Mariano Rajoy se va. Lo ha comunicado, emocionado, ante la dirección de su partido, que le ha aplaudido en pie nada más anunciar su marcha. El expresidente del Gobierno dimite sin señalar a su sucesor cuatro días después de que una moción de censura motivada en la condena por corrupción a su partido lo desalojara de la Moncloa. “Ha llegado el momento de poner el punto final a esta etapa”, ha dicho un lloroso Rajoy que ha considerado que “el PP debe seguir avanzando y construyendo bajo el liderazgo de otra persona”. A su juicio, es “lo mejor” para el PP, para él mismo “y también para España”. Rajoy no ha concretado qué hará con su escaño, aunque por sus declaraciones pasando página todo indica que lo dejará en las próximas semanas.
El aún presidente del PP no realizará “ningún cambio” ni dentro del partido ni en el grupo parlamentario que pueda apuntar cualquier preferencia acerca de su posible sustituto. “Eso le corresponde a quien me suceda en la presidencia”, ha dicho. Pero sí ha lanzado mensajes de agradecimiento expresamente a dos de las personas que podrían estar peleando por ocupar el liderazgo de los populares: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. A ambas les ha agradecido especialmente su confianza.
Rajoy ha propuesto “la pronta celebración de junta directiva nacional para un congreso extraordinario que abra una nueva etapa” en el partido. Esa reunión se producirá el próximo lunes y determinará la fecha del próximo congreso del PP en el que se realizará el relevo. Lo que establecen los estatutos populares es que debe haber un plazo mínimo de un mes y medio entre la convocatoria del cónclave y la celebración del mismo, aunque ese periodo se puede reducir a un mes en situaciones excepcionales.
Hasta entonces, seguirá al frente de la Presidencia del PP: “Cumpliré mi mandato hasta el día en el que elijáis a la persona que me vaya a suceder”, ha dicho. Ha sido entonces, cuando ha asegurado ser “consciente del apoyo” que ha tenido durante 14 años como líder del PP, cuando el expresidente del Gobierno se ha derrumbado. Con ojos llenos de lágrimas, ha encajado un largo aplauso de sus compañeros. “Bueno, venga...”, les decía, incómodo, pidiéndoles que se sentaran y dejaran de alagarle.
“No me imagino la vida fuera del PP”
Los años transcurridos al frente del PP han sido, según ha dicho, los “mejores” de su vida, sobre todo “por los beneficios aportados a España”. Y a pesar de pasar ahora a un segundo plano, no romperá ni mucho menos su carné del PP. “Seguiré con vosotros, no me imagino mi vida fuera del PP. Hace 40 yo pegaba carteles en Sanxenxo. Esto es mi vida y quiero que siga siendo”.
También ha lanzado un dardo a su predecesor, José María Aznar, quien le eligió sucesor pero que no ha cesado de criticar su gestión al frente del PP. “Desde el primer momento estaré a la orden de quien elijáis. Y a la orden es a la orden y con lealtad”, ha dicho.
El expresidente ha dejado su renuncia para el final de su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional del partido que se ha reunido en la sede de Génova, en Madrid. Los fotógrafos que han podido entrar a la sala de la reunión, que se ha celebrado a puerta cerrada con la excepción de la declaración de Rajoy, han descrito un ambiente “de funeral” con caras largas de los principales dirigentes del partido.
El “estigma” del Gobierno del PSOE
A pesar de ello, Rajoy ha sacado pecho de su tarea de Gobierno y ha criticado la moción de censura de Pedro Sánchez: “El Gobierno del PP fue censurado por un desordenado conjunto de organizaciones políticas. La primera valoración de lo ocurrido es que va a gobernar alguien que ha perdido las elecciones, gobierna el país alguien rechazado por los españoles, que no ha ganado unas elecciones nunca”. “Ese comportamiento jamás había llegado al Gobierno de la nación, con la izquierda populista y el independentismo. Y ese estigma acompañará a ese Gobierno y al PSOE, que ha dilapidado toda su herencia por un proyecto de futuro incierto y pésimos compañeros de viaje, los independentistas de Catalunya y Bildu”, ha proseguido.
