El Partido Popular ha puesto en marcha todos sus elementos de presión para evitar que el juez Gómez Bermúdez pueda seguir al frente de la instrucción del caso Bárcenas. En ese contexto, según ha sabido eldiario.es de fuentes jurídicas, se llegó a producir una llamada del presidente del Gobierno dirigida al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Rajoy trasladó en esa llamada su preocupación por la imagen pública que está ofreciendo la Audiencia Nacional. La conversación se produjo la mañana del jueves. El interlocutor de Rajoy, según las mismas fuentes, no la percibió como una maniobra de presión.
Eldiario.es se ha puesto en contacto con un portavoz oficial de La Moncloa que desmiente la existencia de esa llamada. Según ese portavoz, “Rajoy no hizo esa llamada ni encargó a nadie que la hiciese”.
El movimiento se produce cuando la Audiencia se ha convertido en una olla a presión. La tensión ha ido en aumento y, por ahora, ha servido para que todos los papeles de Bárcenas estén cada vez más lejos de Javier Gómez Bermúdez y más cerca de Pablo Ruz.
Como resultado de esta polémica, la sala de la Audiencia Nacional presidida por Enrique López ha sido la encargada de frenar las aspiraciones de Gómez Bermúdez de tomar declaración al extesorero del PP. Los últimos días han sido de pánico en la órbita de la organización y en la de la presidencia del Gobierno. El mayor temor era que Gómez Bermúdez decidiese enviar a Bárcenas a prisión tras el interrogatorio. Si Bárcenas hubiera ingresado en cárcel, entre el PP y su extesorero se habría llegado al punto de no retorno en una relación en la que todavía no se han roto todos los puentes.
En el entorno de Rajoy se da por seguro que su extesorero posee documentación que demostraría que los beneficiados de pagos en B firmaron las consabidas notas de “recibí”. Con Gómez Bermúdez al frente de la instrucción, el PP teme perder el control de esa documentación y la delgada línea que todavía une sus intereses con los de su extesorero.
La decisión de la Sala de lo Penal presidida por López habría suspendido el interrogatorio sin tener competencia para ello, según opinan fuentes jurídicas de toda solvencia. El freno impuesto por López se basa en un informe de la Fiscalía y sin oír a las partes. El movimiento jurídico se califica, en ámbitos judiciales, como “un golpe de mano” inédito y con el fin último de impedir que Gómez Bermúdez decidiese tras el interrogatorio dictar auto de prisión para Luis Bárcenas.
La entrada en escena de Enrique López vuelve a poner en primera línea a un personaje marcado por la polémica. Su cercanía con el partido de Rajoy es indiscutible. En los despachos del Congreso de los Diputados aún se recuerda la tozudez del PP para proponer a López para el Tribunal Constitucional. Esta obstinación fue, en buena medida, una de las razones principales del bloqueo al que ha estado sometida la renovación del más alto tribunal.
Además, es significativo que Enrique López haya tomado decisiones sobre el caso Gürtel cuando podría tener un conflicto de intereses en esa causa. López es cuñado de Miguel Hernán Manovel, mano derecha de José Luis Ulibarri, empresario leonés y uno de los principales imputados en el caso.
El proactivo papel de la fiscalía a favor de Ruz
Mientras tanto, la Fiscalía sigue presionando en todos los ámbitos para conseguir que sea Pablo Ruz y no Gómez Bermúdez quien asuma la instrucción de los papeles de Bárcenas. Este viernes la Fiscalía le ha dicho a Ruz que no haga caso a las pretensiones de Gómez Bérmudez y no se inhiba. Además, también este viernes, la Fiscalía Anticorrupción ha dicho que entre el caso Bárcenas y el caso Gürtel hay conexidad y que, por lo tanto, Ruz podría seguir al frente de la causa, a pesar de que el propio magistrado en varios autos llegó a asegurar que ambos casos no tenían relación alguna. Con el apoyo de la Fiscalía, el propio Ruz se ha animado este viernes a dictar un auto en el que se atribuye la competencia sobre la supuesta contabilidad B del PP.
Según fuentes jurídicas consultadas por esta redacción, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha advertido en conversaciones privadas que, de seguir así, Gómez Bermúdez podría acabar como Garzón.
Campaña del diario El Mundo
La estrategia del Partido Popular para librarse de Gómez Bermúdez se ha apoyado también en la campaña mediática liderada por el diario El Mundo. Las preferencias de este rotativo ante ambos jueces es de sobra conocida: Ruz fue el encargado del caso Faisán al que el diario dirigido por Pedro J. Ramírez dedicó inumerables coberturas; Gómez Bermúdez juzgó el 11M y evitó muchas de las teorías de la conspiración alentadas en sus páginas. Además, se da la circunstancia de que Victoria Prego, adjunta a la dirección de El Mundo, es hermana de Adolfo Prego, abogado del PP en este caso.