una declaración institucional sin preguntas un requerimiento a la Generalitat de Catalunya previo a la aplicación del 155: “El Consejo de Ministros ha acordado requerir formalmente al Gobierno de la Generalitat si ha declarado la independencia de Catalunya. Este requerimiento es previo a cualquiera de las medidas del Gobierno que puede adoptar al amparo del artículo 155 de nuestra Constitución pretende ofrecer a los ciudadanos la claridad y la seguridad que requiere una cuestión de tanta importancia”, ha afirmado Rajoy. Y así ha arrancado su intervención en la tribuna de oradores.
En la primer parte de su intervención no ha aclarado el tiempo que se le daba al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, para responder al requerimiento del Gobierno, que se publicará mañana en el BOE.
Fuentes de Moncloa sí han explicado que se mandarán dos requerimientos para que el president de la Generalitat dé su respuesta. En el primer requerimiento, ya enviado, se le exige a Puigdemont que clarifique si el martes se proclamó o no la independencia de Catalunya.
Este requerimiento deberá ser respondido antes del lunes 16 de octubre. En caso de que la respuesta de Puigdemont sea que sí se ha proclamado la independencia o que no responda, el Gobierno enviará un nuevo requerimiento para que el presidente del Govern rectifique.
Si no lo hace antes del jueves 19 de octubre, el Gobierno proseguirá con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Los siguientes pasos podrían ser aprobadas en el consejo de ministros del viernes 20 de octubre, pese a que el presidente del Gobierno estará fuera debido a la celebración de un Consejo de Europa. En este consejo, el Ejecutivo debería establecer las medidas a aplicar en Catalunya para restablecer el orden constitucional, que se llevarían al Senado para su aprobación.
Fuentes de Moncloa han añadido que una vez que se ponga en marcha el mecanismo constitucional no se puede frenar hasta la recuperación del ordenamiento constitucional en la comunidad autónoma que se haya vulnerado.
¿Qué dice el 155?
En su réplica parlamentaria, Rajoy sí ha hablado del requerimiento y de los trámites que conlleva. “Es muy importante que el señor Puigdemont acierte en respuesta al requerimiento que le hemos enviado esta mañana”, ha apuntado. “Basta con que diga lo que hemos escuchado a Aitor Esteban [portavoz del PNV], que no declaró la independencia. Hay otras personas que ven las cosas de manera diferente. Sería importante que lo aclarase”, ha señalado.
“Nadie puede afirmar que lo que ocurrió ayer en el Parlament fue normal, razonable y de un país democrático. No sé si 'ocurrió lo que ocurrió', como ha dicho Tardá. Pero fue lamentable. No se puede hurtar la claridad a los españoles de decir si se afecta a la unidad de la nación o no”, ha añadido.
Rajoy ha explicado que el Gobierno ha requerido “a Puigdemont que confirme si alguna autoridad de la Generalitat ha declarado la independencia o si su declaración del 10 de octubre implica la declaración de independencia, al margen de que esta se encuentre suspendida”. “Es una pregunta de obligada respuesta”, ha añadido. “En caso de respuesta afirmativa o que no haya respuesta, se le requerirá que ordene la revocación de dicha independencia. A la segunda tiene que responder en un plazo hasta las 10.00 del jueves”, ha añadido.
El presidente del Gobierno ha zanjado ante el Congreso que “sería importante que hiciéramos un esfuerzo para que Puigdemont atienda a la primera petición”.
Rajoy ha pedido además “construir” en la comisión sobre evolución y modernización del Estado autonómico que ha pactado con el PSOE.
El anuncio de Rajoy ha llegado ante la propuesta de independencia en suspenso que hizo este martes en el Parlament el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, para buscar una vía de diálogo con el Gobierno central.
“Es la respuesta del señor Puigdemont la que marcará el futuro de los acontecimientos: en su mano está volver a la legalidad o prolongar el periodo de inestabilidad”, ha afirmado: “Nuestra democracia vive uno de los momentos más graves de nuestra historia reciente”.
