Rajoy, dispuesto a respaldar a Iceta como president si Arrimadas no consigue los apoyos necesarios

Mariano Rajoy no descarta nada. El presidente del Gobierno está dispuesto a apoyar a Miquel Iceta como president de la Generalitat, si la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no consigue los apoyos suficientes en un primer intento de investidura. Rajoy parece haber olvidado su mantra de que la lista más votada es la que debe gobernar. La frase ha dejado de formar parte de su listado de respuestas hechas.

El presidente del Gobierno ha mostrado su apertura a nuevas opciones en Catalunya. Lo ha hecho durante las conversaciones informales con periodistas que tradicionalmente se producen en los corrillos que acompañan a la fiesta del aniversario de la Constitución.

“Allí puede pasar lo mismo que pasó aquí”, dice Rajoy, en referencia al día después de las elecciones catalanas. Los comicios del 21D son la solución que el presidente del Gobierno ha diseñado para desbloquear la crisis derivada del Procés. Rajoy no quiere que su solución se convierta en un bucle de repetición electoral, con consecuencias imprevisibles.

El jefe del ejecutivo no aclara cuál sería su escenario ideal para Catalunya: si prefiere a Arrimadas o a Iceta como solución a la gobernabilidad. “Veremos”, dice un Rajoy que aclara: “Yo no adivino el futuro. Tengo análisis de lo que puede pasar, pero mis análisis me los guardo”.

El Partido Popular es una fuerza menor en Catalunya pero consciente de que su decisión, esta vez, puede desequilibrar la balanza hacia el lado del constitucionalismo: “Nuestra ventaja es que no somos sospechosos de nada”, asegura el presidente del Gobierno. 

La 'Solución Iceta' no tendría la más mínima oportunidad en los planteamientos clásicos de un PP que, en los últimos años, ha defendido el derecho de la lista más votada a hacerse con el mando de los gobiernos. Sin embargo, el endiablado equilibrio de fuerzas que señalan las encuestas parece haber cambiado la hoja de ruta de la formación conservadora.

Rajoy asegura: “No decidiremos con criterio de partido, sino en base a lo que más interese a todos”. Su argumento general empuja la teoría de que Moncloa y el PP quieren evitar la inestabilidad que podría generar una repetición de elecciones. En ese punto, ni el PP ni Rajoy descartan apoyar a Iceta para president, a pesar de que su candidatura se sitúe como la cuarta en número de votos.

La relación del PSOE con el PP atraviesa un momento complejo: juntos en el apoyo al 155 y distantes en el debate sobre la necesidad de una reforma constitucional. El PP es consciente de que los socialistas son clave en cada votación parlamentaria, convertida en un calvario para los conservadores. Decidido a acabar la legislatura, Rajoy parece dispuesto a abonar cualquier apoyo que le pueda permitir su objetivo y salvar los presupuestos que ahora dependen casi exclusivamente de la luz verde del PNV.

Añadido a lo demás, hay que tener en cuenta la situación de cercanía y competencia que marca las relaciones entre el PP y Ciudadanos. Todas las encuestas señalan que el crecimiento de los de Rivera tiene en el PP a su víctima principal. Por ello, los entendimientos entre ambas fuerzas se presentan más complejos de lo que haría pensar su cercanía ideológica.

Sin haber resuelto la incógnita sobre sus aspiraciones a una nueva candidatura, el presiente del Gobierno está ahora abierto a otras opciones que le permitan ganar tiempo: desbloquear la situación en Catalunya es uno de sus principales objetivos y Miquel Iceta podría acabar siendo el gran beneficiado del panorama poliédrico en el que parece haberse convertido el mapa electoral español.