También ha añadido: “No son los españoles los que han censurado al PP, sino nuestros adversarios políticos jaleados por el populismo. No nos han censurado los ciudadanos, es nuestra tranquilidad y nuestra fuerza. Ni las alianzas de las que perdieron las elecciones, ni los socios desleales ni las encuestas a troche y moche: los españoles siempre han elegido al PP como primera fuerza”. Rajoy ha señalado “la debilidad extrema” del nuevo Gobierno: “Podemos aventurar más inestabilidad y más bloqueo político. Y esa responsabilidad tendrá que ser repartida entre todos los que han participado en esta operación”. “Resulta inquietante la fragilidad política del nuevo Gobierno cuando Catalunya dista de estar calmada”, ha añadido.
“Un ejemplo de 'posverdad'”
El expresidente ha afeado a Sánchez que “nunca renunciara a su idea de gobierno Frankestein desde 2016, se ha valido de las peores compañías”. Rajoy ha tachado de “manifestaciones y mentiras” las interpretaciones de la sentencia de Gürtel: “Hemos asistido a un ejemplo insuperable de posverdad por sus consecuencias para España. Ni el PP fue condenado penalmente por Gürtel ni el Gobierno del PP ni se puede decir que los españoles descubrieran el escándalo. Eso no quiere decir que no hayamos tenido casos graves de corrupción”.
“Hemos perdido el Gobierno y pasamos a la oposición, pero no por los españoles, que nos han avalado en las urnas. Aunque los acontecimientos protagonizados por algunos traten de desmentirlo, lo importante no es conseguir el poder sino utilizarlo en beneficio de nuestro país”, ha señalado Rajoy, quien ha sacado pecho de su gestión sobre Catalunya: “Ni ha habido independencia ni Puigdemont preside Catalunya, y estamos ante un gobierno que llega de la mano de independentistas. Hemos aplicado el artículo 155 de la Constitución por convicciones democráticas, siempre entendimos que era un delicado mecanismo constitucional y así lo hemos aplicado. Los independentistas tienen derecho a existir y gobernar, pero no a incumplir la ley ni pasar por encima de la voluntad de la gente. Hemos defendido la unidad de nuestro país y hemos tomado las decisiones correctas”.
“¿Y qué decir de la economía?”, se ha preguntado Rajoy, en el repaso a su gestión en Moncloa: “Estamos cerca de alcanzar el récord de afiliación a la Seguridad Social. Me parece de justicia y satisfacción una comparación con lo que encontramos en 2011”.
Rajoy, incluso, ha presumido de la “disolución de ETA”: “Se ha demostrado que lo más difícil y lo más útil es no moverse cuando no toca, quedarse quieto y mantener con rigor la posición en la que crees. Pasó lo mismo con el rescate económico: no nos movimos y acertamos. Yo sé que esta reflexión no encaja con los tiempos líquidos que vivimos”.
La gestión de la corrupción
Respecto a la corrupción, Rajoy ha reconocido: “Me han escandalizado algunos casos de corrupción, el PP ha actuado, pero no nos hemos puesto a la orden de los inquisidores. He defendido mi honorabilidad y la de este partido, y nos vamos dejando en España el paquete más exigente de leyes contra la corrupción. Nunca critiqué a ningún juez ni hablé del pasado. He intentado ser justo, proteger el buen nombre de nuestro partido y he asumido mis errores y los que no eran míos”.
“Ahora lo que toca es mirar al futuro: seguimos siendo el primer partido de España, hemos ganado las tres últimas elecciones, contamos con el grupo parlamentario más grande del Congreso y la mayoría absoluta en el Senado. No hay ningún motivo para el desánimo y tenemos que defender nuestra gestión ante la tarea de demolición y este gobierno va a tener enfrente la oposición curtida del Partido Popular”, ha explicado Rajoy.
Rajoy ha pedido “defender nuestra obra y evitar que dejen España en caída libre, nos exigirá esfuerzo y trabajo, defender nuestra verdad, nuestra idea de país. Este partido tiene argumentos y personas para recuperar cuanto antes el gobierno de España”.