“Se ha puesto en riesgo el espacio para el acuerdo que hemos sabido encontrar en estos 40 años. Lo que se vive es consecuencia de la crisis institucional que se vive en Catalunya, detonante de una escalada de radicalidad, desobediencia y tumultos. Los gobernantes han perpetrado un ataque desleal contra la Constitución y la convivencia pacífica entre ciudadanos”, ha señalado: “El 1 de octubre el Gobierno autonómico incumplió la ley y las sentencias de los tribunales”.
Rajoy ha sentenciado: “Lo que no es legal, no es democrático”. El presidente se ha abierto al diálogo pero advirtió que “no es posible aceptar el diálogo bajo la apariencia de una imposición de sus puntos de vista, ni tampoco para acordar lo que está prohibido en el artículo 2 de la Constitución, que establece la soberanía nacional”.
Rajoy situó los límites del diálogo en “la calidad de los servicios públicos, la financiación, el perfeccionamiento del autogobierno, la rendición de cuentas y mejorar el marco de convivencia”, además de recordar que “la Constitución dista de ser una ley perpetua, sus preceptos pueden ser modificados, a través de los preceptos legales”.
En este sentido hizo un llamamiento a los “numerosos mediadores” que se han ofrecido para colaborar en la búsqueda de una solución. Rajoy ha descartado una “mediación entre la ley democrática y la desobediencia o la ilegalidad. ¿Qué es lo que quiere dilucidar esa mediación?¿Que un tercero le diga al Gobierno de la nación que abandone su deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes?”.
“Ese referéndum ilegal ha fracasado rotundamente”, ha proseguido el presidente del Gobierno, “y en consecuencia ningún supuesto resultado puede ser esgrimido para legitimar ninguna decisión política, y mucho menos la independencia de Catalunya”.
“Fue el último episodio para imponer una independencia que pocos quieren y a nadie conviene”, ha señalado Rajoy. “Para entender lo que ha pasado, tendríamos que remontarnos a 2012: Catalunya era la que estaba en peor situación. El 20 de septiembre, el president me pidió acceder al FLA por una deuda de más de 5.000 millones, y un concierto económico que le dije que no podía ser afrontado. Y me dijo que nos atendiéramos a las consecuencias”.
Respecto a las acciones violentas de la policía, Rajoy ha admitido que “a nadie le puede gustar lo que ocurrió en 1 de octubre, ni de la imagen que se dio. Nada de eso debió de haber ocurrido. Pero los únicos responsables son aquello que se empeñaron en mantener ese desafío, no busquen otros culpables. El Estado ha actuado como cualquier país democrático. Debo felicitar por su trabajo en defensa del bien común a jueces, fiscales, Policía y Guardia Civil”. El presidente no ha pedido disculpas a los heridos como hizo el delgado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo.
Rajoy ha reivindicado sus reuniones con dirigentes catalanes: “Pero decidieron echarse en brazos de la formación más minoritaria y radical, las CUP. No pueden alegar que no se dialogó, porque no es verdad. Y tampoco que no se les haya ayudado: han tenido acceso a 70.000 millones en mecanismos de liquidez”.
“Ni son ciertas sus razones, ni tantos sus apoyos. Pueden gobernar la comunidad, pero no para imponer una independencia unilateral ni para liquidar el Estatuto de autonomía”, ha sostenido: “Ante este golpe a nuestro modelo de convivencia, la respuesta ha sido ajustada a derecho, proporcionada e integral”.
La salida de empresas de Catalunya le ha servido al presidente para acusar a los independentistas de “las graves consecuencias a las que seguirán otras peores si en Catalunya no se restablece el orden, la seguridad jurídica y el imperio de la Ley”.
Como ejemplo, Rajoy ha asegurado que “se han producido más advertencias y recomendaciones a viajeros internacionales con motivo de los acontecimientos de estos días que a raíz de los atentados terroristas de Ramblas y Cambrils”.
“El independentismo está a punto de dar al traste con la mejor época de Cataluña en toda su historia. Y la implacable realidad ha desmontado de un plumazo todas las falsedades en las que se había cimentado el mito de una independencia de cuento hadas. No es pacífica, no es gratuita, no será reconocida por Europa y ahora todo el mundo sabe que tiene costes y muy elevados”, ha avisado.